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jaziel104 de Febrero de 2015

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El agua: vida y utilidad

Edgar Jaziel Delgado Romero

Impreso en México

10 de Enero del 2015

Para Jorge y Misael:

Esta antología va dedicada a mis hermanos Jorge y Misael, ya que son personas las cuales gastan bastante agua a diario.

INDICE

El agua y la lleve…………………………………………………………………….. 6

La ducha……………………………………………………………………………… 7

El señor del agua……………………………………………………………………. 8

La gota mágica………………………………………………………………………. 10

La gota de lluvia……………………………………………………………………... 12

Viaje a la tierra……………………………………………………………………….. 13

Los ríos y el mar……………………………………………………………………... 14

La niña del agua…………………………………………………………………….. 15

Métodos para ahorrar agua………………………………………………………... 16

Prologo

En esta antología, usted sabrá la gran importancia que tiene el agua en nuestra vida en general.

Pareciera sencillo el solo decir agua, seguro por tu mente piensas que “el agua solo es para tomar y vivir punto”, estas muy equivocado.

Con los problemas que estamos enfrentando actualmente sobre la extinción del agua he decidido hacer un libro para tomar un poco de conciencia sobre algunos de los cambios o daños que puede causar.

El interés de la humanidad que tenemos sobre la extinción del agua es muy poca, es decir, a nadie nos preocupa que se extinga, solo observamos a gente que desperdicia el agua muy cotidianamente y un ejemplo de esto son nuestros hermanos, que desde chicos nos inculcan que el gastar agua está mal.

Pero porque si sabemos y nos dicen desde pequeños que el gastar agua es incorrecto ¿porque aun así lo seguimos haciendo?....

Tal vez la respuesta a esto es: no vemos nada malo que pase en nuestro país.

En nuestra rutina diaria nos lavamos los dientes, las manos, cara etc. Pero siempre vemos que sale agua y aunque gastemos mucha siempre sale.

Hasta que algún día deje de salir agua en nuestros hogares es cuando siempre solemos actuar.

Pensamos que mientras en nuestro país hay mucha agua, quiere decir que hay en todo el mundo, lo cual esto es incorrecto, mientras nosotros gastamos pesimamente el agua en otros países la estamos extinguiendo, esto quiere decir que muchos países dependen de agua de lo que gastamos.

Por eso te invito a que leas este libro, para que reflexiones y actúes un poco sobre esta crisis del agua, si seguimos actuando así no habrá fin.

Aprenderás que el agua no solo te hidrata, sino que también en pocas palabras te “alimenta”, si te preguntas ¿cómo? Aquí podrás saberlo.

Y por último, al final de este libro aprenderás algunas formas y técnicas fáciles y prácticas de cómo ahorrar agua desde tu hogar.

¡Todo empieza por ti!

EL AGUA Y LA LLAVE

En el siguiente cuento, se presenta algo cotidiano que sucede con el agua en el mundo, seguramente tú ya lo has vivido, pero a pesar de ello existe gente por la cual no se preocupa y no hace nada al respecto.

Había una vez en una vecindad una llave que la dejaban abierta mucho tiempo y hacia correr mucha agua sin un fin feliz. La llave se ponía muy triste y un día decidió abrirse sola e hizo correr mucha agua por las calles del vecindario.

Un día muy cansado de la acción de esta llave, el agua le pregunto: ¿porque te abres sola?

La llave le respondió: ya me acostumbre, los humanos me dejan abierta siempre.

Entonces el agua le dijo: pero no te das cuenta que me estoy desperdiciando y está llegando mi fin.

Y la llave le pregunto: ¿por qué?

El agua respondió: hay mucha gente que me necesita.

Y la llave volvió a preguntar: ¿por qué eres importante?

El agua le respondió: soy el elemento esencial para todos los seres vivos sin mi ellos no existirían, por mi todo lo tienen y hay.

Entonces la llave se puso a pensar y reflexionar y le dijo al agua: tienes razón todo lo que nos rodea es gracias a ti. Sin ti, tampoco existiría yo.

La llave le pidió disculpas al agua y desde ese momento prometió nunca jamás abrirse sola y así vivieron muy felices para siempre.

Si nosotros nunca jamás dejáramos la llave abierta, estaríamos evitando gran parte la extinción del agua, y así poder seguir viviendo durante muchos años más.

Dejar la llave abierta es muy común que suceda en nuestras casas, pero si no empezamos desde nosotros mismos nadie lo hará….

