Teoría de la autorrealización de Maslow

1. Teoría de la autorrealización de Maslow

Según Maslow, la motivación humana se puede describir como un proceso complejo en el que intervienen aspectos psicológicos, ideales y subjetivos. Este proceso determina la dirección del comportamiento hacia un objetivo específico, la inclinación o evitación asociada a dicho objetivo, y la intensidad de la actividad involucrada. Es importante destacar que este funcionamiento motivacional está intrínsecamente ligado al funcionamiento cerebral y se ve influenciado por factores provenientes de la actividad nerviosa superior y del organismo en su conjunto. Entre estos factores, los requerimientos orgánicos desempeñan un papel significativo (González, 2019).

La jerarquía de necesidades de 1943 busca explicar los impulsores del comportamiento humano al satisfacer diferentes necesidades. La teoría se representa mediante una pirámide que prioriza las necesidades individuales. En esta estructura, se destacan cinco niveles principales que influyen en el ser humano. Estos niveles incluyen las necesidades fisiológicas, de seguridad, sociales, de autoestima/reconocimiento y la autorrealización. Cada nivel se considera un motor importante para el individuo en su búsqueda de satisfacción y desarrollo personal (Madero, 2023).

En la teoría de la motivación, hay quienes enfatizan lo interno, es decir, las necesidades, mientras que otros resaltan los estímulos externos como impulsores de la actividad. Para lograr una teoría integradora, es importante considerar ambos factores en el proceso motivacional. La necesidad se percibe como una fuerza interna y un requisito psicológico que puede manifestarse pasivamente en forma de sufrimiento o satisfacción, dependiendo de su objeto-meta. También puede manifestarse de manera activa cuando se convierte en un motivo que impulsa la actividad hacia la consecución de ese objeto-meta. Sin embargo, el surgimiento de la actividad motivada requiere de una situación objetiva externa a la necesidad, que señale la posibilidad de satisfacerla (González, 2019).

El motivo actúa como un elemento de fusión o mediación entre dos factores: la necesidad interna y las circunstancias objetivas externas a ella. El motivo representa cognitivamente la posibilidad real de satisfacción y, por lo tanto, canaliza e incorpora la tensión activa generada por la necesidad o necesidades que impulsan el comportamiento. En el motivo se unen la necesidad interna y la realidad externa, lo que resalta la importancia de los procesos cognitivos en la motivación humana (González, 2019).

Las necesidades superiores, ya sean individuales o altruistas e ideológicas, tienen su origen en el lenguaje interiorizado. Este lenguaje interiorizado se independiza de los estímulos externos y los requerimientos orgánicos, pero se desarrolla a partir de las experiencias afectivas agradables o desagradables que se experimentan con los objetos externos y las necesidades previas, tanto orgánicas como superiores. Por lo tanto, las necesidades superiores están asociadas a estos factores externos. En la génesis de las necesidades superiores, se unen la capacidad lingüística innata del individuo al nacer con los objetos externos y el lenguaje proporcionado por la sociedad, que se adquieren a través del aprendizaje (González, 2019).

1. Características de la autorrealización

La Psicología Humanista, como la señalada por Maslow (1954), resalta la importancia de la elaboración individual y creativa de las potencialidades personales en la búsqueda de proyectos y metas para el futuro. Esta característica es fundamental en la motivación humana y destaca la relevancia de la motivación consciente en los seres humanos. Sin embargo, estos proyectos y metas futuras surgen en la interacción del individuo con su entorno social, donde inicialmente se comporta de manera reactiva y adaptativa. En ese sentido, la sociedad le presenta una serie de tareas, normas morales, legales y oportunidades de disfrute que inicialmente impactan de manera reactiva en el individuo. Luego, el individuo asume ciertas actividades y responsabilidades, cumpliéndolas como una forma de satisfacer sus necesidades. Con el tiempo y gracias a la creatividad del individuo, estos objetivos o deberes pueden convertirse en necesidades autónomas, auto sostenibles y orientadas hacia el futuro.

La persona comúnmente presenta una tendencia a alcanzar sus metas y proyectos, así como a lograr su autorrealización, pero en equilibrio relativo con su adaptación a las circunstancias externas y las tendencias inconscientes que puedan influir en ella. Por otro lado, la adaptación inicial se transforma en autorrealización, y para lograr ello, es necesario adaptarse (González, 2019).

La autorrealización implica el proceso de desarrollar y alcanzar el propio potencial, talentos y gustos a través de un esfuerzo constante y el logro en una actividad. Esta realización se encuentra más profundamente en lo que se describe como el ocio serio y el trabajo devoto, o en actividades que se toman de manera seria (Stebbins, 2016).

Se destacan las características establecidas por Maslow (1970), las personas son hábiles para:

• comprender a las personas correctamente,
• percibir el mundo tal como es,
• aceptar su propia naturaleza,
• ser relativamente espontáneos en sus comportamientos y en sus pensamientos,
• formar una comprensión clara de lo que está bien o mal,
• tener una fuerte pero relativamente autónoma ética postura en lugar de una convencional,
• demostrar actitudes democráticas,
• tener ambiciones de autodesarrollo en lugar de contentarse con simplemente satisfacer sus necesidades básicas,
• estar orientado a la misión y fuertemente enfocado en los problemas de los demás,
• sentir un profundo amor por las demás personas y ayudarlas,
• disfrutar de la soledad,
• mantener la calma y la dignidad incluso cuando sea difícil hacerlo,
• controlar sus propias vidas,
• depender de su propio desarrollo en lugar de fuentes externas como otras personas,
• disfrutar de lo que hacen de forma rutinaria,
• ver la diferencia entre medios y fines, aunque también pueden disfrutar de los medios, y
• dedicarse a una intensa concentración.

Maslow (1970) también identificó otras características de los autorrealizados, tales como:

• creatividad,
• voluntad de aprender de cualquier persona,
• estar menos restringido culturalmente,
• estar cómodamente desordenado e inseguro cuando es necesario,
• preferencia por la evolución gradual sobre la revolución radical,
• falta de miedo a lo desconocido, y
• rechazo a ser controlado por la cultura en la que viven.

1. Procesos y factores que promueven la autorrealización

El proceso comienza con la libertad, que según Taylor (2006), es el poder de autorrealización de uno mismo, y se entiende como una libertad que implica contenido y no una autodeterminación total. En este sentido, la autorrealización se concibe como el ejercicio de la libertad positiva para el individuo, que le permite elegir un mejor estilo de vida. Esta libertad como posibilidad de autorrealización no se limita únicamente al poder de elección, como lo sostiene Sen (2000), sino que abarca la oportunidad de vivir la vida que uno desea dentro de los límites culturales y significados posibles (Zárate, 2015).

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