SE QUE TE TENGO QUE CUIDAR
nerack3611 de Marzo de 2013
23.027 Palabras (93 Páginas)393 Visitas
Cuidar de ti
Cuando Edward resulta herido por un extraño cazador, ahora es el turno de Bella para cuidar de él. Pero cuando decide que debe quedarse en su casa, las cosas se complican...¿descubrira Charlie el secreto de Edward? ¿Y quien está tras él
EPOV
Corría tan rápido como lo permitían mis piernas… algo que, considerando mi naturaleza vampírica, debería ser suficiente para escapar. Sin embargo, mis heridas estaban haciendo la tarea más difícil para mí. Fui descuidado; ¿cómo pude permitir que tal amenaza se me acercara sin darme cuenta? Aún recordaba claramente los eventos de esta mañana, mientras mi cuerpo se enfocaba en escapar del Cazador.
Estaba solo. Mi familia había decidido pasar las vacaciones en Denali y yo había decidido quedarme. Carlisle y los demás no se sorprendieron; después de todo, sabían que deseaba pasar las vacaciones con Bella, ahora que no había riesgo de que Victoria la rastreara. Esta mañana, salí a cazar en el bosque… y fue ahí donde todo se complicó. La sed de sangre no debió cegarme tanto pero, cuando me levanté, estaba ahí: un hombre con un largo saco negro, observándome. Entré en pánico; me había visto. ¿Qué debía hacer ahora? ¿Matarlo? Pero, antes de que pudiera reaccionar, su cuerpo tembló y cambió frente a mis ojos, transformándose en un lobo negro, que gruñó listo para atacar.'¿Un lobo Quileute?' Sabía que no era Jacob pero ese pensamiento, el temor de que pudiera ser uno de los amigos de Bella, evitó que atacara o me moviera. La criatura aprovechó mi indecisión y, con un rápido movimiento, me atacó. Salté para apartarme, pero consiguió morder mi pierna izquierda. Giré y lo sujeté por los hombros; el lobo aulló de agonía cuando mis manos rompieron sus huesos, y usé la distracción para patearlo y alejarlo de mí. Corrí hacia él mostrando mis dientes, listo para romper su cuello… pero, entonces, recordé el rostro de Bella cuando creyó que Jacob había muerto; de nuevo, la idea de herir a uno de los queridos amigos de Bella me detuvo. No podía hacerla sufrir así. En vez de seguir mis instintos y matarlo, di la vuelta y corrí hacia el interior del bosque. El lobo me siguió de inmediato. No recuerdo cuanto tiempo pasó, ni cuantas veces nos encontramos de nuevo; consiguió morder mi costado en un encuentro, y estoy seguro que le rompí algunas costillas en otro.
Ahora, finalmente, parecía haberse cansado, o al menos estaba lo bastante lastimado como para dejar de buscarme. Seguí corriendo sin rumbo fijo, esperando confundirlo –algo difícil de hacer considerando que estaba sangrando; la sangre que acababa de consumir escapaba por mis heridas abiertas-. Me reí mentalmente ante la ironía de todo esto: el cazador siendo cazado, el depredador convertido en presa… lo único que esperaba era escapar, ver a mi Bella de nuevo.
BPOV
Era un día lluvioso en Forks. Mientras miraba por la ventana de mi habitación, recordaba lo mucho que me deprimían esos días la primera vez que vine aquí. Ahora, la lluvia y las nubes grises significaban algo totalmente diferente: significaban que Edward podía salir, que podía estar conmigo todo el día sin preocupación alguna. Como su famila no estaba, y Charlie estaba trabajando, teníamos mucho tiempo para nosotros. Lo imaginé aquí, sentado en su lugar de siempre en mi habitación, mirándome con esos hermosos ojos y esa sonrisa torcida que yo amaba tanto. Incuso ahora, después de todo lo que había pasado, me preguntaba qué había hecho para tener tanta suerte.
Un aullido de dolor proveniente del bosque interrumpió mis pensamientos. Inmediatamente, una imagen de Jacob vino a mi mente… no, no era él, estaba segura; lo conocía demasiado bien para reconocer su 'voz'. El alivio que sentí se desvaneció casi de inmediato, reemplazado por miedo y preocupación. Si no había sido Jake, ¿entonces quién? Mi miedo aumentó, volviéndose pánico, al recordar que Edward estaba cazando en ese momento. ¿Podría ser que…? No, no podía pensar en eso; la simple idea de que Edward estuviera peleando contra uno de mis amigos me partía el corazón. Curiosa, salí a la calle. Vi una figura emerger del bosque, una figura humana que permaneció allí, de pie en las sombras. Me pregunté quién era, me pregunté si vería a Paul, o a Embry, o a Sam caminar hacia mí, herido… pero ni en mis más extraños sueños imaginé ver lo que vi, y esa imagen fue aún peor que todos mis pensamientos anteriores.
