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La Mujer Y El Liderazgo Empresarial

frevesga23 de Febrero de 2014

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La mujer y el liderazgo empresarial*

Women and Business Leadership

Françoise Contreras Torres**

Universidad del Rosario, Bogotá-Colombia

Julián Eduardo Pedraza Ortiz

Universidad del Rosario, Bogotá-Colombia

Ximena Mejía Restrepo

Universidad del Rosario, Bogotá-Colombia

Recibido: 4 de septiembre de 2011

Revisado: 4 de octubre de 2011

Aceptado: 17 de diciembre de 2011

Resumen

El objetivo de este estudio fue describir la situación

actual de la mujer en el mundo laboral y analizar las

circunstancias que le han impedido alcanzar altas posiciones

en las compañías. El núcleo de la discusión

giró en torno a las barreras del liderazgo femenino y

cómo estas pueden ser superadas a través del reconocimiento

de las diferencias. Se argumenta que el

principal problema relacionado con la participación

inequitativa en cargos de alta gerencia se debe principalmente

a los estereotipos femeninos, los cuales

suelen ser contrarios a los roles de liderazgo aceptados

por la mayoría de las culturas. Se resalta la

necesidad de que las mujeres ejerzan el liderazgo

desde sus propias características, en vez de imitar el

tradicional rol de liderazgo masculino.

Palabras clave: liderazgo en las mujeres, estereotipos

femeninos, género, equidad laboral, alta gerencia

femenina.

* Artículo de investigación. Línea de investigación en Liderazgo del Grupo de Investigación en Perdurabilidad Empresarial (GIPE), Universidad del

Rosario.

** Correspondencia: Françoise Contreras, Facultad de Administración, Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia. Correo electrónico: francoise.

contreras@urosario.edu.co, correo electrónico: pedraza.julian@ur.edu.co, correo electrónico: mejia.ximena@ur.edu.co Dirección postal: cra 5

No. 15-37 of. 201. Universidad del Rosario.

Françoise Contreras Torres, Julián Eduardo Pedraza Ortiz, Ximena Mejía Restrepo

184 REVISTA DIVERSITAS - PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 8, No 1, 2012

Abstract

The aim of this paper was to describe the current leadership situation from the gender perspective

and to analyze the circumstances that deter women from achieving high leadership positions in

companies. The core of the discussion turned around women’s leadership barriers and how these

can be overcome through the recognition of the difference of being a woman. We argued that the

main issue related to this unequal participation as CEOs is mainly due to stereotypes concerning

women’s roles, which in many cases are contrary to the leadership roles accepted in most cultures.

We point out that women should find their own leadership capacity, according to their own

characteristics rather than to imitate the traditional male leadership role.

Keywords: women’s leadership, female stereotypes, gender, work’s equity, female top executives.

En las últimas décadas, el ingreso de las mujeres

al mundo laboral ha tenido un crecimiento acelerado;

sin embargo, su ascenso en la escala corporativa

ha mostrado ser más lento. De acuerdo con

los datos existentes a nivel global, la presidencia

de las compañías y la alta gerencia sigue estando

a cargo principalmente de varones, situación

evidentemente inequitativa, si se consideran las

actuales condiciones de las mujeres a nivel educativo

y social. Este fenómeno aún no es suficientemente

claro y la explicación desde las capacidades

vinculadas al sexo se agota a sí misma, el

asunto parece estar más relacionado con variables

psicológicas, sociales y culturales que deben ser

estudiadas a profundidad desde diversos métodos

de análisis para alcanzar una mayor comprensión

de la situación e intervenir favorablemente para

promover la equidad.

El propósito de este estudio es abordar esta problemática

a partir de una revisión documental

que dé cuenta de la situación actual de la mujer

en el mundo laboral y analizar las circunstancias

que le han impedido ocupar altos cargos en las

empresas, en proporciones similares a las de los

hombres.

Para lograr tal objetivo, en esta revisión teórica

se expondrán algunos datos respecto a la ocupación

actual de la mujer en altos cargos directivos,

sus condiciones a nivel laboral, social y educativo,

y se comentará su inminente, aunque lento,

ascenso a la alta dirección. Posteriormente, se

discutirá en torno a las barreras que sustentan la

inequidad para ocupar estos cargos y se resaltará

la necesidad de superar la búsqueda de la igualdad,

pues justamente el reconocer las diferencias

biológicas, sociales, psicológicas y culturales entre

hombres y mujeres permitirá alcanzar la equidad,

favoreciendo así el desarrollo de las mujeres

como líderes empresariales.

