LO NUEVO EN EL CAMPO DE LA GERENCIA

Cuando entendemos que las empresas son sistemas vivos, y que los mismos están conformados por personas, inevitablemente reflexionamos sobre el tema de la espiritualidad en el lugar de trabajo, lo vemos como un nuevo patrón o modelo de gerencia que puede cambiar el ritmo de una organización, mejorando el rendimiento del personal de trabajo, y de esta manera conocer la actitud que estos asumen ante las estrategias.

Investigaciones han llevado a estudiar más allá de lo que es la parte espiritual en el trabajo del ser humano, donde encontramos que los valores, van de la mano para ejercer una mejor gerencia.

La espiritualidad es un fenómeno inherentemente humano. Es ahí donde encontramos la fuente de la energía que impulsa nuestras acciones. La espiritualidad en el trabajo tiene que ver con las motivaciones internas. Muchos ejecutivos están ya hoy inspirados en su quehacer diario por motivos espirituales, es decir por una serie de creencias y valores, que tienen su raíz en la trascendencia y que no están actuando en base a un sistema de creencias sustentado en los temores y miedos. Cuando operamos así, entendemos que la cooperación es más importante que la competencia. Se manifiesta esta dimensión en el trabajo cuando tratamos a todos con dignidad, respeto y amor, cuando entendemos que todos somos iguales y no hacemos diferencias algunas por razas o creencias, es decir vemos a las personas como la base para un comportamiento humanístico, cuando entendemos que todo y todos estamos interconectados e interrelacionados dependemos unos de otros, cuando en definitiva, entendemos que nuestra organización es también un todo con nuestra comunidad. Se cree que las personas que están desarrolladas altamente en la espiritualidad, logran mejores resultados en su vida personal y profesional. En este sentido, la espiritualidad puede verse como una ventaja competitiva fundamental.

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