¿Qué decisiones toman las empresas para despedir a los empleados?

¿Qué decisiones toman las empresas para despedir a los empleados?

Algunas empresas cultivan involuntariamente una cultura empresarial hostil o demasiado competitiva.

Un ejemplo claro es que los empleadores alientan a un entorno competitivo poco saludable entre los empleados para impulsar la productividad y la innovación, pero realizar esta práctica genera un entorno que puede agravar la salud mental de los empleados e incluso fomentar un comportamiento poco ético y discordante entre los empleados que desean salir adelante en el trabajo.

Por lo general las organizaciones miden el desempeño de sus empleados por medio de variables cuantificables, pero por lo general pierden objetividad y resultan ser ineficientes. Las empresas en la necesidad de cumplir con sus metas de desempeño, cometen errores y no ejecutan las estrategias corporativas de la mejor manera.

El exceso de responsabilidades pueda que resulte conflictivo o estresante para la persona que la sufre, esta sobrecarga no suele deberse a una mal intención por parte de la organización , más bien, al desconocimiento de donde pueda llegar el profesional, una de las causas son situaciones cada vez menos frecuentes pero se producen porque suele ser muy difícil para la dirección calcular lo que una persona puede hacer, es decir, al ser complicado establecer estándares de desempeño, es fácil pasarse a la hora de asignar las responsabilidades a los directivos.

"Las mentiras no son buenas en general, pero en el trabajo son especialmente venenosas. Pueden destruir el compromiso y la productividad de los empleados y socavar el trabajo en equipo. Además, aumentan el estrés, arruinan los medios de vida y, en casos extremos, derriban empresas enteras". Así lo explica la especialista en el tema, Carol Kinsey Goman, en su libro La verdad sobre las mentiras en el lugar de trabajo

Las empresas que mienten a sus empleados se puede decir que son especialmente dañinas porque afectan a los empleados de manera directa e indirecta, por ejemplo, cuando despiden a un empleado de manera “justificada” cuando en realidad no lo es están haciendo.

Otro ejemplo es cuando contratan personas y dicen que tienen ciertos beneficios cuando en realidad nunca se los están dando o al contrario los están haciendo trabajar horas extras que nunca pagan. También dan falsas esperanzas a sus empleados diciendo que les darán un contrato a término indefinido o con mejores condiciones después de un año, pero nunca lo hacen, en cambio los pueden estar despidiendo por justa causa cuando en realidad no es así.

Cuando el empleado es despedido no tiene ningún soporte para enfrentar la realidad de ser despedido y su salud mental es severamente afectada, ya que la empresa en ningún momento lo indemnizó pues fue víctima de la mala gestión y poca ética de la empresa.

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