Historia De La Administración
fesar2 de Mayo de 2013
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IMPORTANCIA DEL CONTEXTO
Las organizaciones son antiguas, sin embargo su estudio sistemático lo ubicamos a partir del siglo XIX. Hasta ese momento nadie se había dedicado a estudiarlas como un fenómeno que mereciera una teoría científica.
Es importante entender la importancia del contexto en la evolución de las ideas en administración, y como el entorno influye en las organizaciones. En forma similar a lo que sucedió con la Economía, las cuestiones sociales, económicas y culturales marcan rumbos en las organizaciones y en el pensamiento teórico consiguiente.
Bernot Karlof resalta la importancia de entender la relación del contexto en estos párrafos: “En el siglo XIX, cuando el capital llevaba las de ganar sobre la mano de obra, los capitalistas a menudo abusaban de su posición, sacaban partido implacablemente de la debilidad de los obreros, reduciendo los salarios y las condiciones de vida al nivel de la mera subsistencia y llegando al extremo de la explotación de la mano de obra infantil. Esto se podía calificar como administración racional de recursos, en la medida en que se debía aprovechar cada oportunidad para producir mercancías de modo barato.
En el siglo XX reaccionamos horrorizados ante ello: se debe trazar algún límite entre la administración racional del capital y la mano de obra y la explotación desenfrenada del prójimo. ¿Pero cómo saber qué pensarán las generaciones futuras, quizá dentro de cien años, acerca del modo en que hoy tratamos a nuestros obreros, empleados y ejecutivos? Quizás consideren la presión por el desempeño y el estrés como una perversidad inhumana inconcebible para gentes esclarecidas. Tal vez consideren que el trabajo que hoy realizan seres humanos sólo sea apropiado para robot y ordenadores”.
Para poner un ejemplo gráfico, estudiar una organización en la época de las construcciones de pirámides en Egipto es evidente que es muy distinto a estudiar una organización hoy en día en Estados Unidos, Europa o América Latina. Las organizaciones absorben el conocimiento, los problemas y las circunstancias que la rodean por eso un estudio serio de la evolución de las organizaciones no debe desconocer toda la problemática de la época. La primera escuela que surge es la Escuela Clásica, cuyos máximos representantes son Charles Babbage, Frederick W. Taylor y Henry Fayol.
LA ESCUELA CLÁSICA
Habíamos comentado con anterioridad que esta es la primera escuela que estudia seriamente la Administración en el ámbito científico, ubicándola temporalmente hacia fines del siglo XIX. Según Pfiffner y Sherwood las teorías de esta escuela “se derivan filosóficamente de una combinación de absolutismo, de economía del laissez-faire, de racionalismo y de una interpretación del comportamiento humano basada en el autómata”. Los fundamentos de esta escuela se basan en:
1. Énfasis total en el aspecto estructural de la organización. Era una organización sin hombres, se hacía abstracción de él. Las personas debían adaptarse al trabajo que ya estaba prefijado.
2. Los principales referentes de esta escuela eran de extracción de las ciencias exactas y pensaban que se podría edificar una ciencia exacta para la Administración, de ahí que comenzaran a habla de principios de administración, no en el sentido que le dieron posteriores escuelas, sino en el sentido de leyes inamovibles como si estuviéramos ante las matemáticas o la física.
3. El trabajador solo se motiva por aspectos económicos.
4. Responde a las necesidades de racionalización, eficiencia y productividad que el contexto requiere.
Frederick W. Taylor (1856-1915) Fue el fundador y principal representante de esta escuela. Nacido en Filadelfia, Estados Unidos, ingeniero de profesión, revolucionó toda la producción fabril. Taylor se basó en su experiencia para elaborar su teoría. En los talleres de la época los trabajadores decidían como hacer el trabajo no había ningún método racional, eso llevó a la ineficiencia y pérdidas de tiempo. El mismo presidente Theodore Roosevelt se pronunciaba por ser más eficientes en el ámbito nacional y que esa era la única forma de conservar los recursos nacionales.
La revolución industrial necesitaba de métodos racionales para aumentar la productividad, de ahí que Taylor desarrollara principios, fundamentalmente a través de su libro Los Principios de Administración científica, que receptaron el pensamiento de la época. Las principales bases filosóficas de Taylor eran:
1. Hay ineficiencia en el trabajo originando pérdidas de productividad, lo cual hay que combatir.
2. Las empresas no tienen métodos de trabajo o si los tienen son pésimos por lo que se generan derroches y esfuerzos desaprovechados.
