Teoria neoclasica de la administración

La teoría neoclásica de la administración fue un movimiento impulsado por grandes protagonistas de la administración que surgió a mediados del siglo XX luego de la segunda guerra mundial. Esta se propuso perfeccionar y modernizar la teoría clásica de la administración haciendo énfasis en la reducción de la mano de obra y la automatización de procesos con el fin de mejorar la eficiencia de una organización y un crecimiento horizontal de las mismas. Sin embargo la escuela neoclásica no busco contraponerse a los anteriores conceptos, sino a continuar la investigación en estos y así, perfeccionarlos mediante la búsqueda de técnicas complementarias ya establecidas por los administradores desde principios del siglo XX.

Tuvo como objetivo principal controlar, orientar y dirigir a un conjunto de personas para que logren llevar a cabo un trabajo general, utilizando la menor cantidad de recursos posibles. Algunos de sus principios fundamentales fueron, la estructura lineal, la racionalidad del trabajo y la departamentalización empresarial.

Entre las características que diferencian a la Teoría Neoclásica de otros enfoques de la administración están la búsqueda de automatizar los procesos de producción, la minimización de la mano de obra en los procesos productivos, la cantidad de trabajadores es directamente proporcional al crecimiento de la organización.

Así como todo, para la teoría neoclásica se encuentran tanto ventajas y desventajas. En este caso, las ventajas y algunas consecuencias positivas que proporciona la Teoría Neoclásica son: Optimiza los resultados de las empresas pequeñas.

Estructura simple y fácil de entender.

Maximiza el rendimiento y la productividad.

Clara definición de tareas y responsabilidades.

Implementación y contención sencillas.

Finalmente, los inconvenientes que se observan en la aplicación de los postulados de la Teoría Neoclásica son:

Reducción de personal.

Autoridad única y directa.

Centralización de la dirección en una persona.

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