Ingenieria En Administracion De Empresas
marioly3320135 de Septiembre de 2013
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CIED-AGUALTIPLANO
PONENCIA PARA LOS PROCEEDINGS DEL
“TERCER CONGRESO LATINOAMERICANO
DE MANEJO DE CUENCAS”
Organizado por: FAO - RED LATINOAMERICANA DE MANEJO DE
CUENCAS - INSTITUTO NACIONAL DE RECURSOS
NATURALES, INRENA
VISIÓN ANDINA DEL AGUA: El caso
Peruano.
Autor: Julio César Alfaro
Asesoría Institucional: Yenny Melgar
Fuentes: Seminario Taller “Visión Andina del Agua”, organizado por
el GPER INKA y CIED, del 6 al 7 de Febrero del 2,003 en
Cusco .
Taller Regional “Construyendo una Visión Andina del Agua:
La perspectiva de los productores indígenas campesinos”,
organizado por CONDESAN, del 23 al 27 de Febrero del
2,003 Lima.
Investigaciones realizadas por el CIED y AGUALTIPLANO
Bibliografía general e investigaciones por el CIED y del autor
Lima, Mayo 2,003
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VISIÓN ANDINA DEL AGUA
1. Contexto de la Geografía andina y de la construcción de una cultura del agua
La geografía del Perú así como de los otros países andinos, está marcada por la
presencia maciza de la cordillera de los andes, la cual, le ofrece a las poblaciones andinas y
a los actores sociales de las cuencas andinas, tanto sus potencialidades como sus límites.
Todo ello debido al carácter accidentado y diverso del territorio andino con zonas de muy
variada altitud (de los 500 a 5,000 m.s.n.m), pendientes (del 1% al 100%), climas variados
(frígidos y calientes bajo el sol) y sin número de microclimas, tipos de suelo (todos los
horizontes) y a los significativos riesgos de desastres que han desaparecido o han puesto en
peligro de desaparecer a muchas culturas andinas, (Chavín, Tiahuanuco, Wari, y otras) e
incluso ciudades andinas enteras (Yungay, etc).
1.1 Las potencialidades
Ésta presencia de la cordillera marca una biodiversidad muy grande, trayendo como
consecuencia que nuestros países produzcan una alta variedad de tipos de agua; suelos;
cultivos como los conocidos mundial y tradicionalmente como la papa y el maíz; crianzas
como las llamas, alpacas y vicuñas. Así como los otros productos o seres vivos difundidos
muy recientemente, como es el caso de cultivos como la maca, coca, quinua, quihuisha,
cañihua; como en el caso de los animales como las vicuñas, guanacos y nuevas especies de
ovinos readaptadas al área andina como la raza Junín y otras. Asimismo una diversidad
muy amplia de minerales como el oro, plata, cobre, zinc, etc y una amplia variedad más
limitada de aves y animales silvestres.
Esta biodiversidad ha sido motivo de admiración de los promotores del desarrollo y los
investigadores del mundo. La defensa de la misma biodiversidad tiene como uno de sus
grandes tareas a la conservación o mejoramiento de la calidad del agua, que garantiza la
supervivencia de todos los seres vivos de la región andina.
Más aún, con una visión más amplia, se podría concebir que el territorio andino abarca todo
el territorio del Perú. Podría abarcar desde las partes altas hasta los pies de las montaña o
partes bajas de las cuencas andinas del Pacífico, que vienen de 0 a 500 metros, en lo que se
ha dado en llamar, en primer lugar, Costa o Chala.
Ésta tiene escasa vegetación y el agua agua que utiliza proviene de las partes altas y medias
de las montañas y está destinada al consumo de su población, a la electricidad y al
desarrollo de la agricultura costeña. Asimismo proviene de las partes altas, el principal
volumen de fuerza de trabajo que emplean las partes bajas de las cuencas, con elementos
culturales milenarios, la que se ha constituido en la población mayoritaria de las ciudades
de la Chala. Asimismo, en segundo lugar, podría abarcar, los otros pies de montaña que son
las partes bajas de las cuencas andinas del Atlántico, que a su vez tienen dos subpartes, la
primera subparte se ha dado en llamar selva alta o rupa.rupa y la segunda selva baja o
omahua:
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La primera subparte, con una larga aunque estrecha vegetación agrícola (coca, cacao, café.
Frutales, etc) que ha sido ocupada por una población mayoritariamente andina sea como
colonos o trabajadores eventuales, quienes han formado una población organizada con
elementos culturales andinos como la reciprocidad, el espíritu de grupo, la identificación
con la naturaleza, etc.
