¿EL EMPRESARIO NACE O SE HACE?

El empresario nace o se hace es un interrogante que usualmente nos hacemos todos aquellos que pensamos en crear una empresa, en hacer parte del mundo de los negocios o en tener ideas tan brillantes que se puedan de una manera exitosa llevar a la práctica y de las cuales se puedan obtener buenos resultados. Por ende necesitamos saber a ciencia propia si estudiando o preparándonos en los temas de empresas, de negocios, vamos un día a crear nuestra propia empresa, rentable, que persista en el tiempo y que se adapte a un entorno cambiante, o si por el contrario no necesitamos aprender teorías y educarnos para lograr ser empresarios.

Por lo tanto, muchos y tal es mi caso, estudiamos administración de empresas porque pensamos que este es el camino que nos ayudara a formarnos como empresarios, como hombres de negocios, como hacedores de buenas ideas, como emprendedores y demás. Pero al transcurrir los semestres uno se da cuenta, que la respuesta a este interrogante se inclinaba más, porque el empresario nace. Y podría decir que esta afirmación se respalda de la siguiente manera: cuando uno mira a su alrededor identifica diversos tipos de personalidades, unos que aceptan y otros que proponen, unos que edifican y otros que ayudan a edificar, unos con exceso de talento ideas cualidades y otros con ausencia de estos. Por esta razón es que yo considero que las personas nacen con ciertas habilidades, talentos, valores, destrezas, que los van definiendo en el transcurso de sus vidas y que si bien alguna preparación, o entrenamiento permiten cierto perfeccionamiento no es esta preparación la que los define si no su don con el que nacen.

Ahora bien y para terminar si analizamos por un momento que en las universidades actuales la mayoría brinda una carrera que se llama administración de empresas, razón por la cual año a año egresan muchos como administradores de empresas, y luego nos preguntamos por qué razón estos nuevos profesionales no crean su propia empresa, sino que se convierten en asalariados, podríamos decir entonces que para crear empresas o ser empresarios no solo se necesita asistir a una universidad o centro educativo si no que es más importante nacer con ciertas cualidades, talentos, que permitan tener buenas ideas, capaces de ser llevadas a la práctica y es entonces cuando llegamos a la conclusión que las universidades o centros de educación no te pueden hacer como empresario, depende de tu imaginación, de tu coraje, de tu talento de tus cualidades para llevar a cabo tus ideas, y para volverte empresario. Por ende el empresario no se hace, nace.

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