La Vida Es Bella

La vida es bella narra una historia italiana de 1997 en la que un italiano judío, Guido Orefice (interpretado por Roberto Benigni, también director y coescritor del film), un italiano descendiente de judíos, vive en Arezzo-Italia en 1939. Con el ambiente de fondo de la Segunda Guerra Mundial, el poder fascista y el antisemitismo, Guido Nada más instalarse en Italia se enamora de Dora, la ex-novia de un oficial fascista ,encuentra a la mujer de su vida con la que se casará y tendrán un hijo Josué. Pero antes de casarse tendrá que trabajar de camarero en un restaurante de lujo que es de su tío. Allí entablará una amistad con un militar nazi que más tarde esta amistad será fundamental, ya que estarán recluidos en un campo de concentración.

Tras casarse y tener un hijo, abrirá una librería que será la clave del descubrimiento de los nazis de que ese “ local “ es un local de un judío. Al pasar del tiempo el ambiente de guerra era cada vez peor, la felicidad tomaba otro rumbo. Tras varias visitas de los alemanes, deciden llevarse a Guido , su hijo y el tío de Guido en un tren a un campo de concentración. Por el contrario Dora la esposa de Guido que no era judía no permitiría que se vallan solos así que impide a los soldados que estaban en la estación donde iban a llevar a los judío al campo de concentración que la manden a ella también.

El campo de concentración es donde los tendrán recluidos y donde tendrán que realizar trabajos forzados, separados por sexos, pero a base del ingenio del padre no lo conseguirán. Guido decide hacer creer a su Josué que todo se trata de un juego en el que sólo ganará si no se deja ver por los "gruñones" guardias alemanes. Por lo tanto , cada día inventa nuevos juegos y no deja que su hijo se aflija por nada pues la finalidad es ganar puntos para conseguir el premio final: un carro-tanque.

Pero llega una noche en la que Guido se encuentra a su viejo amigo que tuvo gracias al restaurante y este le pide que trabaje de camarero en una fiesta que iban a organizar los grandes mandos del campo de concentración, éste accede y será a partir de ahí cuando las esperanzas de poder salir de allí empiecen a surgir. Los soldados empiezan a fusilar a todas las personas que había allí, tanto hombres como mujeres, al mismo tiempo intentan matar a los niños y ancianos metiéndolos en las cámara de gas, pero gracias de nuevo al ingenio y el buen humor del protagonista, impide que maten a su hijo, escondiéndolo y diciéndole que no debe salir hasta que todo el mundo se hubiera ido y el lugar estuviera en absoluto silencio.

Por desgracia, Guido es descubierto por los soldados y fusilado más tarde por uno de ellos, pero lo importante es que aunque él muriera su hijo vivió gracias a él.

Estos fusilamientos se debieron a que los nazis habían perdido la guerra y por lo que ya que la habían perdido pues decidieron matar

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