Bienes Publicos

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Bienes Públicos

Algunos Bienes tiene la peculiaridad de que una ve disponibles, a nadie se le puede impedir disfrutarlos, independientemente de haber contribuido o no a producirlos. Así son los bienes públicos.

Los Efectos externos o derivados, pueden ser perjudiciales o benéficos. Nuestro ejemplo anterior de un efecto externo perjudicial fue el del lanzamiento de desechos químicos a un río.

Con perjuicios para la población que reside junto a su cause. Los bienes y servicios que ahora consideramos involucran eventos externos benéficos, o sea, beneficios de los cuales pueden disfrutar personas ajenas al comprador. Los ejemplos ya citados incluyen al propietario que cultiva un hermoso jardín del cual los vecinos también disfrutan; o a la persona que se hace vacunar para proteger a los demás del contagio de la enfermedad.

Cuando se trata de un Bien público consumamos o no consumamos igual pagamos por el bien y/o servicio.

Un bien público posee dos características esenciales:

Bien no Rivales : El bien y/o servicio puede ser ocupado al mismo tiempo por dos o más individuos

Bienes son excluyentes: el consumo de un individuo va afectar el consumos de otro

La sumatoria de Bienes públicos es igual a la sumatoria total de la cantidad de mercado.

∑_(i=1)^n▒〖Bs Públicos〗=∑_(j=1)^m▒〖total q de mdo〗

El bien publico se define como “algo que el gobierno provee”. Pero esta definición es demasiado amplia para nuestros propósitos, ya que ella incluye todas las actividades que se podrían realizar privadamente pero que desempeña el gobierno en su lugar. (Los sistemas de transporte público y el servicio postal son buenos ejemplos).

Prescindiendo pues de una definición tan amplia comencemos por el concepto de los bienes que no pueden ser provistos por el mercado privado.

Como la idea de beneficios externos es importante para nuestra definición de bien público compararemos ahora el detalle dos ejemplos. El primero es la contratación de un jardinero. La mayoría de los beneficios son internos, o sea, se orientan a la familia que contrata al jardinero para que trabaje en su propiedad.

Por lo consiguiente, el mercado trabaja, al menos hasta cierto grado: la gente ha realizado labores e jardinería, aunque la cantidad es inferior al nivel de eficiencia.

Compararemos esta situación con el ejemplo del embalse para el control de las inundaciones en el valle de un rio. Existen dos diferencias importantes en este caso. Primero, la mayoría de los beneficios del embalse son externos, ya que favorecen a miles de granjeros. Por esta razón, el mercado no actúa del todo: si se construye un embalse el gobierno debe hacerlo. Pero existe otra diferencia más sutil: una vez que el gobierno ha construido el embalse el beneficio que obtiene un granjero en particular es el mismo que si lo hubiese construido el mismo. Este es entonces el concepto de bien publico:

Otra ilustración es la del faro, una vez construido ningún marinero puede ser excluido de sus servicios.

La distinción entre un bien público y un bien privado ordinario aparece en los diagramas siguientes

Seda un ejemplo de bien ordinario en la figura 24-2; los dos primeros diagramas representan para cada individuo la utilidad marginal del consumidor. En cada caos, el consumidor tendría realmente que comprar y adquirir el bien, para realizar su utilidad. Para recordar un poco señalaremos que la demanda total de mercado se obtiene mediante la agregación horizontal de las demandas individuales (Utilidades marginales)

La figura 24-3 presenta el caso alternativo de un bien público puro, en el cual todos los individuos pueden beneficiarse de cada unidad que se produzca. Por ejemplo el consumidor A obtiene la utilidad a1 de la primera unidad. Pero esta misma unidad da también al consumidor b la utilidad b1. A partir de los beneficios individuales obtenidos de esta primer unidad (Los dos pueden, por ejemplo, ver la señal de advertencia en el mismo faro), la utilidad que suministra la primera unidades a1 + b1, tal como parece en el ultimo diagrama. Entonces, para este bien publico puro, la utilidad marginal social (Umas) se halla agregando verticalmente las utilidades individuales (encontraste con la adición horizontal en el caso de un bien privado puro).

Pero es importante reconocer que la utilidad marginal social resultante (Umas), no es una curva de demanda. Nadie podría comprar la primera unidad si su precio fuera a1 + b1 . Pero si ella pudiera producirse sea este costo o a un costo menor, la primer a unidad se produciría. Y si la segunda unidad puede producirse para a2 + b2 o menos, también esta unidad se producirá, y asi sucesivamente.

Análisis del costo beneficio

Aunque es poco probable que el gobierno pueda efectuar una buena estimación del valor de un bien público consultando a sus usuarios potenciales, puede de todas formas avanzar algo en la evacuación de los beneficios. Por ejemplo, el gobierno puede hacer estimaciones del incremento de las cosechas que resultaría del control de las inundaciones mediante un embalse. Puede lograrlo examinando los registros pasados para determinar con cuanta frecuencia se presentan inundaciones y el valor de las cosechas perdidas en cada inundación. Tal evaluación de los benéficos paralelamente con la evaluación del costo del embalse se denomina análisis de costo beneficio

Sin embargo, un problema que se presenta con esta clase de enfoque, es que, a menos que se trate con cuidado, puede usarse para justificar proyectos que el gobierno ha decidió realizar con fundamentos puramente políticos, si mayor consideración de los costos económicos. Por ejemplo, una represa puede haber sido prometida a un grupo clave de votantes en la última campaña electoral. Y alguien en el gobierno, con pretexto de justificar esta represa puede llegar a lograrlo mediante a la subestimación de los costos de construcción y la agregación de mas y mas beneficios hasta justificar el proyecto. Estos beneficios pueden incluir los servicios recreacionales del nuevo

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