Albert Bandura
farid91_816 de Octubre de 2014
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Introducción
Hasta los años 70 existía en el mundo dos corrientes principales de psicología: el psicoanálisis y el conductismo. Este último se convirtió en la corriente dominante en los Estados Unidos desde los años 40. El conductismo se caracteriza por afirmar que el comportamiento humano está únicamente regulado por el ambiente, centrándose en aspectos observables, medibles y tangibles de la conducta y realizando experimentos repetibles.
Posteriormente, aparecerían nuevas teorías en psicología que complementarían a las ya existentes como lo es la psicología cognitiva. Con esta nueva corriente empezó a incluirse las ideas del aprendizaje no únicamente por cuestiones ambientales, sino también gracias a los procesos cognitivos que ocurren dentro de cada persona, rompiendo con las ideas iniciales del conductismo que sólo se centraban en lo exterior.
Albert Bandura es uno de los psicólogos que forman parte del comienzo de la integración del cognitivismo en el conductismo, complementando las teorías desarrolladas por psicólogos como Skinner con nociones nuevas sobre el aprendizaje y los procesos psicológicos que intervienen en él para generar cambios de comportamiento.
En este trabajo se conocerá más sobre Albert Bandura, su vida, sus logros y sus importantes teorías que han sido revolucionarias y la base de la psicología cognitivo-conductual.
1. Albert Bandura
Albert Bandura es un psicólogo canadiense de familia ucraniana, nacido en 1925 en la ciudad de Mundare, provincia de Alberta, y perteneciente a la corriente cognitivo-conductual. Actualmente es profesor de la universidad de Standford en California, cargo que posee desde 1953 (Boeree, 1998). Obtuvo su grado de Bachiller en Psicología por la Universidad de Columbia Británica, graduándose en 1949 y su Maestría y Doctorado en la Universidad de Iowa en 1951 y 1952 respectivamente (Boeree, 1998).
Bandura es conocido por su teoría del aprendizaje social, la teoría de la auto-eficacia, su experimento con el muñeco bobo y por ser uno de los psicólogos que marcó la transición entre conductismo y cognitivismo. Debido a sus importantes teorías, ha recibido el título de Doctor Honoris Causa dieciséis veces, en universidades como de Roma, Indiana, Leiden, Berlín, Salamanca, entre otras por sus contribuciones en psicología (USAL, 2000).
Además, Bandura ha sido además presidente de la American Psychological Association en 1974; en 1980 es nombrado presidente de la Western Psychological Association y en 1999 recibió el título de presidente honorario de la Asociación psicológica canadiense (Boeree, 1998).
Adicionalmente, Bandura salió, según un análisis, como el cuarto psicólogo más citado de todos los tiempos luego de Skinner, Piaget y Freud (Haggbloom, 2002); y también, es considerado el psicólogo vivo más importante (Foster, 2006; The Vancouver Sun, 2007). (Haggbloom, 2002) y de los más influyentes de todos los tiempos (Boeree),
2. Teoría del Aprendizaje Social
Entonces el Aprendizaje Social es una perspectiva que menciona que las personas aprenden de acuerdo a su contexto social.
Como se sabe, el conductismo planteaba que la conducta estaba regida por el ambiente en el que se desarrollaba el individuo, centrándose en variables observables, medibles y manipulables, dejando de lado todo lo que no esté disponible para ver o manipular, que sea subjetivo y/o interno, como “lo mental” por ejemplo (Boeree, 1998). Bandura consideró estos planteamientos como simplistas, entonces decidió agregar algo más a esa teoría: es cierto que el ambiente moldea el comportamiento de una persona, pero la persona moldea también el ambiente con sus características internas (actitudes, habilidades cognitivas, factores biológicos, afectivos, etc), a esto llamó Determinismo Recíproco (Bandura, 1986), que se explicará más adelante.
Julian Rotter (1954) había mencionado que la respuesta a una acción influía en la conducta, ya que una persona busca siempre recibir respuestas favorables y evitar las respuestas negativas; de modo que si la persona creía que recibiría una respuesta positiva o la esperaba, habría más posibilidades de realizar la acción, entonces si se obtenía una respuesta positiva al comportamiento dado, este se vería reforzado y el individuo lo repetiría.
Bandura expande los estudios de Rotter en relación al aprendizaje social. En primer lugar, en 1961, Bandura realizó un experimento conocido como “El muñeco Bobo”. El experimento consistía en tres grupos de niños en edad preescolar, un grupo expuesto a imágenes de adultos golpeando e insultando al muñeco Bobo, otro grupo de niños expuesto a imágenes de adultos siendo pacíficos con el muñeco y un tercer grupo neutro al que no se le mostraron imágenes de adultos interactuando con el muñeco; el experimento demostró que los niños que vieron las imágenes de adultos siendo agresivos con el muñeco repetían las mismas acciones violentas (Bandura y Ross, 1961). Así se observó que los niños cambiaron su comportamiento simplemente observando al adulto, diferenciándose de las teorías de aprendizaje conductista (Boeree, 1998).
