Te doy mi alma (resumen)

Introducción

“Te doy mi alma” es una película basada en hechos reales, sobre el psicoanalista Carl Gustav Jung y una de sus pacientes, Sabina Spielrein. Las cosas se complican, haciendo que se rompa la relación doctor-paciente.

Fue asignado para tratar a Sabina, quien padecía de una histeria horripilante y sus padres la llevaron a la fuerza a que fuera tratada, en el Hospital Universitario de Burghölzli de Zürich. El señor, pues era hombre casado, deseaba probar el método de su maestro, Sigmund Freud: hablar de lo que sea que se le venga a la mente al paciente.

La infancia de Sabina no fue la mejor de todas. Su familia era judía y adinerada pero el matrimonio que la conformaba no era de lo más amable con sus hijas. El padre era hijo de rabinos, un hombre iracundo y sin control emocional, quien maltrataba a sus hijas, se arrepentía y volvía a maltratarlas. La madre padecía siempre de dolores estomacales, y era hipocondriaca, diagnosticada con histeria, esta mujer dejaba con poco dinero a su esposo para irse a comprar. Aunque eran una familia muy culta, Sabina fue instruida en el canto y el piano, cosa que le encantaba hacer y ayudaba a su mente creativa. También escribía poemas y tenía la certeza de que el amor es lo único que funciona por sí solo.

Lamentablemente la chica no fue la más feliz, pues ella vivía los constantes abusos de sus padres, la gota que derramó el vaso fue la muerte de su hermana menor. De ahí en adelante, la mente de Sabina tomaría un camino diferente. Con la angustia de la adolescencia, el trauma de perder a su hermana y los problemas en su hogar, ella desarrollo inquietudes. Hablaba sin sentido, consigo misma, cantaba una canción compuesta por ella misma llamada tumbabalaika, era un peligro hasta para sí misma. Al ser internada dejó de comer, ponía en el diario que llevaba que dejaría de comer hasta que su cuerpo se volviera polvo. Para este punto, la muchacha ya estaba delirando

Cuando Sabina conoció a Jung, este le dijo en lo que su método consistía, ella empezó a hablar sobre marte. En marte nadie tiene bebés, ahí no hay nadie que haga el amor para tenerlos. Sabina se vio agradecida porque el doctor Jung le había pedido que hablara, ya que nadie se había interesado en lo que ella decía. De esta manera, ella empezó a tomarle afecto, mucho más allá de una relación doctor-paciente.

Hubo inconvenientes en su tratamiento, el cual duró un año, 1904. Durante ese tiempo mostró habilidad para interpretar los sueños y, por consejo de Jung, un año después de su tratamiento comenzó a estudiar  y matricularse en la Universidad de Zürich, en Medicina.

De hecho, Sabina Spielrein fue quien primero teorizó en torno a una pulsión de muerte, un instinto de muerte, en sus términos. El cuál en estos días se le debe a Freud. Y, aunque ya pudo vivir una vida como ciudadana socialmente aceptable, quedaron vestigios de su padecimiento, pues al ser rechazada por Jung, ya que él prefirió a su esposa, lo ataca y logra herirle la mano con un cuchillo.

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