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“El amor y el trabajo son los pilares de nuestra humanidad” Sigmund Freud

Christian Evaristo Aguilar CastiblancoPráctica o problema19 de Septiembre de 2020

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 ¿mi Liderazgo ante el SARS-Cov-2?

“El amor y el trabajo son los pilares de nuestra humanidad” Sigmund Freud

Introducción

Este documento presenta una serie de recomendaciones para adaptarnos a los nuevos retos de enfrentar el virus SARS-CoV-2 conocido como el nombre de coronavirus o COVID-19 dentro de nuestros lugares de trabajo, hogares y medios de transporte. Así mismo implementando una matriz de riegos adecuada a las necesidades que nuestra organización, en donde prevalece el cuidado integral de cada uno de sus miembros comprendiendo que son una Asociación de personas regulada por un conjunto de normas en función de determinados fines[1]. Dentro del marco de las normas GTC 45, Resolución 2400 de 1979 y Programa de acción para superar las brechas en salud mental en sus siglas (mhGAP).

Esta propuesta busca identificar y brindar las herramientas sencillas sobre el proceso de adaptación de nuestra prácticas y hábitos en la nueva vida con el SARS-CoV-2, garantizando que los riegos laborales dentro de organización sean menores y no se materialicen de manera tan fácil.

        

1. Contexto y justificación

El contexto mundial actual, enmarcado dentro de los retos vitales, sociales y económicos que trae el COVID-19, exige como una tarea urgente, generar procesos de acompañamiento psicosocial desde la perspectiva de la inteligencia sistémica y la corresponsabilidad para las empresas en el país.

Si bien, todo sistema empresarial es un sistema vivo, abierto y en permanente transformación, es claro que el contexto actual de incertidumbre y cambios constantes en cortos periodos de tiempo, exige que los empresarios-líderes, los profesionales, los empleados-colaboradores en todas las áreas de desempeño los clientes y usuarios en el entorno laboral en: oficinas, plantas de producción, almacenes de venta de insumos y productos o centros de prestación de servicio; como también, quienes están en entorno familiar con teletrabajo, cuenten con el acompañamiento necesario para acceder a la información confiable y veraz, que reduzca el riesgo psicosocial y moral que se aumenta al implementar las políticas y estrategias de afrontamiento que implican altos niveles de seguridad biológica y de “distanciamiento físico para romper la cadena de transmisión del coronavirus”. (Min. Salud y Protección social, 2020)

En este sentido, no solo es importante y urgente el liderazgo de los empresarios para reducir los niveles de contagio biológico por el COVID-19, “ellos más que nunca necesitan promover el cambio positivo para acompañar a sus equipos” (Amaya, 2020) en la generación de estrategias para reducir los niveles de riesgo del desarrollo personal, social o moral que, pueden generar la asimetría en el acceso a la información y la falta de nuevas habilidades para la interacción social.

Las habilidades de interacción social son necesarias para el desarrollo y crecimiento de las familias, las empresas y la sociedad, éstas entendidas como: los comportamientos que facilitan la construcción del vínculo social y las relaciones humanas que permiten el funcionamiento de los grupos, las familias, las comunidades y las empresas, permiten los intercambios que crean vínculos y relaciones que permiten que todos los sistemas sociales funcionen. Por esto, se requiere el reaprendizaje de nuevas formas de interacción que conllevan cambios en los comportamientos culturales y en las formas cómo nos relacionamos cotidianamente, como una condición necesaria para garantizar corresponsablemente la salud integral de la población en general, sin atentar contra la salud mental que requiere del vínculo social y de niveles de cooperación en el cumplimiento de tareas y logro de objetivos, tanto en la empresa, como en la familia y en los diversos entornos sociales. Estos procesos de interacción entre los actores de un grupo específico, como son la familia o la empresa, “generan una red de relaciones edificadoras de organización social y cultural” (Arias Sandoval, 2009). Sin la interacción social que nutre el vínculo social que existe entre las personas y que son fundamentales para el grupo, la sociedad no funcionaría.

