Finanzas cuántas por cobrar

La puerta indicada

Conocer cómo funcionan los mercados financieros e involucrarse en ellos es un interés que muchos jóvenes compartimos. Existen distintos caminos que podemos tomar para dar nuestros primeros pasos, pero generalmente las ganas de aprender son encausadas hacia mercados de capitales no regulados y de alto riesgo, nuestro primer contacto suele ser engañoso y poco alentador.

El mercado de divisas no regulado, mejor conocido como “Forex”, es el primer contacto de muchos. Este “negocio” extiende sus brazos por internet utilizando un proceso de reclutamiento que huele a marketing multinivel, enamorando sutilmente a los jóvenes con los maravillosos márgenes de utilidad que brinda este mercado y sus “productos”. Se presenta como una alternativa fácil, accesible y muy rentable para aprender, la cual logra capturar las ilusiones y deseos de muchos.

Una de las explicaciones a este fenómeno la podemos encontrar en las redes sociales, ya que estas juegan un papel fundamental en el proceso de reclutamiento. Constantemente nos encontramos con publicaciones que hacen alarde de las utilidades obtenidas, fotos de una gráfica de velas o del balance de una cuenta que solo buscan impresionar. Para muchos jóvenes que se sienten atraídos por el tema esta es la puerta más fácil y accesible.  Tan solo hace falta mandar un WhatsApp para que unas horas más tarde te encuentres sentado en un Starbucks siendo alumno de un “maestro en finanzas” que no lleva más de 6 meses en el medio.

Algo similar ocurre con las famosas criptodivisas, como el bitcoin, que aunque debemos de estar atentos a su desarrollo, son instrumentos de alto riesgo. De igual forma el primer contacto de muchos suele ser aquí, un mercado casi experimental, que carece de una regulación y en donde ya nos vamos acostumbrando a las pérdidas y ganancias con márgenes de doble cifra.

Este fenómeno plantea un gran reto ya que por un lado existe en los jóvenes un gran interés por entender y participar en los mercados financieros, pero a la vez una gran desinformación y aparente lejanía.  ¿Cómo podemos hacer que los jóvenes toquen la puerta correcta? ¿Qué es necesario hacer para que los mercados financieros regulados sean la primera opción? ¿Cómo reducir la distancia entre estos y los jóvenes?

Personalmente el tema me apasiona y fui parte de la estadística. Aunque inicié con deuda gubernamental invirtiendo en CETES, mi primer contacto con algo que parecía ser un mercado accionario fue a través de un curso de Forex. Al concluir el curso tenía un sabor extraño en la boca, algo no estaba bien, me di a la tarea de investigar sobre el tema, platicar con mis compañeros y cuestionarme sobre su veracidad. Mi búsqueda que anhelaba llegar a la Bolsa Mexicana de Valores, me llevó por plataformas de crowdfunding, préstamo entre particulares (P2P), criptodivisas y demás plataformas Fintech. Finalmente, gracias a un congreso del IMEF llegue a Kuspit, una casa de bolsa en línea, que brinda cursos en la materia y cuenta con cuotas bastante bajas para empezar a invertir. Desde ese momento no he parado de aprender sobre el tema y ahora sé que estoy en el camino indicado.

Las tecnologías se encuentran en constante cambio y las finanzas empiezan a dar pasos más contundentes hacia el mundo virtual en donde nos encontramos los jóvenes, los potenciales clientes que conciben el sistema financiero de una forma distinta y que en unos años obligarán a los bancos a replantear su forma de relacionarse con el público. En parte una de las posibles explicaciones del éxito de los mercados no regulados con los jóvenes radica en que estos se encuentran totalmente en la red y aparentan ser más cercanos que la banca de inversión, por lo tanto, son una alternativa fácil y a la mano.

En mi caso fue complicado encontrar el camino correcto. Durante toda mi búsqueda el internet siempre fue una constante, debemos de capitalizarlo y construir estrategias para crear un ambiente, amigable, seguro, confiable y sobre todo cercano en donde nos podamos acercar al mundo financiero. Las bases ya han sido sentadas en el país con la aprobación de la Ley Fintech, es momento de acelerar el paso, situarnos a la delantera y proveer las puertas correctas a los jóvenes que buscan acercarse al sistema financiero.

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