Narcisismo Primario Y Secundario
abnerpsico26 de Noviembre de 2013
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Narcisismo primario y secundario: Freud plantea la necesidad de un narcisismo primario-normal-que sirva como modelo para las ulteriores relaciones objetables. Va a diferenciar entre autoerotismo y narcisismo porque para que haya narcisismo tiene que haber un yo. Para esto, dice Freud, debe suceder un nuevo acto psíquico. Es decir, podría no ocurrir.
El narcisismo primario se establecen luego del autoerotismo y antes de las relaciones de objeto, pero, plantea Freud que es yo es tomado como objeto, y por eso se diferencia del autoerotismo. Si se tomó en cuenta el mito de Narciso, en donde el joven no tenía una imagen que sí, puesto que nunca se había visto en un espejo, el yo, es otro, Narciso no se enamora de sí mismo si no de una imagen que no reconoce como suya. El yo, entonces, posibilita apropiarse de una imagen y establecer un límite: yo-no yo, o lo que es lo mismo,yo-mundo.
El narcisismo secundario: por el contrario, va a ser el que Freud va a separar para explicar la psicosis. Es por eso que partir de este texto va a hablar deneurosis de transferencia y neurosis narcisística, que luego van a ser las psicosis. El narcisismo secundario va a significar la retirada de la libido de los objetos y regresionalar hacia el propio yo, de lo cual surge la manía de grandeza y la falta de interés por el mundo exterior.
-El yo como objeto pulsional: en el narcisismo primario, entonces, todavía la libido no va hacia los objetos sino que toma al yo como objeto pulsional. El yonecesita de gran cantidad energía para poder diferenciarse del mundo, y por lo tanto, toda la libido inviste al yo.
La pulsión, que por definición es parcial, y que inviste a objetos parciales, en este estado del narcisismo primario, el objeto es total, no hay posibilidad de fuga, toda la pulsión recae sobre un único objeto: el yo.
Las psicosis muestran a Freud la constitución del yo allí donde este falla: retomando algo ya dicho.
Narcisismo primario y secundario: Freud plantea la necesidad de un narcisismo primario-normal-que sirva como modelo para las ulteriores relaciones objetables. Va a diferenciar entre autoerotismo y narcisismo porque para que haya narcisismo tiene que haber un yo. Para esto, dice Freud, debe suceder un nuevo acto psíquico. Es decir, podría no ocurrir. El narcisismo primario se establecen luego del autoerotismo y antes de las relaciones de objeto, pero, plantea Freud que es yo es tomado como objeto, y por eso se diferencia del autoerotismo. Si se tomó en cuenta el mito de Narciso, en donde el joven no tenía una imagen que sí, puesto que nunca se había visto en un espejo, el yo, es otro, Narciso no se enamora de sí mismo si no de una imagen que no reconoce como suya. El yo, entonces, posibilita apropiarse de una imagen y establecer un límite: yo-no yo, o lo que es lo mismo, yo-mundo.
El narcisismo secundario, por el contrario, va a ser el que Freud va a separar para explicar la psicosis. Es por eso que partir de este texto va a hablar de neurosis de transferencia y neurosis narcisística, que luego van a ser las psicosis. El narcisismo secundario va a significar la retirada de la libido de los objetos y regresionalar hacia el propio yo, de lo cual surge la manía de grandeza y la falta de interés por el mundo exterior.
El yo como objeto pulsional: en el narcisismo primario, entonces, todavía la libido no va hacia los objetos sino que toma al yo como objeto pulsional. El yo necesita de gran cantidad energía para poder diferenciarse del mundo, y por lo tanto, toda la libido inviste al yo.
La pulsión, que por definición es parcial, y que inviste a objetos parciales, en este estado del narcisismo primario, el objeto es total, no hay posibilidad de fuga, toda la pulsión recae sobre un único objeto: el yo.
Las psicosis muestran a Freud la constitución del yo allí donde este falla: retomando algo ya dicho. El yo no es dado sino que debe constituirse, y tiene un tiempo para ello, pero puede suceder que este acto psíquico no suceda, o suceda fallidamente. La constitución del yo se nos muestra precisamente donde este falla porque es en la confrontación entre lo que pasa en la parafrenia y en la neurosis, donde Freud va a encontrar la diferencia entre narcisismo primario y secundario. Le fue necesario pensar la Parafrenia para poder pensar que el momento, un estado el que denominan narcisismo primario que tiene que suceder y luego va a marcar las relaciones de objeto, o la falta de relación de objeto.
