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10 mitos sobre la niñez


Enviado por   •  18 de Marzo de 2015  •  Síntesis  •  861 Palabras (4 Páginas)  •  452 Visitas

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10 mitos sobre la niñez

Mito: No tiene sentido premiar y sí castigar: cada vez que hacemos lo primero la persona se desempeña menos bien y cada vez que hacemos lo segundo el desempeño mejora.

Realidad: No tiene que ver con el premio o el castigo. Es, más bien, un fenómeno estadístico. Cuando alguien hace las cosas muy bien o por encima del promedio, castiguemos o premiemos, la próxima vez las probabilidades de que lo haga menos bien son mayores que aquellas de que lo haga aun mejor. Lo mismo se aplica a un mal desempeño. Si me saco 08 es más probable que la próxima vez me saque de 09 a 20 que mi nota sea de 08 a 0.

Mito: Ahora que es pequeñito hay que dejarlo sin controles ni límites. Tiene tiempo para sufrir. La disciplina vendrá más tarde.

Realidad: Es mucho más fácil y eficaz comenzar ajustando e ir soltando luego, que al revés. La disciplina es un asunto de rituales y rutinas consistentes y coherentes que se instalan a lo largo de toda la vida. Mientras más temprano comiencen, inicialmente en el nivel de las funciones básicas — alimentación, eliminación, sueño, etc.— más fácil será establecer normas de disciplina en el nivel del comportamiento. A mayor autonomía durante el desarrollo, más libertad se podrá dar, de manera que se podrá alcanzar la meta de que la disciplina se convierta en autocontrol.

Mito: Los padres deben hacer dormir a sus pequeñitos

Realidad: No, los padres deben alentar a que los bebés aprendan a dormirse, que es distinto. La última imagen que un ser humano que recién comienza debe tener antes de caer en los brazos de Morfeo, no es el rostro de su madre. Debe poder hacerse dormir y propiciar la transición entre la vigilia y el sueño recurriendo a su propio mundo interno y autoestimulación. Lo que los padres deben hacer es establecer rituales que vayan disminuyendo el nivel de actividad y generando una atmósfera de tranquilidad que permitan lo anterior.

Mito: Lo “único” que tiene que hacer un niño es ir al colegio

Realidad: Quizá sirve para que los adultos nos sintamos más importantes, pero no corresponde a la realidad. Ir al colegio significa que un pequeño debe abandonar un mundo conocido y un entorno idealmente protector para ingresar en uno lleno de personas con agendas diversas e intereses muy variados. Además son evaluados en múltiples desempeños y tareas, las que le gustan y las que no, en las que es bueno y en aquellas en la que es mediocre. Para no hablar de sentirse medido en su belleza física, su ropa, su capacidad deportiva, para mencionar sólo algunos.

Mito: Los niños y adolescentes no se deprimen

Realidad: Es cierto que todos identificamos esos periodos del ciclo vital la despreocupación, el juego y la ausencia de preocupaciones. Hasta hace 15 años ni siquiera existía la posibilidad de hacer un diagnóstico de depresión en niños. Sin embargo, ahora sabemos que la depresión es una condición que aqueja a un número importante de niños. Se manifiesta a través de mucha irritabilidad, sentimientos de inadecuación y trato injusto, ideas de muerte, quejas somáticas permanentes, y auto desvalorización.

Mito: Es mejor no hablar a los niños de situaciones familiares complejas. Igual no se dan cuenta.

Realidad: Los pequeños sí se dan cuenta. Procesan las situaciones atípicas y observan las conductas verbales y no verbales de quienes los rodean, y sacan conclusiones. Cuando no ponemos nombre a lo que ocurre, para evitarles sufrimientos, simplemente viven lo que sucede en silencio y se hacen teorías que son muchas veces más dramáticas que la realidad. Tomar a los niños por tontos es una mala estrategia porque pueden terminar dándonos gusto y portándose como tales. Lo que quieren es ser nuestros interlocutores y aprender de esa manera a compartir con nosotros.

Mito: Se puede cambiar el estilo de las personas

Realidad: Los seres humanos nos distinguimos de varias maneras. Algunos son extrovertidos y otros necesitan el contacto con los demás. Algunos somos osados y otros cautos. Algunos necesitamos entender el mundo y otros sentirlo. Algunos nos orientamos a resultados y otros a pensamientos. Ningún estilo es mejor que el otro y no se trata de contrariarlos sino de ayudar a ponerlos al servicio del desarrollo individual y grupal.

Mito: Hay que organizar el tiempo de los niños para que no sean ociosos

Realidad: Está muy bien encontrar actividades fuera de las escolares para los niños, pero llenarlos de talleres, seminarios y clases no es necesariamente bueno. La agenda estructurada desde fuera debe complementarse con el tiempo organizado desde dentro. También el ocio, la posibilidad de estar en contacto fluido con uno mismo, es importante.

Mito: Hay que estimular permanentemente al niño desde que nace

Realidad: La variedad en el entorno y su complejidad, fomentan el desarrollo cognoscitivo... hasta cierto punto. Un exceso de estimulación y presión para el crecimiento intelectual produce una suerte de empacho ya que el organismo necesita también estabilidad. Por otro lado, es la interacción cálida, interesante y alegre la mejor fuente de estimulación.

Mito: Cuando un niño tiene un amigo imaginario debemos preocuparnos

Realidad: Las amistades imaginarias son normales entre los 3 y 6 años. Los padres deben respetar a esos interlocutores invisibles aunque no darles excesiva importancia.

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