Beneficios de un proyecto. El método contable

BENEFICIOS DEL PROYECTO

        Además de los ingresos directos ocasionados por la venta de productos o servicios que generaría el proyecto, existen otros beneficios que deben incluirse en el flujo de caja para determinar su rentabilidad de la forma más precisa posible.

        Un ingreso que se debe considerar como adicional, es la posibilidad de venta de activos que se reemplazarán. Al generar  esta venta una utilidad o perdida contable que puede tener implicancias tributarias importantes en el proyecto, deberá ser incluida en el flujo de caja antes de incluir el impuesto.

        Otro ingreso que se identifica es la venta de subproductos o desechos. Si bien su monto generalmente no es relevante, su inclusión posibilita considerar una situación una situación más cercana a la que podría enfrentar el proyecto.

        Otro ahorro de costos es el que se puede obtener de los cálculos tributarios. Por ejemplo, si se decide vender o reemplazar un equipo totalmente depreciado por otro nuevo, deberá considerarse, para este último, la posibilidad concreta de que su depreciación contable permita reducir la utilidad, y en consecuencia, el impuesto que sobre ella debe pagarse.

        El ingreso por la venta del producto o servicio, por la venta de activos o residuos que podrían generar un ahorro en los costos, constituyen todos los recursos disponibles para enfrentar compromisos financieros del proyecto.

        Se deben considerar también otros dos beneficios: la recuperación del capital de trabajo y el valor de desecho del proyecto.

        El capital de trabajo está formado por recursos que, son imprescindibles para el funcionamiento del proyecto (y no está disponible para otros fines), son parte del patrimonio del inversionista y por lo tanto son recuperables. Si bien no quedará a disposición  del inversionista al termino del período de evaluación (ya que la mayoría de las veces, el proyecto sigue adelante) son parte de la inversión que el inversionista debe realizar.

        Lo mismo ocurre con el valor de desecho del proyecto. Al evaluar la inversión la proyección se hace por un espacio d tiempo inferior a la vida útil real del proyecto. Por ello, debe estimarse el valor que podría tener el activo en ese momento, ya sea suponiendo su venta, considerando su valor contable.

Al igual que el capital de trabajo, el valor de desecho no está disponible para enfrentar compromisos financieros.

VALORES DE DESECHO

        El método contable, calcula el valor de desecho como la suma de valores contables (o valores libros) de los activos. El valor contable es el valor que a ea fecha  no se ha depreciado de un activo y se calcula de la siguiente forma:

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VL: Valor libro

VC: Valor de la compra

        Por ser un método conservador se recomienda el uso a nivel de perfil y ocasionalmente a nivel de prefactibilidad.

        El método comercial, parte de la base que el activo al venderlo genera a la empresa una utilidad contable, se descontará de dicho valor el impuesto que se deberá pagar por dicha utilidad.

        Para mostrar su aplicación supongamos lo siguiente: el horizonte de evaluación es de 5 años, que el activo se adquiere en $1000 y que su vida útil contable es de 10 años. La depreciación será de $100, lo que significa que en 5 años su depreciación acumulada será de $500. Se estima que el valor comercial será de $650, por lo que la utilidad contable es de $150. Si la tasa de impuestos es de 10%, se pagarán $15 en impuestos.

        El valor de desecho será de $635, que resulta de restar los $15 de impuesto a los $650 del valor comercial.

        Cuando al activo se le asigna un valor comercial inferior al valor contable, se producen perdidas contables. En este caso, no se puede afirmar que no hay efectos tributarios. Puesto que si hay utilidades contables, con la perdida de la venta se reducen las utilidades globales, por lo que se reducen los impuestos a pagar.

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