Un Juego Perfecto Entre música E Imagen , Amadeus

UN JUEGO PERFECTO ENTRE MÚSICA E IMAGEN

AMADEUS

Milos Forman en 1984 lleva a la pantalla grande una gran obra maestra del cine, que trae al séptimo arte al más grande de la música, AMADEUS, una película ganadora de ocho estatuillas de la academia en 1985, incluyendo mejor película, mejor director, mejor actor, mejor actor de reparto, mejor arte y vestuario, entre otros.

Rodada en Praga en 1983, gracias a que la ineficacia comunista permitió que el siglo XVIII siguiera allí intacto, uno de los principales protagonistas si no el más importante del film es la inmortal música de Wolfgang Amadeus Mozart, el gran genio compositor de ópera, quién escribió su primer concierto a los 4 años, su primera sinfonía a los 7 y una ópera entera a los 12.

Neville Marriner director de sonido de esta gran obra, violinista y director de orquesta británico, especialista en música barroca, y guiado por Forman, logra crear un montaje sonoro que juega impecable y exitosamente con la imagen, llevando al espectador en un viaje emocional de altos y bajos por medio de la música, sonando con absoluta fidelidad de manera que nos envuelve completamente. La belleza de la música y su extraordinaria fidelidad acústica, logra crear emoción y tensión de una manera inexplicable, la fuerza de las notas y las frecuencias son muy efectivas, llevando la narrativa audio – visual de los puntos más álgidos a los más bajos, y ayudando de una manera tan delicada al desarrollo de la historia.

Forman adapta el libreto de Schaffer, transformando un texto teatral en un acertado matrimonio Cine-Música. Música e imágenes deslumbran por la pantalla mientras los textos brillantes rebosan de humanismo y psicología. El enlace de los diálogos a través de la música crean una armonía perfecta y poética entre las situaciones, al igual que la narración en off convierte la música en un tercer personaje. El manejo diegético y no diegético de la música juega perfectamente con cada puesta en escena, y la combinación entre una y otra es fascinante. En la melodía de cada pieza musical, prevalece la armonía de sus componentes y el esplendor de la música a través de la cuidadosa disposición de las notas musicales. Esto, imparte en el espectador una sensación de placer, así como, conduce a sentimientos de atracción y bienestar emocional. Escenas como cuando Mozart con la ayuda de Sallieri compone su última ópera son esplendidas, el montaje de la imagen con el sonido de los instrumentos crea una perfecta combinación.

Por otro lado la manera en que es montado el sonido y juega su rol dentro de la película está pensado perfectamente; ésta gráfica nos enseña el comportamiento de las ondas por cada uno de los canales en que se desenvuelve, Canal 1: Altavoz frontal izquierdo (L), Canal 2: Altavoz frontal derecho (R), Canal 3: Altavoz central (C), Canal

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