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La Vida Es Bella


Enviado por   •  12 de Octubre de 2011  •  1.713 Palabras (7 Páginas)  •  890 Visitas

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La vida es bella

Lic. Nora Galliano

(Texto en respuesta a un debate sobre la película del mismo nombre, realizado en el año 1998 en APDEBA)

“La mejor forma de expulsar al diablo, si no se rinde ante el texto de las Escrituras, es mofarse y no hacerle caso porque no puede soportar el desprecio”

Lutero

“El diablo...el espíritu orgulloso...no puede aguantar que se mofen de él...”

Tomás Moro

Alguna vez, Chesterton dijo “Satan fell by force of gravity”, que significa tanto “Satán cayó por la fuerza de gravedad” como “Satán cayó a fuerza de gravedad”. Impecable juego de palabras.

Aparte de mencionar esto en su libro “Cartas del diablo a su sobrino”, C.S.Lewis, hace referencia al daño, según su óptica, causado por Milton con sus diablos cargados de grandiosidad y de elevada poesía, pero dice que es el Fausto, de Goethe, quien exhibe una imagen realmente nociva.

Lo cito textualmente : “Es Fausto, y no Mefistófeles, quien de verdad exhibe la implacable, insomne y crispada concentración en sí mismo que es la marca del infierno. El divertido, civilizado, sensato y flexible Mefistófeles ha contribuido a fortalecer la ilusoria creencia de que el mal es liberador(...) Porque el humor implica un cierto sentido de las proporciones, y la capacidad de verse a uno mismo desde fuera, y yo creo que, atribuyamos lo que atribuyamos a los seres que pecaron de orgullo, no debemos atribuirles precisamente eso.(...) Se debe representar al Infierno como un estado en el que todo el mundo está perpetuamente pendiente de su propia dignidad y de su propio enaltecimiento, en el que todos se sienten agraviados, y en el que todos viven las pasiones mortalmente serias que son la envidia, la presunción y el resentimiento.(...) El mayor mal no se hace ahora en aquellas sórdidas “guaridas de criminales” que a Dickens le gustaba pintar. Ni siquiera se hace, de hecho, en los campos de concentración o de trabajos forzados. En los campos vemos su resultado final, pero es concebido y ordenado (instigado, secundado, ejecutado y controlado) en oficinas limpias, alfombradas, con calefacción y bien iluminadas, por hombres tranquilos, de cuello y camisa blanco, con las uñas cortadas y las mejillas bien afeitadas, que ni siquiera necesitan alzar la voz. En consecuencia, y bastante lógicamente, mi símbolo del Infierno es algo así como la burocracia de un estado-policía, o las oficinas de una empresa dedicada a negocios verdaderamente sucios.(...) Todos desean el descrédito, la degradación y la ruina de los demás : todos son expertos en el arte del informe confidencial, la alianza fingida, la puñalada a traición. Por encima de todo eso, sus buenos modales, sus expresiones de grave respeto, sus “homenajes” a los invaluables servicios prestados por los demás, constituyen una tenue corteza, que de vez en cuando se agrieta, y hace erupción la lava ardiente de su odio mutuo.(...)(Los demonios) Tienen dos motivaciones. La primera es el temor al castigo.(...) Su segunda motivación, es una especie de hambre. Me imagino que los diablos pueden, en un sentido espiritual, devorarse mutuamente; y devorarnos a nosotros, claro. Incluso en la vida humana hemos visto la pasión de dominar, casi de digerir al prójimo; de hacer de toda su vida intelectual y emotiva una mera prolongación de la propia : odiar los odios propios, sentir rencor por los propios agravios y satisfacer el propio egoísmo, además de a través de uno mismo, por medio del prójimo.(...) En la tierra, a este deseo con frecuencia se le llama “amor”. En el infierno, me imagino, lo reconocen como hambre”

Vaya, yo creo que quienes hemos vivido suficiente, reconoceremos haber estado en el infierno alguna vez, al menos en el infierno tal como lo concibe Lewis.

Creo que el director de La vida es bella, no cuenta la historia de los campos de concentración, ni siquiera la historia del mal. Cuenta la historia de un hombre, que está absolutamente convencido que la vida es bella. Pero no por eso deja de ver que no para todos es así. Es más, considera que es absolutamente normal que haya quienes no gusten de los judíos y los animales domésticos...¿porqué no podría ser así, si a él mismo no le gustan los visigodos y las arañas?

Guido admite todo el tiempo la diferencia, y defiende la suya con un arma implacable: su sentido del humor. Incluso, en un terrible momento de decepción frente al médico quien en algún momento pensó que podría ayudarlo a él y a su hijo, se recompone rápidamente y continúa con su vida bella, casi hasta sintiendo piedad por ese hombre mortalmente serio, tan mortalmente serio, que un juego inocente, le está trastornando la vida.

¿Le miente Guido a su hijo? ¿Distorsiona la realidad? ¿Y qué es la realidad? ¿Qué es la verdad?

Ayer se nombraron a múltiples escritores, sobrevivientes de los campos, que terminaron su vida suicidándose. Yo conozco una persona que se suicidó porque había muerto su gato. También conozco a Victor Frankl, sobreviviente de un campo, escritor de uno de los libros más hermosos que se han escrito en este siglo, y que hasta donde yo sé, aún goza de buena salud. ¿Quien de todos estos tiene la verdad? ¿Es lícito suicidarse por la muerte de un gato? ¿Se puede buscar el sentido a través del horror? ¿Hay que suicidarse por algo? Ninguna de estas preguntas tiene sentido por sí mísma. No existe una respuesta objetivamente válida a la pregunta del sentido; pues además del pensamiento objetivo, la valoración subjetiva también juega un papel. Cada respuesta constituye un mito que el hombre crea para responder a lo que no tiene respuesta. Y creo que en este sentido, es el hombre co-creador del mundo con el dios. Dándole continuamente, una y otra vez, un sentido que le es propio.

Cuando ayer

...

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