SELVA Y CINE

La región de los Tuxtlas siempre ha sido un escenario cautivador para la industria del cine y televisión por su bajos costos de producción, fácil acceso, disponibilidad de la población y sobre todo: Paisajes incomparables llenos de selva, mar y vegetación.

Se cuenta que la primera película filmada en la región (en especial en la zona del Real y Salto de Eyipantla) fuè SOMBRA VERDE (Roberto Gavaldòn; 1954), donde Ricardo Montalbán protagoniza un joven científico en busca de plantas medicinales en la selva de Veracruz. Pronto encuentra a un hombre que ha creado su propio mundo aparte de la sociedad, todo va bien hasta que la hijita del ermitaño demuestra una tentadora distracción para Montalbàn.

Otra película filmada en la zona fuè Muerte en el jardin (Luis Buñuel; 1956).

Un europeo aventurero, llega a un pueblo situado junto a un campamento de mineros de oro. Es arrestado por la policía, acusado de haber robado un banco. La policía confisca la mina de oro al estado, en respuesta los trabajadores inician una revolución. Derrotados, huyen a la jungla, donde lucharán por sobrevivir. Una cinta que ni Don Luis recordó en su biografía.

Lo mismo podemos decir de Mina, viento de libertad (Alberto Eceiza; 1977). En ella encontramos a un achilangado vasco interpretado por Pedro Armendàriz Jr. luchando en la insurrección contra España en Mèxico, por supuesto desde la Suiza Veracruzana. Si alguien ha visto esta película, felicidades!! ya somos dos…

En 1975, Sergio Olhovic filma La casa del sur, alegoría sobre la permanente marginación y sometimiento de los indígenas mexicanos en el norte del paìs acosados por la sequìa y opresión, viajando en tren al sur para una nueva vida en la orilla de la Laguna de Catemaco comiendo tegogolos y carne de chango.

En la década de los 80`s se tienen mas registros de comerciales y telenovelas que de cintas cinematográficas; recordemos a un joven y marcado Lorenzo Lamas haciendo las delicias de las cuarentonas luciendo bronceado y larga melena mientras se servìa una cuba de ron atado a una cuerda en el Salto de Eyipantla.

En 1992, John McTiernan embriagado todavía por el éxito de Die Hard (1988), convence a Sean Connery de que la selva del Amazonas se encuentra en Nanciyaga y filman El curandero de la selva, en el momento que el señorito Bond descubre la mentira comienza un calvario de exigencias y quejas que se reflejan en su desempeño actoral; por lo cual, para mi gusto el mayor recuerdo del film (además de darle una gran publicidad a la zona selvática de los Tuxtlas) fuè el innodoro que utilizò Connery toda la filmación y que el dueño del hotel donde se hospedo lucìa en el lobby sin ningún pudor.

Por último, Mel Gibson en Apocalipto (2006) logrà reflejar a un grado superlativo todo el esplendor de nuestra Zona con escenas donde las locaciones juegan

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