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UNA MIRADA AL FUTURO

La primera encuesta de expectativas gerenciales 2013 de El Diario El Comercio, revela que las principales amenazas para el desarrollo empresarial son la Burocracia, la Corrupción y la Falta de Infraestructura, pero también evidencia que el mayor defecto de nuestros ejecutivos es el cortoplacista

De aquí en adelante el contexto internacional será menos favorable y la economía peruana, que ha gozado de una salud envidiable, deberá prepararse para nueva fase en la que las altas tasas de crecimiento no estarán garantizadas.

La encuesta que se desarrolló tiene 6 tópicos principales: Economía, política, negocios y mercado, operaciones, capital humano y capacidad de dirección), recogió la opinión de 377 ejecutivos y se realizaron 40 entrevistas presenciales de 12 sectores de la economía con mayor desarrollo y crecimiento.

Los resultados demuestran que el ámbito político es el más peligroso para el futuro de sus empresas. La falta de infraestructura, la burocracia de los largos papeleos y la ausencia de decisión, junto con la corrupción generalizada e impune y los conflictos sociales son factores que los ejecutivos identifican como las amenazas más grandes para el desarrollo de sus negocios. No obstante, si bien muchos de éstos aspectos dependen, sobretodo, del gobierno, no se aprecia claramente y más allá de los gremios un interés individual de los ejecutivos por involucrase personalmente en la solución de estos problemas.

El ministro de economía, Miguel Castilla, sabe bien que es “imprescindible” trabajar en la implementación de políticas públicas que enfrenten los cuellos de botella, y por eso destaca las reformas que viene implementando el gobierno de turno, para con ello facilitar la inversión, “lo que estamos sembrando ahora, será cosechado por los próximos gobiernos”, afirma.

La encuesta también da cuenta de la visión cortoplacista de muchos ejecutivos peruanos. Son pocas las empresas que “miran el bosque y no el árbol”. Pero eso no es gratuito. El Perú vivió varias décadas sumergido en la inestabilidad y la hiperinflación. Todos estaban obligados a pensar en el día a día. Y hoy, a pesar de que el escenario es distinto (llevamos 14 años de crecimiento sostenido) y que los empresarios reconocen como factores “muy favorables” para su desarrollo la estabilidad y el crecimiento económico, aún les cuesta confiar en la expansión sostenida y planificar estratégicamente.

Otra revelación de la encuesta es que muchos CEO advierten sobre una eminente “guerra de precios” en sus respectivos sectores. De hecho, sectores como comercio y consumo masivo ya sienten los efectos de esa mayor competencia en sus ventas, por tanto, consideran entre sus prioridades desarrollar nuevos productos y servicios y fidelizar a sus clientes actuales.

El mundo y el país, sin lugar a dudas, están cambiando. A nivel externo, como señala Luis Organes, Jefe de Investigación para América Latina del JP Morgan, el crecimiento de las economías emergentes se moderará y podría haber factores que jueguen en contra al país. En el frente interno, seguiremos creciendo, pero quizá a un menor ritmo, y eso obligará a las empresas a redoblar sus esfuerzos para llegar a más mercados.

La gran pelea se dará sobretodo en provincias. Por esa razón, Paola Sacchi, CEO de Alicorp, recomienda “entender todo del consumidor, apostar fuerte por la innovación y desarrollar más productos”. De la misma opinión es Hans Eben, CEO de Unilever Perú “las fuerzas de ventas de las compañías tendrán que ajustarse a este nuevo entorno. El vendedor debe ser más estratégico”, afirma.

Al sector empresarial le corresponde empezar a mirar más allá del corto plazo e involucrarse en los problemas del país, dejando de lado las quejas y participando de la solución, ello contribuirá a enfrentar sin preocupaciones

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