3. El hombre es secundario, lo importante son los métodos de trabajo.
4. El trabajo se realiza con lentitud porque los obreros buscan hacer lo menos posible
5. Hay que alcanzar una identidad de intereses entre patrones y obreros.
6. Propone una formación y capacitación para el obrero en forma sistemática y no que cada obrero siga su propia iniciativa.
7. El obrero actúa motivado exclusivamente por el dinero a ganar.
Sobre la base de estos fundamentos filosóficos elaboró sus propuestas técnicas. En su libro describe un modelo basado en 4 principios:
1. Desarrollar para cada elemento del trabajo del obrero, una ciencia que reemplace a los antiguos métodos empíricos.
2. Seleccionar científicamente, instruir, enseñar y formar al obrero, en lugar de lo clásico, es decir dejar librado al azar y a las oportunidades de la vida del obrero sus posibilidades de mejorar su formación y su técnica.
3. Efectuar una distribución equitativa del trabajo y de las responsabilidades en vez de cargar al obrero con el peso de esta última. El obrero sólo deberá responder por su tarea que ha sido perfectamente definida, por los niveles de producción que según el estudio científico puede y debe hacer.
4. Cooperar cordialmente con los obreros para que todo el trabajo sea realizado de acuerdo con los principios científicos que son de aplicación.
Como metodología para lograr esos objetivos, Taylor señala que:
1. Se deben seleccionar a los obreros adecuados para especializarlos en su tarea.
2. La tarea debe ser analizada minuciosamente descomponiéndola en todas sus operaciones, al igual que los procesos y sus interrelaciones.
3. Cada uno de los movimientos y de las operaciones debe ser cronometrados.
4. Se separa la responsabilidad entre la gerencia y los trabajadores.
5. Se deben estudiar normas y métodos y la óptima estandarización del herramental.
6. La supervisión debe ser funcional.
7. Establecer el incentivo económico ligado a la productividad como motivación del trabajador.
Taylor se enfocó en el campo fabril y su filosofía mecanicista de la relación hombre-máquina. Ese era el pensamiento de la época y dio solución muy efectiva al aumento de la productividad y la eficiencia. Esa filosofía mecanicista tuvo muchas críticas, por el papel secundario asignado a la persona, por centrar las motivaciones del trabajo exclusivamente en el dinero, por desconocer los aspectos informales de las organizaciones, por aplicar leyes inmutables.
Sus estudios sin embargo fueron antecedentes válidos para la racionalización industrial y muchos de sus enfoques lógicamente reformados por nuevas tecnologías sirvieron para el futuro. El mismo Taylor luego de muchos años y analizando su propia obra entendió que había estado equivocado en muchas cosas, pero como dijimos en nuestra primera entrega hay que analizar la época, el contexto en que se desarrollaron esas ideas, y el pensamiento de la época era marcadamente mecanicista por lo que sus ideas tuvieron amplia aceptación, de ahí que seamos justos con las críticas a los pensadores y hacedores de todas las épocas y no los desvinculemos nunca de su tiempo y sus circunstancias. Hasta aquí vimos los principios de la escuela clásica y los aportes de Taylor. La otra gran figura de esta escuela es Henri Fayol.
Henri Fayol (1841-1925) El aporte de Taylor se centró en la ingeniería industrial, Fayol en cambio se ocupó de la Administración y fue el gran propulsor de la Administración Científica. Fayol en su obra “Administración Industrial y General” vuelca todas sus experiencias como director administrativo de una empresa, deficitaria él se incorpora y exitosa cuando se retira y el mismo Fayol considera que el éxito no se debe al azar o a su calidad personal sino al sistema de administración empleado. Los aportes más significativos son:
1. Comienza a establecer criterios básicos de departamentalización por funciones, así clasifica funciones técnicas, comerciales, financieras, de seguridad, contables y de administración y sobre esta última función señala que se basa en 5 elementos:
a) previsión b) organización c) mando d) coordinación e) control
2. Se resume el modelo para administrar las organizaciones en 14 principios:
01. División del Trabajo
02. Autoridad y Responsabilidad
03. Unidad de Dirección
04. Unida de Mando
05. Disciplina
06. Subordinación del interés particular al general
07. Remuneración justa
08. Centralización
09. Jerarquía
10. Orden
11. Equidad
12. Espíritu de
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