En 1963, se desarrolló un experimento similar en el que se mostraba de nuevo un video parecido al anterior, sólo que con pequeñas variaciones. Se tomó tres grupos de niños a los que se les mostró el vídeo de un adulto agrediendo al muñeco bobo; en el primer vídeo, luego de la agresión el adulto era premiado con caramelos; el segundo vídeo terminaba exactamente después de que el adulto agredía a Bobo, sin consecuencia ni favorable ni desfavorable para el agresor; y en el tercer video, aparecía una advertencia al final contra el adulto agresor en el que se le decía “No lo hagas”. Los resultados mostraron que en el tercer grupo el comportamiento agresivo fue menor que en los otros dos grupos. Sin embargo luego de hablar con los niños se constató que en todos los grupos habían aprendido el comportamiento agresivo, sin embargo en el tercer grupo dicho comportamiento no se dio como en los otros dos grupos. Esto demuestra que el castigo o el reforzamiento no influyen en el aprendizaje, sino en la conducta (Bandura, 1965).
2.1 Aprendizaje Vicario
Así Bandura plantea lo que denomina como Aprendizaje Vicario, esta forma de aprendizaje está basada en la observación y en la capacidad de las personas de imitar modelos modificando así su comportamiento. El individuo sólo observa, el modelo es quien realiza las acciones, por lo que el aprendizaje en este caso no depende de la experiencia directa. Existe también una diferenciación entre lo que es aprendizaje latente y ejecución; como se vio con el experimento del muñeco bobo, los comportamientos pueden aprenderse sin necesidad de reforzamiento, sin embargo, para que estos comportamientos se ejecuten es necesario un reforzamiento que no tiene que ser enfocado al observador, sino al mismo modelo. De ahí se desprenden dos términos (Mazur, 1990)
• Reforzamiento vicario: el individuo observa al modelo ser reforzado
• Castigo vicario: el individuo observa al modelo ser castigado
Para el aprendizaje dentro de esta teoría los modelos son una fuente importantísima para adquirir un cambio conductual (Sims y Manz, 1982). De acuerdo a Bandura el aprendizaje observacional se da a través de tres modelos (Sincero, 2011):
• Modelo vivo:
o Una persona es la que demuestra el comportamiento deseado.
• Modelo verbal:
o Un individuo describe al detalle el comportamiento deseado y dirige a la persona para la realización del mismo.
• Modelo simbólico:
o Cuando el moldeamiento de la conducta se da a través de los medios: televisión, películas, literatura, etc. En ellos se presentan tanto personajes reales como ficticios realizando el comportamiento.
Luego, Bandura propone el que moldeamiento de la conducta por observación requiere cuatro pasos (Sincero, 2011):
• Atención: para que un individuo pueda aprender, debe prestar atención al modelo y su comportamiento. Generalmente cuando el modelo es alguien importante, un artista, alguien famoso, o alguien parecido a nosotros se le presta más atención que a otro tipo de modelos (Mazur, 1990). De la misma manera, todo aquello que suponga un freno a la atención, resultará en un detenimiento del aprendizaje, incluyendo el aprendizaje por observación, por ejemplo; estás cansado, drogado, enfermo, nervioso, etc. Aprenderás menos. Igualmente ocurre si estás distraído por un estímulo competitivo. Alguna de las cosas que influye sobre la atención tiene que ver con las propiedades del modelo. Si el modelo es atractivo o prestigioso o parece ser particularmente competente, prestaremos más atención. Y si el modelo se parece más a nosotros, prestaremos más atención. Este tipo de variables encaminó a Bandura hacia el exámen de la televisión y sus efectos sobre los niños (Boeree, 1998).
• Retención: las personas deben ser capaces de retener la información para poder aprender lo observado y posteriormente reproducirlo. Aquí es donde la imaginación y el lenguaje entran en juego: guardamos lo que hemos visto hacer al modelo en forma de imágenes mentales o descripciones verbales.
• Reproducción: es la repetición del comportamiento observado, las personas deben ser capaces de organizar sus respuestas para obtener el comportamiento del modelo, esto mejora con la práctica. Y otra cosa más, nuestras habilidades mejoran aún con el solo hecho de imaginarnos haciendo el comportamiento. Muchos atletas, por ejemplo, se imaginan el acto que van a hacer antes de llevarlo a cabo.
• Motivación: debe haber
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