Características Y Funciones De La Labor Gerencial

TODO FUNCIONARIO ASCIENDE HASTA LOGRAR SU MAYOR GRADO DE INEFICIENCIA

Ensayo por Rosibel Salas Herrera

El motor que mueve a todo ser humano para el logro de objetivos, es la motivación, ya que esta se vincula a una necesidad y por ende a una conducta que busca llenar dicha necesidad. En el caso del ámbito laboral, la necesidad de reconocimiento, así como de un mayor salario y de un mejor puesto dentro de la empresa, lo impulsa a buscar la forma de ir escalando peldaños que lo lleven a la cima del organigrama, mostrando lo mejor de sí para poder lograrlo. Ello implica en ocasiones dejar de lado otras actividades (de descanso o entretenimiento), para dedicarse a ir fortaleciendo el currículo que le acreditará para el puesto que aspira.

Hasta ahora todo es positivo, no obstante, una vez que el funcionario llega al máximo escalón, empieza la transformación. Existen diversas teorías respecto a la forma en que el ser humano se vuelve ineficiente en un puesto de trabajo una vez que lo tenga seguro. Sin embargo, comúnmente se habla de la zona de confort, o sea, aquel estadio en el que el individuo se siente seguro y confiado en su puesto y sabe que siempre y cuando no cometa una falta que amerite su destitución, continuará ahí hasta que llegue el momento de la jubilación.

De acuerdo con algunas teorías motivacionales, una vez que el ser humano alcanza su máxima aspiración, en el ámbito laboral, debe plantearse nuevas metas, o sea debe buscar un nuevo estímulo que lo mueva a realizar las actividades que le demanda su empleo. Este estímulo puede ser auto impuesto (la persona se estimula a sí misma, con el fin de lograr un bien material o simplemente reconocimiento profesional) o propuesto (la persona recibe un estímulo externo, que puede venir de un superior con el fin de subir el rendimiento dentro de la empresa). De otra forma, sin estímulo alguno, corre el riesgo de estancarse y ubicarse en la zona de confort.

Por otra parte existe también el síndrome de Bournout, conocido como síndrome de “estar quemado” o de desgaste o agotamiento profesional que suele ocurrirle principalmente a quienes trabajan con personas y se manifiesta con síntomas psicosomáticos como la fatiga crónica, trastornos del sueño y tensión muscular entre otros, trastornos de conducta como el ausentismo laboral y las adicciones, trastornos emocionales como la irritabilidad, la incapacidad de concentración y trastornos laborales, entre ellos menor capacidad en el trabajo y tendencia a protagonizar conflictos. Esta enfermedad aparece comúnmente en el campo de la educación, sector en el cual se tiene que tratar tanto con estudiantes como con padres de familia y otros docentes, de múltiples personalidades y con infinidad de problemáticas. Situación que acrecienta el nivel de estrés, la ansiedad y la fatiga, principalmente

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