Voldemot, Dictador

Voldemort, Dictador

Fenny: ¿Estará Lord Voldemort más presente en los próximos libros?

J.K. Rowling: Lo verás otra vez, pero como la mayoría de los malos dictadores, prefiere que sus hombres hagan el trabajo sucio.

World Book Day Chat, 2004

No es muy arriesgado decir que Lord Voldemort tiene la semejanza de un dictador político. La mayoría estaría de acuerdo con eso y uno no pasaría por un ser brillante. El misterio está en cuáles son las claves para entender por qué Lord Voldemort es un dictador, y que similitudes tiene con dictadores de la vida real.

Más allá de la coincidencia que Lord Voldemort odiaba a su padre al igual que Adolf Hitler; en el personaje del mundo de J.K. Rowling se encuentran características típicas de alguien que desea el poder, el control, e intenta conseguir eso a cualquier precio.

La tortura, cómo método para extraer información. Conocido a nivel mundial (lamentablemente) en épocas de guerra, este método también es utilizado por gobiernos de facto para enterarse de los planes de los grupos revolucionarios. Es así como Lord Voldemort (o Colagusano) tortura a Bertha Jorkins; y ya en el último libro, Bellatrix Lestrange a Hermione Granger.

Ataques públicos, para infundir miedo. Lord Voldemort utilizó a los gigantes para destruir zonas pobladas por magos y brujas, aunque el mundo muggle nunca se enteró.

Toma del Gobierno: Con el Imperius aplicado a Pius Thicknesse y la muerte de Rufus Scrimgeour, Lord Voldemort queda al mando total del Ministerio de la Magia.

Manejo de los Medios de Comunicación: desinformar y bloquear cualquier intento de difusión en contra suyo. Por eso nacen radios clandestinas como ‘PotterWatch’.

Inconscientemente, la figura de Voldemort actúa como represor intimidante antes de su ascenso. Rowling da esta sensación con ciertas ideas que va dejando sueltas a lo largo de los libros para una libre interpretación.

Un ejemplo típico es el no nombramiento –que descubrimos a través de Hagrid en el primer libro- de Voldemort, por miedo a que su palabra evoque su existencia. En la España de Franco, o en la última dictadura argentina (por citar ejemplos), la gente tenía miedo de hablar mal de los gobernantes de facto por miedo a que las paredes escuchasen y fuesen perseguidos. Es similar a lo que sucede con Voldemort.

Sin embargo, algo mucho más central en este asunto es el tema de agrupaciones clandestinas y círculos de estudio. Aún cuando Voldemort no está en el poder y se mantiene oculto, la Orden del Fénix es una asociación clandestina. Lo mismo sucede con el Ejército de Dumbledore. Están ocultos, pues, aunque Voldemort no haya tomado el poder oficialmente, el poder es siempre suyo.

Esto suele suceder, en el mundo muggle, con diferentes fuerzas militares que si bien no han tomado el gobierno, tienen más poder y más palabra que los gobernantes en sí.

Como en toda dictadura, la fuerza opositora principal reside en el ámbito educativo. Así como en las dictaduras del mundo real se solía perseguir a los Universitarios pues eran su principal enemigo –y en muchas de ellas el derrocamiento surgió en las Universidades-, en el mundo mágico Lord Voldemort tiene a sus principales enemigos en Hogwarts, lugar al que nunca pudo entrar.

La fuerza opositora principal radica en Hogwarts. Allí es donde estuvo Albus Dumbledore creando su reclutamiento principal, allí es donde las principales voces en contra del Señor Oscuro residen. Y allí es donde Lord Voldemort más necesitó espías, y en donde, curiosamente, no le funcionaron.

Para terminar, un fragmento de Albus Dumbledore de Harry Potter y el Misterio del Príncipe:

¿No lo ves? Voldemort mismo creó a su peor enemigo

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