Con La Expedición Del Nuevo Código Disciplinario Único

Con la expedición del nuevo Código Disciplinario Único, Ley 734 de 2002, que entró a regir el pasado 5 de mayo y que deroga la Ley 200 de 1995, los servidores públicos y particulares que ejercen funciones públicas, no sólo se enfrentarán ante un amplio cúmulo de faltas gravísimas, sino también, ante la inclusión de sanciones que conllevan a la inhabilidad permanente para desempeñar cargos públicos.

Luego de expedido el Decreto Ley 2277 de 1979 o Estatuto Docente quedó consagrado en el mismo, el régimen disciplinario aplicable a los docentes y que fuera reglamentado por los Decretos 2372 de 1981 y el 2480 de 1986. Éste último estuvo vigente hasta el 28 de julio de 1995 cuando se expidió la Ley 200 aplicable a todos los empleados públicos.

Los educadores no compartimos que nos hubiera incluido en la Ley 200/95 y ahora Ley 734/02, ya que nuestra labor de formación de nuevos ciudadanos requiere de unas condiciones especiales distintas a las de los demás empleados públicos. Por tal razón reclamamos la ratificación del carácter especial del régimen laboral y disciplinario de los docentes. En tal sentido abogamos por un Estatuto Docente que restablezca el régimen disciplinario especial, derogado por la Ley 200/95, 715/2001 y 734/2002, que además garantice cabalmente los derechos políticos y sindicales: negociación colectiva, huelga, fuero, comisiones.

La Junta de Escalafón, cuando tenía la competencia de adelantar los procesos disciplinarios a los docentes, no tuvo ningún inconveniente hacerlo porque el Estatuto Docente y sus decretos reglamentarios tenían plenamente determinados los derechos, los deberes, las prohibiciones, la mala conducta e ineficiencia profesional, las sanciones y el derecho de defensa de los disciplinados.

Los maestros de Colombia seguimos manteniendo la consigna de tener nuestro propio régimen disciplinario, con nuestro organismo.

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