Problemática contable

Situación actual de la problemática contable

Bajo la perspectiva histórica que me permite valorar como se atendieron esas reclamaciones "intensas y urgentes" por herramientas cuantitativas más precisas para satisfacer las necesidades de los usuarios, puedo afirmar que los contadores fracasamos. Ha más de 40 años de distancia, la contabilidad está muy lejos de medir correctamente el desempeño de las entidades, es incapaz de predecir eventos futuros y la toma de decisiones apenas y se analiza superficialmente en la literatura contable.

Acumulación de problemas sin resolver

Parece que los contadores somos incapaces de resolver los problemas contables. Cada vez que confrontamos un problema, en lugar de remediarlo, tendemos a diferir la solución. Es decir, discutimos el problema sin resolverlo hasta que surge un nuevo tema más controversial, o más de moda. Entonces nos olvidamos del problema anterior.

En un pasado no muy lejano, los temas de discusión fueron UEPS contra PEPS, costeo directo contra costeo absorbente, método diferido contra método pasivo para reconocer las impuestos diferidos, así como los diversos métodos para registrar la depreciación o los gastos por cuentas malas o los ajustes por cambios en los niveles de precios, por solo mencionar unos cuantos.

Algunas de estas controversias son mencionadas en las normas de contabilidad, otras no. En algunos casos existen recomendaciones, pero por lo general la solución se deja al "juicio profesional" del contador.

Lo grave para la profesión es que continuamos acumulando problemas sin resolver, que eventualmente vuelven a surgir.

Causa y solución

La imposibilidad de encontrar la solución "correcta" a los problemas contables se debe a la manera de plantear los casos. Definimos los problemas de tal manera que es imposible obtener una respuesta. La misma definición evita la posibilidad de hallar una solución.

Veamos por ejemplo el caso de la inversión en activos fijos:

Como los beneficios que producen los activos fijos afectarán a más de un periodo contable, es fácil acordar que el costo inicial de la inversión debe repartirse a lo largo de su vida útil. El problema surge al intentar decidir exactamente cuanto del costo inicial debe asignarse a cada periodo contable (depreciación).

Algunas posibilidades son:

• Repartir uniformemente el costo inicial en cada uno de los periodos de la vida útil (método de línea recta) pensando en la simplicidad de los cálculos
• Argumentar que el activo fijo dará un mejor servicio cuando está nuevo y por lo tanto los cargos por depreciación deben ser mayores en los primeros periodos contables y menores en los últimos.
• También se podría decir que es preferible depreciar un activo fijo con base en su uso (medido en horas, kilómetros, energía consumida, etc)
• Otro enfoque es valuar el activo fijo al final de cada periodo contable y cargar como depreciación la disminución en valor del activo fijo.

Lo anterior apenas algunos de los muchos métodos que podrían determinar razonablemente los costos de depreciación.

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