Edward avanzó hacia mí, con su cabello cobrizo húmedo y sus ojos fijos en mí. Pero, en vez de felicidad, había miedo en sus ojos. Continuó moviéndose, y me di cuenta de su expresión de dolor con cada paso que daba, la forma en que cojeaba hacia mí… nunca lo había visto así. Pero lo que detuvo mi respiración, lo que envió lágrimas a mis ojos, fue el líquido escarlata que manchaba su ropa…
2
"Complicaciones"
EPOV
No me di cuenta de hacia donde corría hasta que vi el rostro aterrorizado de Bella desde su casa. ES curioso que, incluso de forma inconsciente, mis movimientos me llevaran a ella. A pesar de mi alegría al verla, sentí una oleada de miedo elevarse sobre el dolor. A ella no le gustaba ver sangre, y nunca me había visto en esta condición –derrotado, herido… débil- ¿Cómo reaccionaría? No quería asustarla, pero la necesidad de acercarme, de tocarla, fue demasiada… así que, a pesar de mi temor a asustarla, seguí caminando.
BPOV
Solo pude permanecer ahí, mirando a Edward mientras él permanecía frente a mí. Se veía fatal, y parecía estar sintiendo mucho dolor; la sangre en su ropa casi me causa un desmayo… pero no, no podía perder el control ahora, no cuando –por primera vez- era él quien necesitaba de mi cuidado.
"Bella" murmuró suavemente, y se acercó más. De pronto, hizo un gesto de dolor y perdió el equilibrio. Eso me despertó del shock y conseguí –asombrosamente- sujetar su brazo para mantenerlo de pie. Ahora, libre del impacto inicial, mi pánico aumentó.
"¡Edward! ¿Qué sucedió? ¿Estás bien?" Pregunta tonta. Por supuesto que no lo estaba, pero no podía pensar con claridad.
"Bella… lo siento… sé que debes estar…" continuó murmurando y su voz, normalmente seductora, sonó ronca de dolor. No entendí de qué se estaba disculpando, pero este no era el momento para preguntas. Tenía que meterlo a la casa.
"Edward, detente. Ven, déjame ayudarte" dije, y coloqué su brazo alrededor de mis hombros para ayudarlo. Estaba sorprendida; ni siquiera me sentía mareada ante la visión de sangre… la preocupación y el miedo por él eran demasiado fuertes para dejar espacio a otras emociones.
Una vez que llegamos a mi habitación –pues me rehusé a dejarlo en el sofá- Edward se sentó en mi cama, reprimiendo un gemido de dolor. Me asusté… ¿cómo se suponía que debía ayudar a un vampiro herido?
"Edward… ¿qué puedo hacer?" le pregunté, demasiado preocupada para pensar en una mejor idea. Respiró profundamente, como si estuviera reuniendo fuerzas para hablar.
"¿Tienes… algunas vendas?" preguntó.
"Si. Creo que Charlie tiene un kit de primeros auxilios en algún lugar, pero… ¿vas a estar bien?" pregunté. No me di cuenta que estaba llorando hasta que él levanto su mano nívea para acariciar mi rostro.
"No te preocupes, Bella… no llores, voy a estar bien. Sólo tráeme algunas vendas, ¿de acuerdo?" dijo tratando de calmarme.
Lo miré directo a los ojos, buscando algún indicio… parecía sincero, aunque extrañamente cansado, dolorido y… ¿asustado? Sin pensarlo, me acerqué para besarlo. Él respondió de inmediato, hasta que una punzada de dolor lo obligó a detenerse, y me obligó a mí a recordar que necesitaba ayuda. Corrí por toda la casa, buscando el kit de Charlie; me tropecé algunas veces, pero finalmente lo encontré en su habitación. Me apresuré a llegar con Edward… ahora estaba recostado en mi cama, y sujetaba su costado con una mano. De nuevo, ignoré las manchas rojas en su ropa y en mi cama y me coloqué a su lado.
"Muy bien, aquí las tengo… ¿ahora qué? Ojalá Carlisle estuviera aquí… yo no sé como…" dije, llorando de nuevo.
"Cálmate, Bella. Yo lo haré" dijo Edward. Cuando lo miré incrédula, sonrió débilmente. "Dos licenciaturas de medicina en Harvard, ¿recuerdas?" dijo, y sonrió mi sonrisa favorita.
"¿Puedo ayudarte?" pregunté de inmediato.
"Creí que no te gustaba la sangre" dijo él.
"Ahora miso no me importa, siempre y cuando estés mejor" dije decidida.
Minutos después, me estaba arrepintiendo de eso. A pesar de mis buenos deseos, era difícil para mí observar cómo Edward cubría sus heridas, y era aún peor cuando hacia algún gesto de dolor. Traté de ayudarlo, pero debió notar mi angustia porque simplemente me pidió que me calmara. Cuando terminó –estaba sorprendida de que lo hubiera hecho él sólo- se recostó de nuevo con un suspiro. Tomé una silla y me senté junto a él, tomando su mano fría entre las mías. Repentinamente, Edward cerró los ojos y suspiró… y yo entré en pánico.
"¿Estás bien? ¿Te duele mucho? ¿Qué puedo hacer?" pregunté, frenética… ¿cómo podía ayudarlo a disminuir el dolor? Dudaba que pudiera usar algún medicamento.
"Bella… estoy bien, solo un poco adolorido" dijo –una mentira, considerando la forma en que 'respiraba'- "Tenemos otro problema" dijo, mirándome con curiosidad.
"¿Qué
...