Tiempo lógico y tiempo cronológico: que haya un tiempo para que se suceda el nuevo acto psíquico, que luego del autoerotismo brinca el narcisismo primario y luego el amor objetal, no significa que esto suceda así cronológicamente sino en tiempos lógicos, en una condición lógica que exista uno para que luego haya 2, pero esto no significa que uno exista antes que dos. Es necesario que haya narcisismo primario para que luego haya relación de objeto, pero esto no significa que de los tantos meses a los tantos meses el niño sólo se interesa por sí mismo, entre otras cosas porque la madre no se lo va a permitir, en tanto y en cuanto es ella la que demanda.
No existe período anobjetal: esto es una discusión centrada sobre el autoerotismo: si en el autoerotismo hay o no objeto. Algunos planteas que no hay objeto en tanto y en cuanto todavia no hay yo. Por el otro lado se plantea que la pulsión no puedo ser sin objeto y si hay autoerotismo, hay pulsión.
Oposición pulsiones sexuales pulsiones del yo. Apuntalamiento de las primeras sobre las segundas: constituido el yo, la pulsión se divide en pulsiones sexuales y pulsiones del yo, sobre esta división se asienta la división de la libido en libido de yo y libido de objeto. Si planteamos que el narcisismo primario va a ser el modelo sobre el cual es sujeto después va a relacionarse con los objetos, es lícito afirmar que en el narcisismo primario, las pulsiones sexuales se apuntalan sobre las pulsiones del yo. Si las pulsiones sexuales, toman como objeto al yo, y ya hay una carga pulsional propia del yo, esto hace que el yo se constituya como objeto total, lo que hace surgir la omnipotencia que parece en los niños, y que, como apunta Freud, los hace tan atractivos. No atrae el narcisismo que nos falta.
Elección de objeto según el tipo narcisista y según el tipo de apuntalamiento: el hombre (especie) tiene dos objetos de amor primitivos: el mismo y la madre nutriz habría que aclarar que en términos lógicos sería al revés, primero la madre y luego el, dado que para tomarse a él como objeto, debéis sí o sí haberse constituido el yo, es decir, pasar por el estado del narcisismo primario. Estos dos objetos primitivos van a ser de capital importancia para las posteriores relaciones de objeto. Freud está predeterminado toda relación de objeto a alguna de estas dos modalidades: o de tipo narcisista si se toma a él mismo, o de apuntalamiento si se toma a la madre nutriz.
La elección de tipo narcisista se divide en:
a) lo que uno es (a si mismo)
b) lo que uno fue
c) lo que uno quisiera ser
d) a la persona que fue parte de uno mismo.
La elección de tipo de apuntalamiento se divide en:
a) a la mujer nutriz
b) al hombre protector.
El narcisismo del niño es la reproducción del narcisismo de los padres: ¿cómo podría amarse el niño asimismo si antes no es armado por los padres? El narcisismo del niño es nada más que una reproducción del narcisismo de los padres, tanto la híper estimación afectiva, la falta de toda imperfección (incluida la sexualidad) y la voluntad de que el hijo sufra menos que los padres, que no pasen por las mismas necesidades, convierten al niño en un nódulo narcisística, alimentado por el antiguo narcisismo de los padres que ahora resurge para depositarse en el niño. Semejante situación coloca al niño en una posición de aislamiento con respecto a todo aquello considerado negativo o malo por los padres. De ahí la frase de Freud de "su majestad el bebé" pero luego, su majestad deberá realizar todos los anhelos no realizado por los padres. Es por esto que todo el amor parental, tan conmovedora y tan infantil, no es más que la resurrección del narcisismo de los padres, que revela su antigua naturaleza en ésta transformación en amor objetal.
Yo ideal e ideal del yo: en este texto, no hay una diferenciación taxativa entre yo ideal e ideal del yo. Utiliza los términos a veces como equivalentes y a veces como algo diferente. De todas maneras, puede decirse que el yo ideal es el heredero del narcisismo, es el reducto narcisista del yo. Cuando el niño renuncia al narcisismo producto del educación y otros procesos de socialización, guarda una añoranza de esa época de omnipotencia infantil, donde su propio yo era fuente de idolatría. Siguiendo la teoría pulsional, cuando se goza con algo cuesta renunciar ahí lo, por tanto, se crea un yo ideal al cual compara su yo actual es decir, podría decirse que el yo ideal es reservorios del narcisismo.
Por otra parte, el ideal del yo va a conformarse por la identificación con el padre; es desde este ideal del yo de dónde saldrán determinadas elecciones. Es a lo que el yo debe aspirar. En "El yo y el ello", Freud identifica al ideal del yo con el Superyo. También puede pensarse que tanto yo ideal como ideal del yo son lo mismo eran diferentes momentos, es decir, por un lado yo ideal como construcción de un ideal narcisista, pero por otro lado, ideal del yo cuando éste yo inmaculado, sin imperfecciones, está asociado a las identificaciones, como podrá verse en psicología de las masas y análisis del yo, puesto que también ahí hay un ideal narcisista puesto
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