El reto que están llamados a asumir hoy los empresarios líderes, además de las “acciones [que] deben tomar los empleadores y contratantes frente a los trabajadores con casos sospechosos de COVID-19” (Min. de trabajo, 2020) y que han sido informadas por el Ministerio de Trabajo del país, es además, considerar permanentemente los niveles de cambios en todas las dimensiones de la vida personal, familiar, social y empresarial que hoy se ven afectadas por las políticas y estrategias de cuidado biológico, que se imponen como medidas necesarias para reducir la curva de infección en el país y lograr garantizar las condiciones para que las empresas continúen con su operación, sin afectar la salud de sus empleados-colaboradores y clientes o usuarios.

Este reto implica para los empresarios-líderes, reconocer la definición de salud de la OMS como "[…] un estado de perfecto (completo) bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad". (Organización Panamericana de la Salud). En este sentido, garantizar la salud de los empleados implicará atender su estado completo de bienestar físico, mental y social y no solamente garantizar la ausencia de infección por COVID-19 o la atención por otras enfermedades biológicas.

Este gran reto también exige, tanto a los empresarios-líderes, como a los equipos de profesionales y colaboradores, asumir corresponsablemente y desde la autonomía, los cambios y movimientos permanentes a nivel mundial y local, desarrollando y fortaleciendo la construcción de la confianza en la información objetiva y subjetiva que brindan y a la cual tienen acceso y el desarrollo de habilidades para mantener la interacción social necesaria cuidando de su salud, garantizando la operación de las empresas. De tal manera que, sus decisiones y acciones en contextos laborales presenciales o virtuales, no impliquen un aumento del riesgo psicosocial y moral, como tampoco el deterioro de la salud de los empleados/colaboradores y de sus familias, ni la afectación del sistema empresarial que genera bienestar desde su misión e impacto económico en las comunidades donde prestan sus servicios o venden sus productos.

Reconociendo que “no todas las empresas tienen la capacidad de que sus empleados realicen trabajo a distancia” (Instituto nacional de seguridad y salud en el trabajo, 2020) y que el bienestar económico que ellas generan a sus empleados-colaboradores, a los proveedores, a las familias y a la comunidad en general, también hace parte de la salud integral en una sociedad.

Esta es una situación extraordinaria y nueva para todos en el país y no se cuenta con el suficiente tiempo en las dinámicas empresariales de contingencia actual, para elaborar un plan de emergencia y de continuidad de las actividades de las empresas, garantizando la salud integral de los empleados-colaboradores en todos los niveles y jerarquías. Por tal motivo, contar con un modelo de acompañamiento y entrenamiento en habilidades de interacción social, en tiempos de pandemia, ajustado a las necesidades reales de cada entorno laboral, es urgente y se convierte en una solución oportuna para los empresarios-líderes y los equipos de gestión humana de las empresas en el país.

Este modelo de competencias para las empresas se construye desde una perspectiva sistémica que reconoce el entrelazamiento que tienen todos los actores del sistema empresarial y social y los procesos que se deben llevar a cabo para reducir la curva de contagio, el deterioro de la salud integral de los profesionales prestadores del servicio por los altos niveles de estrés, lo que también conlleva a un incremento del riesgo psicosocial y moral en la operación y que afecta a los profesionales, a los colaboradores, a los usuarios, al equilibrio económico empresarial, además de la reputación de las empresas en el país cuando no se logra gestionar adecuadamente este tipo de riesgos que conllevan una afectación de la vida.

2. Momentos para la valoración del riesgo psicosocial, emocional y moral en la empresa.

Este sistema o modelo de acompañamiento para la reducción del riesgo psicosocial, emocional y moral en las empresas, se implementará en varios momentos, de manera rápida y oportuna, según las necesidades de cada empresa y los entornos donde se llevan a cabo las interacciones de sus actores:

    • Sondeos y diagnósticos, con empresarios-líderes y/o directores de gestión humana, sobre los niveles de riesgo biológico, psicosocial, emocional y moral de cada entorno.

    • Procesos de implementación a través del acompañamiento-entrenamiento, a través de estrategias psicopedagógicas (en espacios presenciales cuando sea posible y en medio virtual) que faciliten la sensibilización y el desarrollo de habilidades de interacción social, inteligencia emocional y estrategias de promoción y prevención en el cuidado de la vida, para evitar el contagio con el COVID-19. Un modelo que acompaña y entrena a los empresarios-líderes, a los profesionales, a los empleados-colaboradores en todos los niveles y áreas de las empresas, partiendo de la autonomía y la corresponsabilidad que tenemos en el cuidado de la salud integral y la reducción de la curva de contagio.

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