Los Mexicas

CUIDALA SIEMPRE

EN UNA COLONIA COMÚN SUCEDE ALGO INESPERADO, QUE ES OBSERVADO POR SERVANDO UN NIÑO DE APENAS 7 AÑOS, QUE SORPRENDIDO CUESTIONA A SU FAMILIA.

Servando: ¡hola abuelo! ¿Cómo estás?

Abuelo: hay hijo pues estoy.

Servando: ¿qué haces?

Abuelo: estoy intentando darle vida a estas plantas y mira como está el patio. Con una voz fuerte y demandante le dice al niño – metete que aquí ni haces ni dejas hacer-

UN POCO CABIZBAJO SE METE AL CUARTO DE SU ABUELO Y OBSERVA CON LA MIRADA TRISTE POR LA VENTANA LO QUE HACE EN EL PATIO.

EL TÍO DE SERVANDO ESTABA EN EL CUARTO Y LE PREGUNTA:

Tío: ¿y tú?, ¿qué te traes’, parece que te regañaron.

Servando: lo que pasa es que mi abuelo no me dejo estar allá afuera y yo quería jugar.

Tío: ya sabes que es la hora de sus actividades al aire libre y no le gusta que lo molesten.

Servando: pero yo quería decirle algo que me enseño la maestra de la escuela.

Tío: ¿y qué le querías decir?

EN ESE MOMENTO LLEGA LA ABUELA Y LA MAMA DE SERVANDO INTERRUMPIENDO LA CONTESTACIÓN DEL NIÑO.

Abuela: pero que hace mi chiquito precioso, ¿por qué no habías venido?, mira que grandote estas.

UN POCO APENADO SERVANDO

Servando: ¡abuela! ¿Me das mi domingo?

Abuela: que niño, igualito a su mamá.

Mama: yo nunca fui así, bueno… aunque lo pedía no me daban nada.

Tío: CON UNA CARCAJADA. Es que no sabias como llegarles para que te lo dieran, tenias que poner cara de lastima jajaja.

Mama: UN POCO ENOJADA E INDIFERENTE. Si como no y la tuya era de una lástima que cualquiera te daría hasta una taco.

INTERRUMPIENDO LA PLÁTICA DE LOS ADULTOS, CUESTIONA A TODOS CON VOZ FUERTE.

Servando: Oigan…

Mama: ¿qué te sucede? , déjanos platicar.

Tío: ha… es que estaba algo triste hace un rato y me iba a decir algo pero ya no pudo porque ustedes llegaron.

Abuela: haber hijo, que te sucede.

Servando: es que mi abuelo no me dejo jugar y desde hace rato está haciendo sus cosas.

Abuela: él hace eso todas las mañanas y se tarda un buen es como

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