Start-up - Compañía

Start-up - Compañía

¿Mismo objetivo?

Las start-up o compañías hacen un esfuerzo por crear una cultura de innovación, la cual es la base sobre la que se construye una organización innovadora. Siendo su foco principal, el aprendizaje de un nuevo proceso de innovación que contiene distintos métodos y herramientas, que busca que la probabilidad de éxito del nuevo negocio o servicio sea mayor.

Pero a diferencia de un start-up, el proceso de innovación corporativo debe tener consideraciones adicionales, ya que el principal objetivo de un start-up es crear un nuevo modelo de negocio, ¿pero que pasa cuando una empresa ya esta consolidada? ¿Es este su objetivo principal?

Una vez que la empresa deja de ser un start-up y se transforma en una empresa consolidada y con proyecciones de crecimiento, el proceso de innovación de esta tiene que estar alineada con la estrategia del negocio.

Debe saber por qué y para qué innovar

Debe saber donde focalizarse para generar ideas innovadoras

Debe haber coherencia y consistencia con la estrategia de la empresa

Debe contar con un portafolio de innovación

La empresa debe pasar de tener el proceso de innovación como objetivo a tener una arquitectura de innovación con metas claras a nivel cualitativo, con un alto grado de foco y aun nivel cuantitativo, con metas concretas de ingresos por innovación.

Los beneficios de contar con una arquitectura de innovación es que esta provee una guía permanente para decisiones operacionales y estratégicas de la empresa. Además ayuda a componer esfuerzos de innovación de forma consistente a través del tiempo y a establecer una planificación de lo que se quiere lograr a través de los años.

También permite que toda la organización entienda dónde debe llegar y cómo debe hacerlo. El gran valor de este objetivo a diferencia de un proceso de innovación en si, es que este permite lograr un entendimiento colectivo a la hora de saber dónde focalizarse para generar ideas Innovadoras.

Un ejemplo de los resultados que se obtienen en una empresa a la hora de innovar cuando no cuentan con un proceso focalizado en la estrategia, fue el que nos encontramos al momento de asesorar a Chilectra para el lanzamiento de un nuevo canal de pago vía celular. Vimos que las innovaciones más importantes eran comunicacionalmente potentes, como el caso de un perro que por medio del olfato reconocía fallas eléctricas subterráneas o un helicóptero a control remoto utilizado para la detección de fallas en sistemas de media y alta tensión, pero están lejos de ser reales innovaciónes con una importante creación de valor.

Si Chilectra contara con un proceso de innovación alineado a la estrategia del negocio y contara con una arquitectura de innovación, se abría focalizado en temas críticos para la toma de decisiones de hoy, también escanearía las principales tendencias que afecten sus decisiones en el futuro e interpretaría como estas tendencia se desarrollarían en los próximos años. Logrando así obtener los principales vectores estratégicos que generen un portafolio de innovación que tenga coherencia y consistencia con la estrategia de la empresa. Por ejemplo en vectores estratégicos como: aumentar la penetración de mercado de energía eléctrica; redes eléctricas para el transporte (electrolineras) y potenciar la eficiencia energética y en complemento a la Energía Renovable no convencional.

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