Administración de Ventas, los cuatro acuerdos

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Instituto Politécnico Nacional 

Escuela Superior de Comercio y Administración

Licenciatura en Relaciones Comerciales.

Administración de Ventas

Profesor: Perez Lopez Alfredo

Los cuatro acuerdos

Fonseca Garcia Alejandra Abigail

Grupo: 4RV4

México, Ciudad de México, Septiembre de 2022.

Los cuatro acuerdos o como yo lo llamaría “Espiritualidad tolteca en cuatro principios” nos cuenta que si adoptamos cuatro protocolos y los hacemos nuestra ley vamos a “Tener el cielo en la tierra” los cuales son:

1. Sé impecable con tus palabras.

2. No te tomes nada personalmente.

3. No hagas suposiciones.

4. Haz siempre lo máximo que puedas.

Nos propone estos cuatro principios que si los ejecutamos en nuestra vida, el mundo se vera diferente, tendremos acceso a la felicidad y al amor de manera más fácil. También nos reta en el sentido cambiar actitudes o creencias que nos han heredado, que muchas veces nos limitan y nos sugiere estas cuatro para conectar con la libertad.

La raza humana hemos crecido y nos han educado de una manera que no ha sido de una manera como por decirlo “educada” de hacerlo, ha sido una manera de domesticación en un sentido en el que siempre se nos ha dado la recompensa. Cuando hacemos algo bien se nos dice: “Eres una buena persona”, cuando haces algo malo, salen las palabras que desde pequeños no nos gustaba escuchar “¡Eres un chico malo!”. Ese es el mismo método que ejercen con los animales y se le llama “La domesticación del ser humano”, pero, no significa que si nos han domesticado se nos ha tratado como animales.

Pude notar que el tema de la cultura tolteca en el libro, que es esencialmente la base de todo pues, se dice que el guerrero es de alguna manera la persona ideal en la cultura tolteca, su propósito es ir mucho más allá de lo perceptible, descubrir el poder personal y esa idea es básica, pero es muy poderosa para superar, es trascender a una educación que te ha dicho lo que está bien o mal, husmear dentro de tu ser, de tu propio crecimiento el poder personal que cada uno de nosotros tenemos y que de esa manera aprendamos a vivir de manera impecable.

Primer acuerdo

Ser impecable con tus palabras.

En mi punto de vista, este primer acuerdo es creíblemente el más importante, poderoso y difícil por cumplir.

Es relevante, ¿por qué?, porque hay que verla como una llave maestra para la comunicación, es la forma en que nos comunicamos con los demás, hablábamos.

Debemos de dejar ese pensamiento que la comunicación son solo signos, sonidos que salen por nuestros labios o escritos en un pedazo de papel, porque no lo son. Nuestras palabras son una fuerza, un don que ya sea de Dios, el universo o la naturaleza que nos otorgó, porque lo que deseamos, necesitamos, lo que soñamos y lo que somos, lo expresamos por medio de nuestras palabras.

En el libro aparece una metáfora que me hizo comprender a la perfección este acuerdo que dice; “La mente humana es como un campo fértil en el que continuamente se están plantando semillas. Las semillas son opiniones, ideas y conceptos…” 

Esto es verdad, dependiendo de como preparemos nuestra mente, es como va a nacer una idea, un pensamiento. Puede ser que de esa semilla puedan nacer bellas flores, frutos o árboles; pero también pueden nacer cactus con espinas que nos lastimen, esas semillas que vienen con espinas se le llama “Miedo”.

Este primer acuerdo ayuda a trascender, elevarte a ese nivel de calidad humana que he estado hablando anteriormente sobre el guerrero que en el transcurso de la lectura yo le llame “El impecable”.

Impecable es sin pecado, entonces no tener pecado o estar sin pecado a la hora de hablar. ¿Qué significa eso exactamente?, bueno, cómo lo podemos entender un pecado es aquello que haces contra ti mismo, no contra tus creencias, contra lo que sientes o contra lo que crees entonces, todo aquello que sientas o creas, que vaya con y que además ejecutes contra ti, contra esas bases eso es un pecado. El mayor pecado que todos cometemos es rechazarnos a nosotros mismos y puede ser el pecado más mortal.

Pero no solo nosotros cometemos ese pecado, también los que nos quieren, expulsan esa magia negra, como menciona el libro, y si hay que perdonar, porque ellos aún no están consientes de este primer acuerdo, su ley se los permite, pero hay que perdonar. A lo que esto nos lleva al segundo acuerdo.

Segundo acuerdo

No te tomes nada personalmente

Toda mi vida he sido una persona que se toma las cosas muy personales, pero desde que leí este acuerdo, la verdad es que dejas de ponerle atención a cosas que son totalmente innecesarias y que no merecen mi atención, pues ahora veo a las palabras venenosas como una metáfora que dice: “El arma asesina entra a tus oídos, pero no le concedes el poder de matarte” y ¿por qué?, justamente por esto, porque no me lo tomo personal y no vivo del veneno de los demás, además de que ellos no lo dicen o hacen es por mí, son sus creencias, opiniones y sentimientos.

Si dejáramos que alguien nos ofenda y lo tomamos personal, estamos dejando que su magia negra entre a nuestra mente y crezcan esos cactus que lastiman nuestra mente, nuestro ser y que en realidad no valen la pena, pues dentro de un tiempo lo olvidaremos y no porque seamos tontos o no nos interesa, pero es por salud mental. Es así porque el cerebro tiene un sistema que actúan como un freno para impedir que la memoria se cargue de información que es muy irrelevante.

También existe la posibilidad de que nos la creamos, es por eso que el primer acuerdo y el segundo son como uno mismo. El primer acuerdo nos dice como no ser un hechicero de magia negra que salpica veneno y el segundo acuerdo nos dice el cómo protegernos de esa arma que puede entrar, pero nosotros decidimos si queremos que nos lastime.

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