Situación actual y procesos de

cambio

Aunque la participación de las mujeres en altos

cargos directivos y gerenciales se ha incrementado

en las últimas décadas, su participación en

la cima de la escala organizacional sigue siendo

muy reducida; un ejemplo de ello es que de las

500 empresas más grandes del mundo, solo el 1%

son presididas por mujeres. Lo anterior guarda

relación con los salarios, pues de los ejecutivos

mejor pagados en Estados Unidos apenas el 6%

son mujeres y el 2% llegan a ser presidentes ejecutivas.

En algunos países de la Unión Europea

la situación mejora un poco, pero el fenómeno

es similar; los altos cargos gerenciales son ocupados

por mujeres en un 11% y llegan a presidir

las empresas solo un 4% (Eagly & Carli, 2007).

Como habría de esperar, la participación de las

mujeres en las juntas de accionistas de las empresas

es también significativamente menor; de

acuerdo con los datos, en el año 2007 en Estados

Unidos estas juntas contaban con un 14,8% de

mujeres, porcentaje similar en Canadá (13,7%) y

más alto que en Francia y España, países en los

REVISTA DIVERSITAS - PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 8, No 1, 2012 185

La mujer y el liderazgo empresarial

que la participación femenina no supera el 8%

(Henrekson & Stenkula, 2009).

En Colombia tampoco hay participación paritaria

en altos cargos de liderazgo; no obstante, el índice

de mujeres que lo alcanzan es mayor que en otros

países latinoamericanos, doblando en proporción

a México y Venezuela (Maxfield, 2007). Dicha variación

entre países obedece a varias razones, entre

ellas, el tipo de actividad empresarial, el nivel

de desarrollo, las características culturales y el

nivel de acceso a la educación, entre otros; pero,

en cualquier caso, la participación femenina en

estos cargos sigue siendo notablemente menor

(Guzmán & Rodríguez, 2008).

A pesar de la situación descrita, es innegable el

importante posicionamiento laboral que han alcanzado

las mujeres actualmente y la perspectiva

que se tiene sobre su inminente ascenso en la

pirámide corporativa en un futuro cercano. Dicho

avance ha sido producto del esfuerzo de las mujeres

por la igualdad de oportunidades, el cual se

hizo más evidente en la mitad del siglo pasado,

cuando la presión por parte de distintos estamentos

sociales por lograr un trato más equitativo

permitió el avance hacia la construcción de nuevas

formas de pensamiento (Rodríguez de Lecea,

2008). Cabe resaltar que estos movimientos sociales

no hacen parte de la historia reciente; se

iniciaron en el siglo XVIII con la revolución francesa,

movimiento social en el que se resaltaron

los ideales de igualdad y de justicia, promoviendo

una sociedad incluyente en la que se reconociera

el rol social de hombres y mujeres, condición que

sustentaba el lema de la revolución: Libertad,

Igualdad y Fraternidad, ideales que hoy, después

de tantos años, no se han cumplido (Sánchez,

1991).

A nivel laboral, las condiciones de inequidad se

manifiestan en menores ingresos para la mujer y

menos oportunidades para ascender en la jerarquía

organizacional, a pesar de su nivel de formación

profesional (Godoy & Mladinic, 2009). La

inequidad salarial en razón del sexo sucede en

casi todas las naciones del mundo, en las que

los hombres ganan más dinero que las mujeres

ocupando el mismo cargo, con un nivel de formación

similar y contando con las mismas habilidades

(Fernández, 2006). De acuerdo con la CEPAL

(2010), el promedio mundial de la diferencia salarial

entre hombres y mujeres está en el 66% con

algunas variaciones dependiendo del nivel educativo

alcanzado: con un alto nivel, las mujeres

alcanzan el 69% del salario de un hombre, un

76% con nivel medio y un 68% cuando el nivel de

formación es escaso. Es así que aunque se haya

alcanzado la paridad en materia educativa en

el 2005, esto no se ha traducido en un aumento

equivalente en los ingresos ni en la calidad del

empleo al que ellas pueden acceder.

...

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