Teatro Occidental

El origen del teatro occidental se remonta a los ritos religiosos que, en la antigua Grecia, se realizaban en homenaje al dios Dionisio.

Aunque los orígenes del teatro occidental sean desconocidos, la mayor parte de las teorías lo sitúan en ciertos ritos y prácticas religiosas de la antigüedad; aún hoy día ese tipo de rituales sigue cargado de elementos teatrales. Las diferentes teorías atribuyen los orígenes a múltiples prácticas: ritos antiguos de fertilidad, celebración de la cosecha, chamanismo y otras fuentes similares.

Los géneros más antiguos y básicos, dentro del teatro occidental, son la tragedia y la comedia. Ambos aparecieron en Grecia.

Según Edgard A. Wright, los requisitos de la tragedia son:

1. La obra debe tratar un tema serio.

2. El protagonista debe ser un gran hombre o el representante de una clase determinada, es decir, debe representar algo más que el simple individuo.

3. Los incidentes deben ser absolutamente honrados y sin que aparezca el elemento de la coincidencia o de la suerte. Ocurrirá lo que debe suceder.

4. Las emociones fundamentales son la compasión y el miedo; compasión por el protagonista y sus sufrimientos, y miedo de que lo mismo pueda acaecernos.

5. En el momento final, el protagonista es derrotado, pero antes de la derrota es necesario que se produzca la iluminación o catarsis aristotélica.

La comedia apareció como contraposición a la tragedia, con personajes o tipos populares y muchas veces como crítica de costumbres e instituciones. Dice Wright:

Un análisis de las mejores comedias de veinticinco siglos de teatro nos muestra que éste género requiere lo siguiente:

1. Tratar un tema de manera ligera, aún cuando el contenido sea serio.

2. Provocar lo que se ha definido como “risa reflexiva”.

3. Ser posible y probable.

4. Estribar más en el carácter que en la situación.

5. Ser veraz cuando nos ofrece un retrato de la vida.

De la comedia deriva la farsa, género que se exagera los rasgos de los personajes, como también de la situación. Y una serie de géneros menores como el Sainete, el Vodevil, el Sketch, etc., de carácter jocoso y que sólo pretenden divertir.

Del drama deriva, en el siglo XVIII, el melodrama, llamado así porque es acompañado con música en los momentos más expectantes o bien para subrayar los personajes. Es un género en que se acentúan la emoción y el sentimentalismo, en situaciones donde predominan el azar y un cúmulo de acontecimientos, a veces bastante inverosímiles.

Esquilo, Eurípides,

...