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Tarjetas De Credito


Enviado por   •  18 de Diciembre de 2014  •  1.704 Palabras (7 Páginas)  •  193 Visitas

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Tarjetas de crédito.

Quién no ha oído hablar de las tarjetas de crédito, hoy por hoy, es uno de los medios más socorridos para el intercambio de dinero en el comercio, ya sean las bancarias (las cuales son las más conocida), o las emitidas por tiendas departamentales. Es por ello que nos resulta de suma importancia realizar aunque de forma modesta un pequeño estudio referente a su historia y marco legal.

En la opinión de algunos investigadores, a fines del siglo pasado, en Europa, un grupo de propietarios Hoteleros, desarrollaron un sistema mediante el cual otorgaban crédito a clientes importantes, “dichas personas eran de la nobleza, funcionarios gubernamentales y directores de grandes empresas”, dicho crédito era considerado por concepto de hospedaje y alimentos; mediante este procedimiento se les expedía una suerte de tarjeta al dicho cliente distinguido, en la cual se mencionaba que el tenedor de la misma constaba con los recursos suficientes para cumplir con la obligación contraída por virtud de la apertura y uso del crédito, en otras palabras, dicho cliente resultaba ser solvente.

Básicamente el funcionamiento era así; “el cliente firmaba las facturas o recibos por el hospedaje y los consumos, y posteriormente le eran enviados por correo a sus oficinas o domicilio y, mediante el mismo correo, se cubría su importe”.

Este procedimiento tenía como finalidad los mismos motivos por los cuales en su momento se inventó la letra de cambio, es decir, “evitar la posibilidad de robos y pérdidas para las personas que por razones de trabajo o protocolo tenían la necesidad de realizar frecuentes viajes por diferentes ciudades y que no tuvieran que transportar con ellos, grandes sumas de dinero en efectivo”.

Ya un antecedente más concreto lo menciona el maestro Acosta Romero cuando hace referencia a los Estados Unidos de Norteamérica cuando en la década de 1920, algunas compañías petroleras tomando en cuenta el volumen de sus ventas realizadas en diversas ciudades a través del territorio del país mencionado, idearon la posibilidad de extender a sus clientes una tarjeta identificación con una serie de datos con los cuales se identificaba al cliente y el límite hasta por el cual podrían hacer uso de dicho crédito, firmando las facturas o notas de ventas por los consumos realizados.

Pese a lo atractivo de esta práctica, resulto no tener mucho impacto y éxito durante décadas pero, más tarde las veríamos aparecer en tiendas o cadenas comerciales departamentales de gran importancia en los Estados Unidos de Norteamérica como lo son: Sears Roebuck, Joskes y otras. Las tarjetas emitidas por estos almacenes contenían: “datos del cliente, cifras, la firma del mismo y el límite de crédito hasta por el cual podrían utilizarse”.

Para poder comprender el cómo se expedían y se utilizaban las tarjetas en esos años, hay que recordar la inexistencia de los sistemas computarizados modernos, de los lectores de cinta magnética y mucho menos los lectores de chip.

En México, los primeros establecimientos comerciales de venta al público que utilizaron las tarjetas en la década de los 50s y antes que los bancos fueron: El puerto de Veracruz S.A, EL puerto de Liberpool S.A, El Palacio de Hierro S.A y otros. El uso y estado del crédito otorgado en virtud de la tarjeta era registrado y cotejado en libros y posteriormente con el paso de tiempo se hizo vía telefónica.}

Contraste con los títulos de crédito.

Para utilizar una tarjeta de crédito, es decir, de poder adquirir un bien o un servicio con la sola firma de un papel y con la exhibición de lo que ahora es un plástico, es necesario llevar la tarjeta consigo y mostrarla al proveedor. Lo que se hace con la tarjeta no es propiamente pagar, sino que mediante ella el proveedor identifica al portador como acreedor de confianza, y acepta vender a crédito con base en el aparato contractual que la respalda. Por ello podemos apreciar la existencia de un derecho incorporado a la tarjeta, ya que sin ella, “el tarjetahabiente no puede cumplimentar su personal interés; pero ese derecho no es de crédito ni de pago”, si esto es así, entonces, ¿a qué derecho nos referimos?. Lo primero es aclarar que al retirarse no se le queda a deber al establecimiento después de hecha la compra o pagado el servicio, y por otro lado, tampoco es un derecho de pago protegido como en el caso del cheque, pues el bien o servicio que se recibe se sigue debiendo.

Entonces, el derecho incorporado en el plástico es un derecho de uso, ya que porta la posibilidad de hacer uso del crédito otorgado por un banco o almacén.

“Entonces, la tarjeta es un instrumento cuyo uso obliga

legitimación; solo el titular de la tarjeta puede beneficiarse del derecho de uso de crédito, pero, así mismo, al igual que los títulos de crédito, la tarjeta debe tener una literalidad estricta …….. la mención de ser tarjeta de crédito, ser intransferible y expedida siempre a persona física”, pero con todo, no se puede considerar a la tarjeta de crédito como un título de crédito.

Concepto de tarjeta de crédito.

La tarjeta de crédito es uno de los inventos más extraordinarios de finales de siglo, que no se originó ni creció apoyándose en el edificio de la legislación existente. Por tarjeta de crédito podemos entender lo siguiente:

“Es una laminilla grabada, generalmente de plástico, que, al reunir los requisitos de ley, permite a su tenedor legítimo, mediante su exhibición y la firma material o electrónica de una ficha, vale o pagaré, adquirir a crédito bienes, servicios o dinero en efectivo de su emisor o terceros afiliados”

Por otro lado tenemos también otra definición con respecto a la tarjeta de crédito emitida por la “CONDUSEF”:

Especies:

a) Directas.- “Son aquéllas en las que el acreditado puede hacer uso del crédito concedido sólo frente al acreditante emisor de la tarjeta. Ejem. La tarjeta de crédito

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