Phillip Morris

Phillip Morris es una empresa que se dedicaba a producir tabaco en sus inicios y a vender cigarillos. En 1985 decidieron diversificarse, comprando a General Foods, más adelante a Kraft, y ha continuado con la compra de empresas que se dedican a la producción de comida. Las ganancias de la división de tabaco ha tenido sus altibajos a lo largo de la existencia de la empresa, y anteriormente cubría más del 50% del portafolio de productos ofrecidos por la compañía. Sin embargo, actualmente las ganancias provenientes del tabaco son las que le permiten a la empresa adquirir otras empresas que tienen giros de negocio distintos. Por ejemplo, tienen también empresas que se dedican a la producción de cerveza, además de todas las propiedades que ellos poseían (las cuales conforman gran parte de los activos de la empresa).

El éxito de Phillip Morris se podía ver incluso en números: Marlboro, la marca de cigarrillos más famosa de su cartera, tenía el 31% del mercado de fumadores dentro de los Estados Unidos, además de otras marcas que junto a Marlboro llegaban a sumar 47% del total del mercado Estadounidense. Es decir, ellos eran dueños de casi la mitad de las preferencias de todos los fumadores Estadounidenses.

Realmente no eran los competidores que ponían nerviosos a Phillip Morris, sino el famoso ‘’Food and Drug Administration’’ que vivía ponéndoles trabas constantemente debido a la cantidad de gente que fallecía debido al abuso del cigarrillo y las bebidas alcoholicas. Esta institución consideraba que las muertes ocasionadas debido al consumo de estas substancias generaba una pérdida de $ 37 mil millones en la economía del país. Además se acusaba a la empresa de incurrir en prácticas ilegales con el fin de aumentar sus ventas. Debido al FDA, se pasaron varios decretos donde se volvía obligatoria la educación sobre los efectos secundarios que tenía el consumo del cigarrillo sobre la vida del consumidor, esto incluía: la mención de las consecuencias de manera gráfica en cada uno de los paquetes de cigarrillos. Además, se le prevenía a las madres sobre los terribles efectos que este producto podría tener sobre sus futuros hijos.

En 1996 comenzaron ciertas acusaciones a la empresa por parte de consumidores y por parte de científicos que consideraban que PM manipulaba la cantidad de nicotina que contenían sus cigarrillos. Esto inevitablemente causaba mayor addicción por parte de los consumidores regulares, resultando en consumidores empedernidos que eventualmente morirían. Cuando esto ocurrió, se llevaron a tribunales estas inquietudes, y se hizo como se acostumbra: Se entrevistó a los directivos de la compañía y se les preguntó sobre la manipulación de las cantidades de nicotina en los cigarrillos. Estos contestaron que consideraban que la nicotina no era un componente adictivo. Con estas declaraciones evitaron pagar ciertas consecuencias ante la ley.

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