El Bauman - Consumismo versus consumo

En la Modernidad solida encontramos que las tiendas tienen propietarios y estos la utilizan para vender productos. En la modernidad liquida las tiendas pertenecen a aquellos que pueden pagar un alquiler en dicho establecimiento. En La Salada los alquileres son diarios en, puede ser que un mismo stand tenga distintos dueños en una semana. Si no lo necesitas no lo pagas más. El alquiler de propiedades es un claro ejemplo de la modernidad liquida.

En la sociedad de consumidores para obtener la felicidad ya no se necesita de estabilidad, ya que la felicidad deja de estar asociada a la gratificación del esfuerzo y el éxito, ahora se pretende satisfacer deseos y necesidades nuevas cada dia. Para ello, estos nuevos productos vienen con una “obsolecencia incorporada” de fabrica. En la industria textil, la ropa fue reduciendo la calidad y/o durabilidad, lo que antiguamente podía durar 5 años de uso, ahora con suerte se extiende a 2 y tengas que comprar otra.

En la salada se puede ver como el tiempo de la modernidad afecta a los negocios, nos referimos al tiempo punteado de Michel Maffesoli. Un tiempo marcado por rupturas y discontinuidades. Parte de estas rupturas son los alquileres diarios y lo que hace a este lugar, la industria de la moda, los estilos cambian todas las temporadas y con diferencias del anterior y a su vez dferente al del año pasado. En este tiempo la idea de progreso esta completamente desdibujada en los talleres clandestinos de producción, su único tiempo es el de producir sin parar.

La “cultura ahorista” es la que mejor define la vida de la feria. No apunta a adquirir ni acumular, sino a convertir todo deseo en una urgencia, junto con la necesidad de eliminar y remplazar lo que ya se uso. Todos aquellos productos que no cumplieron con las expectativas  son “abandonados”, descontinuados y en el mejor de los casos abandonados en cajas que se puede leer “liquidación”. No hay necesidad en esforzarse, si no funciono se descarta, se prueban marcas nuevas, copias.

En la economía consumistas los nuevos diseños aparecen exponencialmente, los que no son previamente descartados, son producidos a tal punto que exceda la demanda genuina. Suele ocurrir que la ropa todavía no se arruino que ya es necesario comprar ropa nueva. El consumidor necesita ese cambio continuio, esa fluides de bienes.

En este rubro la felicidad es ficticia, porque si consumir es satisfacer una necesidad, los deseos que provoca esta sociedad son tantos que no se llegaría nunca a completarlos todos, a pesar del exceso productivo. Es por esto que esta economía apunta a la irracionalidad de los consumidores. Bombardear a los individuos con deseos, necesidades nuevas, para que no tenga que pensar en otra cosa que no sea consumir. Esta necesidad de producir en exceso es la que conlleva a los irracionalidad de la sobre explotación en los talleres.

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