La segunda. subparte recibe también el agua de la cordillera, agregando a la que ya existe,
constituyendo la de mayor volumen hídrico del país, absorbiendo el 97 % del agua del
mismo. Se trata de una inmensa llanura, a desnivel, con una frondosa vegetación arbórea,
cuyos suelos no son tan aptos para una agricultura masiva sino para una ganadería
estabulada y una explotación forestal discriminada y planificada, con una agroindustria
forestal fina, para evitar la deforestación masiva en detrimento del máximo pulmón de
América Latina que es la amazonía.
1.2 Las limitaciones
El otro 3% del volumen de agua es utilizada por la población peruana, en forma
dramática, para la mayor extensión de tierras agrícolas del país y para sostener las
necesidades de la mayor población de las ciudades del país, concentrada en el piso
ecológico Chala, es decir, la Costa Peruana, bañada por el Océano Pacífico y por el agua
que proviene de los diferentes pisos ecológicos que se encuentran en la misma cordillera de
los andes, la que se desliza por sus ríos.
Así también, en segundo lugar para la importante población de las ciudades y campos de
los valles interandinos y para la actividad empresarial gandera y agrícola, ubicada
fundamentalmente en el piso ecológico quechua y para sostener una agricultura y ganadería
extensiva en los pisos ecológicos mucho menos poblados, yunga, suni, Puna y Jalca.
Finalmente para sostener una actividad minera intensiva, fundamentalmente en los pisos
Suni y Puna
Esta es una gran paradoja: la parte más poblada y agrícola del territorio Peruano solo puede
disfrutar del 3% de volumen de agua nacional y la parte menos poblada y no agrícola del
país dispone del 97% del volumen de agua nacional. Es decir que los espacios netamente
andinos y costeños, tienen un volumen muy limitado de agua, presentando una milenaria
escasez, al no poder trasferirse el gran volumen hídrico de las selvas, tanto por el alto costo
que tendría el traslado de dicha agua, como en lo difícil y hasta imposible que resultaría
éste a través de las frondosas montañas andinas y también porque efectivamente una parte
importante de esta agua es requerida por la frondosa vegetación amazónica cuyas
posibilidades económicas y turísticas futuras son enormes.
De tal manera que los hombres y mujeres andinas tienen que vivir con los limitados
recursos hídricos que llegan directamente del territorio estrictamente andino, durante solo
cinco meses de lluvias, en el mejor de los casos. Asimismo tiene que compartir dicha agua
con la costa peruana, bañada por el Océano Pacífico, donde no llueve prácticamente nada y
que ha construido una ingente cantidad de canales de riego durante estos últimos cincuenta
años, representando la principal inversión del Estado en este período.
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En este sentido, las poblaciones andinas tienen como uno de sus principales retos, la
atracción o cosecha del agua de la lluvia, la conservación de la misma en sus suelos y en la
vegetación, sin que se deslice hacia los ríos; su uso óptimo por las actividades humanas
como el uso doméstico, económico y ritual; su distribución equitativa para satisfacer la
demanda de la agricultura a través de una infraestructura hidráulica que revierta el carácter
semiárido de sus suelos, la operación y mantenimiento de dicha infraestructura, sometida
frecuentmente a los desastres, como los deslizamientos e inundaciones, entre otros; y la
reproducción de la calidad de las fuentes de agua a través de un efectivo manejo y gestión
de cuencas de carácter integral.
1.3 Los retos
En otras palabras, la biodiversidad como riqueza y el limitado volumen hídrico han
condicionado a que la población andina haya tenido a lo largo de su historia los siguientes
retos:
- Sostener una población indígena y chola milenaria creciente, en términos absolutos,
aun así, con las tremendas oleadas migratorias del ande hacia las grandes ciudades
de la costa desde los 50 del siglo XX hasta la actualidad. La ocupación territorial
andina sigue siendo significativa, alrededor de siete millones de habitantes, en
medio de una geografía fundamentalmente de laderas y con temperaturas muy bajas.
- Volver más intensamente a un uso racional y óptimo de la agricultura de laderas que
practicaba desde las época prehispánica. Debido a los estrechos valles y a la
insuficiencia de los mismos para garantizar su seguridad alimentaria y a la creciente
población en términos absolutos, que ha tenido que volver a explotar racionalmente
las laderas, evitando que el agua caiga y arrastre los suelos, tratando que se quede y
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