Problemáticas sociales.Una de las principales emociones que nos generan las problemáticas

Problemáticas sociales

Una de las principales emociones que nos generan las problemáticas e injusticias sociales están asociadas a la indignación, que revestida del sueño de la restitución y de la justicia social, suele tenerse entre las principales emociones humanas, tomándose incluso como una de las más importantes. Como decía Paulo Freire (2001): “las verdaderas acciones éticas y genuinamente humanas nacen de los sentimientos contrarios y sólo de ellos: del amor y de la rabia”.

La indignación ha sido interpretada como una emoción o pasión que, revestida de un hálito de restitución y de justicia distributiva, suele tenerse entre las principales emociones humanas, tomándose incluso como una de las más característicamente morales. Suele estar acompañada en su espacio práctico de emociones como la ira, la irritación, la cólera y el enojo, que expresan de manera vehemente la desaprobación moral de una acción ajena. Para poder indignarse es necesario tener la capacidad de reconocer una acción, digamos, como injusta o como moralmente deficiente, lo que, a su vez, requiere de la capacidad de tener conceptos morales.

Pero no sólo se trata se sentir indignación para ser sensible frente a las situaciones socialmente deplorables, se requiere hacer uso de otra emoción, fundamental en la necesidad de ser ciudadanos críticos y activos, y es la de la esperanza en que las cosas pueden ser distintas y de que se puede ser protagonista de ese cambio. Como decía José Carlos Mariátegui: “La fuerza de los revolucionarios no está en su ciencia, está en su fe, en su pasión, en su voluntad. Es una fuerza religiosa, mística, espiritual. Es la fuerza del Mito.”

Como ciudadanos todo el tiempo estamos expuestos a encontrarnos con situaciones que nos generan indignación, bien por plantear esquemas de injusticia y exclusión social o trato indigno a personas o animales, entre otros. Ese proceso es normal y deseable en el ejercicio de una ciudadanía activa. No obstante, es fundamental que los ciudadanos no permitan que esos hechos los lleven a generar respuestas violentas o agresivas que empeoren la situación.

Pero no se trata de manejar nuestras emociones al grado de no hacer nada frente a la indignación que genera la injusticia social, existen formas de hacerlo sin agredir ni afectar a nadie y una de esas formas es la denominada Noviolencia, que no es más que una forma de actuación y una ideología política que consiste en no usar la violencia, ya sea como método de protesta o como respuesta a la violencia. Así, hay personas que no usan la violencia, ya sea porque les resulta física o psíquicamente difícil o imposible, o porque creencias religiosas, morales, o éticas se lo impiden de manera radical.

Tomado de la Caja de Herramientas Módulo 3

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