LA DUCHA

A continuación se presenta un cuento, en el cual, a mayor escala puede llegar a pasar esto, si en ciertas circunstancias no aprovechamos el agua.

Había una vez una señora que se llamaba Leticia. Esta señora desperdiciaba mucho el agua dulce.

Un día su amiga Tamara la fue a visitar y platico seriamente con ella.

Su amiga le dijo que no estaba haciendo lo correcto porque ella no se imaginaba el gran problema que estaba creando por su gracia de desperdiciar su preciada joya que es el agua para todos los seres humanos.

Nuestra amiga no hizo caso y le dijo a Tamara que ella tenía mucha agua y que no tenía el por qué perder su tiempo cerrando llaves de agua para satisfacer a los demás.

Tamara se fue diciendo por si misma que su amiga no sabía lo que decía.

Después de varios días de aquella plática doña Leticia se levantó muy temprano y fue directa al baño a tomar una buena ducha bien caliente. Lo que nadie se imaginaba sucedió. Cuando Leticia abrió la ducha no había ni una gota de agua.

Nuestra amiga fue corriendo a la cocina y abrió la llave para ver si en ese lado de la casa había agua. Desgraciadamente lo único que salió de la llave era aire y más aire.

Doña Leticia muy disgustada se puso a recordar la plática que tuvo con Tamara y agarro rápido el teléfono y llamo a su amiga para pedirle perdón y para que ella y su hermana la ayudaran a cargar agua que era una tarea muy difícil para ella.

Más tarde llego el plomero José y arreglo el salidero y nunca más se vio un charco de agua en el suelo en casa de Leticia provocado por el tiradero del agua.

En ciertos casos se puede llegar a esto, lo cual es algo muy grave.

El desperdiciar bastante agua contrae bastantes consecuencias, como lo vimos en el cuento, que cuando Leticia se quiso bañar dejo de salir agua por toda la que había gastado.

EL SEÑOR DEL AGUA

Como vimos en el cuento anterior, hasta que no nos sucede algo grave no reaccionamos ante la situación del agua. Hasta cierto punto, el mal gastar agua nos puede traer consecuencias que ni nosotros mismos pensábamos.

En un pueblo donde vivía un niño llamado Héctor, ese pueblo estaba en problemas, no había llovido, los ríos cercanos ya comenzaban a secarse, los terrenos de cultivo estaban secos y la cosecha no podía crecer.

Héctor y su mamá tenían que caminar demasiado para conseguir agua en el pueblo cercano donde pasaba un río, cuando llegaron al río había mucha gente, los hombres agarraban agua para beber y los niños nadaban en el río.

Mientras su madre llenaba las cubetas de agua, Héctor entró al río para bañarse, sólo a bañarse porque él no sabía nadar, por eso sólo miraba a los niños como flotaban sobre las aguas, él pensaba: “Parecen peces y no tienen miedo de ahogarse, mmm lástima que yo no sé nadar”. Cuando Héctor y su madre regresaron a su casa, se puso a jugar en el patio de su casa, dibujó en el suelo un río y prometió que un día aprendería a nadar.

Esa noche Héctor durmió profundamente y en sus sueños escuchó la voz de un hombre que salía del agua y le decía: “Yo sé que tú estás triste” Héctor contestó: “No, no es verdad” y así estuvo insistiendo la voz hasta que Héctor abrió los ojos y vio que quien le hablaba era el señor del agua y le preguntó: “¿Tú eres el señor del agua?” le contestó: “Si, yo soy el señor del agua, de hecho el agua es mi casa, ven platiquemos”.

Héctor le dijo: “Mis padres me han hablado de ti, nosotros te hemos cuidado y respetado ¿Por qué ya casi no llegas a mi pueblo?”, le contestó el señor del agua: “En tu pueblo había agua en tranquilidad, pero la gente dejó de respetarme y por eso me fui, pensé nunca regresar pero ahora sé que existen personas como tú que me respetan y me cuidan”.

El señor del agua sonrió y le dijo: “Mmm creo que voy a volver a tu pueblo… ah por cierto tú quieres nadar ¿Verdad? No es difícil si realmente te lo propones, lo lograrás” contestó Héctor: “Quisiera pero… ¿Puedo lograrlo? ¡Siempre me da miedo!” le dijo de nuevo el señor del agua: “Toma estos tres pescaditos, son mágicos, si los comes aprenderás a nadar, regresa al río a la mañana…

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