Cooperación contra monopolio.

Guillermo Villanueva Martínez:

Cooperación contra monopolio:

Un adecuado ejemplo de una empresa que logró combatir a la depredación de los monopolios multi nacionales es la empresa de dulces costarricense El Ángel, que tras el terremoto del año 2009 quedó completamente destruida la planta. Tras este desastre natural, los 20 entonces socios tuvieron que reunirse a decidir si trasladar la planta o un lugar que no hubiera sido afectado o quedarse en la zona.

Lo que para los medios y comunidad fue una gran sorpresa, en ese momento fue la decisión más lógica para los 20 socios que conforman el Grupo El Ángel. Tomaron la decisión de quedarse en Cinchona, y sin tener que despedir a ninguno de sus 300 empleados reconstruir la empresa en distintos terrenos provisionalmente. Menos de 3 meses después de que la planta y las vías de comunicación se vieran gravemente dañadas, la empresa ya trabajaba de manera regular, no sin tener que tomar medidas especiales para asegurar su correcto funcionamiento.

Como ingeniero industrial me parecería descabellada la sola idea de que un terremoto afecte a una fábrica con más de 300 empleados y aun así seguir en operaciones. En Grupo El Ángel no solo lograron mantener la empresa, sino que no tuvieron que prescindir de ninguno de sus 300 empleados. Fueron motivados por el método de vida que practican los 20 socios, “Cafh”, término que es más antiguo que el arameo , y significa la búsqueda de la unión del alma con Dios, en el que el único requisito es querer convertirse en un mejor ser humano, lograron conservar los empleos de todos los trabajadores.

Remontándonos a los inicios del grupo, los socios son de distintas nacionalidades, hay mexicanos, argentinos, estadounidenses, colombianos, costarricenses, pero como mencionan, todos se sienten “ticos”. El Cafh, anteriormente mencionado, tiene varios niveles y en el que viven los socios de El Ángel exige la renuncia a todo, como por ejemplo el matrimonio.

Cuando el grupo empezó, primero se preguntó en dónde sería mejor realizar su proyecto. Eligieron entonces a Costa Rica ya que la situación política y social que se vivía en Argentina los obligó a salir. Más en específico eligieron el que hasta entonces era un pueblo fantasma, Cinchona. Una vez habiendo escogido dónde iban a laborar decidieron preguntarle a los mismos pobladores qué actividad, además de favorecerles económicamente, les resultaría de utilidad. Entonces ellos les dijeron que en la zona abundaba la guayaba y la leche.

Y así fue como empezó la historia de una empresa en la que socios y trabajadores trabajan lado a lado. Nos cuesta mucho pensar que en nuestra sociedad neoliberal contemporánea, una empresa con el único fin de ayudar a sus empleados y prosperar colectivamente pudiera pudiera salir adelante. Especialmente después del terremoto que fácilmente pudo significar el fin del grupo.

Solamente con el compromiso total de tanto socios como empleados fue posible superar el desastre. Como habíamos mencionado anteriormente se tuvieron que tomar medidas urgentes para poder seguir operando; empezando por acondicionar nuevas plantas provisionales para seguir laborando, se tuvieron que implementar los tres turnos diarios ya que la infraestructura temporal no óptima, y los mismos socios les ofrecieron vivienda con ellos a los empleados que habían perdido sus hogares.

Ejemplos como el Grupo El Ángel nos ofrecen refrescantes alternativas en una sociedad totalmente monopolizada.

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