UN LITRO DE LAGRIMAS

El diario de Aya Kito

Por la mañana, cuando una luz débil y una brisa se filtraban a través de las cortinas amarillas de encaje de la cocina, he llorado. ¿Por qué soy la única que no puede hacer deporte?. No debería ser tan llorona. Mi cuerpo no se mueve como me gustaría. ¿Es por la ansiedad que me produce no poder hacer los deberes cuando podría si empleara cinco horas al día? No, no es eso, algo en mi cuerpo se está rompiendo. ¡Tengo miedo!

Siento como si me estuvieran aplastando el corazón. Quiero hacer ejercicio. Quiero correr.Quiero estudiar. Quiero escribir de forma más clara.

Aya Kito es una chica japonesa hija de una familia humilde que pronto realizará la preparatoria para ir a la universidad. Tiene 14 años. Aya lleva una vida completamente normal, sin embargo, poco a poco va percibiendo que algunas cosas extrañas le están sucediendo: Pierde el equilibrio, se marea con facilidad y siente que su forma de moverse, de caminar… no parece la misma de siempre.

Su madre, preocupada, acude con Aya a un centro médico especializado. Allí la informan de que su hija tiene una degeneración espinocerebral, una enfermedad incurable y mortal en cuyo desarrollo el cerebelo gradualmente se va deteriorando hasta el punto en que la persona que la padece ya no puede caminar, hablar o comer de forma normal. Lo más terrible de esta enfermedad es que el proceso apenas afecta a la capacidad cognitiva del enfermo y éste es totalmente consciente de todo hasta el último momento.

Al principio los padres de Aya intentan ocultárselo pero ella se da cuenta de que algo no va bien. Aún es muy joven y, al igual que ocurre en los procesos de cáncer, esto contribuye a que la enfermedad en su caso avance más rápidamente. La situación se hace insostenible y finalmente Aya acaba conociendo la triste realidad.

Al contrario de lo que parecía lógico preveer, Aya asume el durísimo golpe de forma serena y firme y dando una auténtica lección de entereza a todos los que la rodean acepta la difícil prueba que el destino la ha puesto. La joven Aya había comenzado a escribir un diario, su título era: “un litro de lágrimas” y pasó a la historia como “el diario de Aya”. El diario de Aya es un precioso documento, de los que no se leen todos los días, que podéis encontrar aquí.

Finalmente el destino cumplió su promesa y la pequeña Aya Kito falleció en 1988 a la edad de 25 años.

Esta conmovedora historia, real como la vida misma, inspiró un drama televisivo que se emitió en Japón en 2005 bajo el título Un litro de lágrimas. El drama es una pequeña serie de once capítulos que podréis localizar con facilidad en Youtube subtitulado en castellano si lo buscáis por su título.

Es este corto pero bonito vídeo que os dejo a continuación

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