LA FUERZA DE UNA PROMESA

LA FUERZA DE UNA PROMESA

L VIEJO Y EL MAR

Esta obra encierra un hondo simbolismo que representa la lucha por la vida y los afanes de la humanidad por sobre vivir, en la corriente del Golfo el viejo y experto pescador lleva 40 días sin pescar. El chico a quien ha adiestrado se ve obligado a abandonarlo. Pasan otros 44 días de frustración, pero el luchador no se desanima; en su espíritu conserva la ilusión de atrapar un pez extraordinario.

Santiago: (El Viejo). Es el protagonista de la novela, se encuentra como un personaje tipo plano, debido a que en todo el escrito su personalidad no varía y mantiene constante su perfil psicológico desde que comienza la obra hasta que el viejo termina durmiendo soñando con los leones. Su contextura física es como la de un viejo con una edad superior de los 60 años, pero con suficiente fuerza para sostener por un tiempo de tres días un sedal catalán.

El Viejo se proyecta sicológicamente como un ser humano que, aunque tenga la edad que posee se propone metas y él las desea cumplir, él no espera que le venga un regalo o milagro del destino o del cielo divino, sino él desea, la lucha, el trabajo para conseguir las cosas, él no desearía tener al solo pez espada allí, él prefiere en su ser mas intimo que aparecieran tres peces espada, que no aparecieran cuatro tiburones, prefiere que le aparezcan decenas para él pelear contra ellos; y por supuesto no faltaba más vencerlos, vencer todas las adversidades que le ofrezca la vida o por lo menos salir con vida de esa.

Ese sentimiento del viejo se ve reflejado cuando el muchacho le trae comida al viejo y este le pregunta de donde la trae, y muy especialmente quien se la da, y en otras partes de la obra donde ya llega a un tiempo en donde está cansado que le den comida regalada, y que aparentemente él tenía que trabajar por ella; Al tener esta actitud refleja al tipo de personas "pobre pero honrado", que aunque no tengan nada, ellos buscan como resolver su problema y su dificultad sin aceptar ayuda económica y de otra índole, tanto de los desconocidos como de los seres queridos y más allegados como fue el caso. Un tipo de persona que se puede proyectar a las miles de personas que son pobres o cortos en recursos financieros, pero poseen una personalidad tan humilde y a la vez tan fuerte, que son las personas que necesita este mundo para poder surgir y tener un mejor porvenir.

Podemos citar en la obra lo siguiente: "...Que vamos a comer? Frijoles negros con arroz, plátanos fritos y un poco de asado... ¿Quién te ha dado esto? Martín, el dueño tengo que darle las gracias... -Le daré la ventracha de un gran pescado... ha hecho esto por nosotros más de una vez".

Al leer las primeras páginas de la obra, además de observar las características antes mencionadas, vemos que el viejo posee en su habitación o vivienda unos cuadros del Sagrado Corazón y de la Virgen del Cobre; al tener esos cuadros allí, me lleva a pensar que el viejo era devoto o por lo menos creyente de la religión católica, de los diez mandamientos y tal vez pudo haber realizado algunos sacramentos que exige esa religión, tal vez el bautizo, la comunión u otro.

El Viejo un católico, como muchos cubanos lo eran en la época pre castrista, porque el sistema comunista aplicado ha reducido a un pequeño margen la creencia en la isla.

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