SOCIOLOGIA
anahigomezrobles4 de Marzo de 2013
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verdad?*Muchas actitudes que caracterizan la personalidad de nosotros como hijos se encuentran ocultos fr*ente a los ojos de nuestros papá*s aun que a veces ellos no quieran ver ni aceptar la realidad de lo que está pasando y uno de los princip*ales problemas es cuando yo papá* pretendo que mi hijo sea igual *que yo. Inculcándonos inconscientemente una personalidad que no nos gusta a los hijos inculcándonos sus deseos, pasiones, aficiones, actitudes, gustos, creencias y muchas cosas más.
Tal vez será que se acostumbran a que ágamos lo que ellos quieren, porque desde pequeños nos imponen todo como el solo comer dulces una vez por semana, como vestirnos e incluso a que si jugar y a que no, con quien juntarnos, como comportarnos en frente de la gente que decir y *qué no decir, *entonces cuando nosotros crecemos ese mando va *disminuyendo ya que maduramos y *ya somos * capaces de escoger como visir, cuales serán nuestras amistades que hablar y que *no hablar, en que creer. Y es ahí* cuando nuestros papá*s no entienden que ya no somos los mismos de hace 19 años y entonces ahí comienzan los conflictos se puede decir que de forma inconsciente, los hijos no somos iguales a nuestros padres nos parecemos en algunas cosas algunas pero jamás en todo a lo mejor algunas cosas las adquirimos como los valores.
Nuestros papas a veces * suelen ser muy proyectadores y eso obviamente está mal, ellos quieren que seamos unos excelentes hijos pero como lo vamos a hacer si ellos nunca están ahí cuando se les necesita, como si nunca nos enseñaron, como si ellos no son unos buenos padres solo proyectan sus expectativas, * sus frustraciones* hazlo tú por mí,que aquí se muestra un mecanismo de defensa en el que quieren que sus hijos seas y hagan lo que ellos no pudieron hacer o ser.
Existe una parte oculta en la relación entre padres e hijos... proyecctiones que los padres desconocen y se niegan, esperando, inconscientemente, a que sus hijos se convierta en una extensión de ellos mismos o a que resuelvan sus expectativas de vida, sus frustraciones. Conocer esta parte coulta, comprender por qué un hijo desespera o por qué dan ganas de cambiarlo, y transformas los sentimientos de rechazo y rencor, abre la puerta a un cambio profundo en la relación y al único sentimiento que sana, une y transforma: el amor.
Muchos de los aspectos que caracterizan la personalidad de un hijo se encuentran ocultos frente a los ojos de los padres, y más cuando los padres pretenden que sus hijos sean extensiones de ellos mismos, vetando inconscientemente la personalidad que les caracteriza, sus deseos, aficiones y pasiones.
Cuando los hijos son pequeños es fácil que los padres impongan sus deseos, qué comer, cómo vestirse incluso a qué jugar, pero los años pasan y ese dominio va desapareciendo conforme va aflorando la personalidad y la madurez de los hijos. En ese momento, pueden empezar de modo inconsciente los conflictos, los hijos no son extensiones de los padres, pueden parecerse en algunas cosas, ya sea porque las han adquirido o porque son innatas en ellos pero en ningún caso son prolongaciones de los progenitores.
Tu Hijo, tu espejo: un libro para padres valientes, es una obra muy interesante que puede proporcionarte las bases para que cuando el niño crezca no sea eso, una ampliación del yo de los padres. Recomendamos leer este libro porque plasma muy bien una realidad que antes o después se da en todos los hogares.
Las defensas Para comprender todo este asunto de la «parte oculta» de la relación padres-hijos necesitamos hablar primero de los mecanismos de defensa. Éstos son medios que utilizamos inconscientemente para hacer frente a las situaciones difíciles, distorsionando, disfrazando o rechazando la realidad y reducir así la ansiedad. Existen alrededor de trece mecanismos de defensa, sin embargo, para los objetivos de este libro nos centraremos en tres
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