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Alcoholismo


Enviado por   •  24 de Agosto de 2014  •  1.772 Palabras (8 Páginas)  •  146 Visitas

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ALCOHOLISMO

Conocido también como el Síndrome de Dependencia Al Alcohol; el alcoholismo es una enfermedad crónica que se manifiesta por el habito de beber repetidamente de tal forma que se deduce que el bebedor perjudica su salud y su funcionamiento social y económico.

El Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo (NIAAA) define al alcoholismo como una enfermedad que se caracteriza por los siguientes elementos: deseo insaciable de beber alcohol, pérdida de control al beber, dependencia física que se evidencia con síntomas de abstinencia y tolerancia, visto en la necesidad de aumentar la cantidad de alcohol ingerido para sentirse embriagado o intoxicado.

CARACTERÍSTICAS DE LA FAMILIA DEL ALCOHÓLICO:

Algunos autores (FAD, 1993; Zaldívar, 1998; Vacca, 1999 & García, 1999) señalan que en una familia donde existe el problema del alcoholismo, van a ser evidentes ciertas características, propias del desajuste y la desorganización familiar, se mencionan las siguientes:

1. Desintegración familiar.

2. Problemas en la comunicación.

3. Padres excesivamente permisivos o autoritarios.

4. Padres hostiles, rechazantes o poco afectuosos.

5. Integrantes con baja autoestima.

6. Presencia del maltrato físico y/o psicológico.

7. Temor a expresar sus sentimientos.

8. Poca capacidad de tomar decisiones para establecer límites claros.

9. Padres consumidores de otras drogas.

10. Ausencia física y/o emocional de sus miembros.

11. Codependencia.

Al respecto Cendeño (1990) refiere que en la dinámica familiar del enfermo alcohólico predomina un contacto inadecuado entre sus miembros, algunos de los familiares establecen contactos insanos con él, lo rechazan, lo agreden y la mayoría de las veces no hacen contacto, se aíslan. Ellos descalifican la presencia del familiar alcohólico, sus palabras, sus órdenes, consejos y recomendaciones terminan por aislarse de él, de sí mismos y de los demás; es decir finalmente no establecen contacto entre sí, ni con el ambiente. Se puede observar que en la forma de relacionarse del grupo familiar de un alcohólico, no se da el fluir del ritmo básico del funcionamiento para un contacto sano.

Generalmente no se ofrecen afecto y los estímulos físicos y emocionales que brindan el amor y la aceptación casi no están presentes.

Además, el estrés derivado de alojar a un bebedor problemático en la familia puede manifestarse de distintas maneras: a veces, los niños presentan trastornos de comportamiento que revelan dificultades familiares; otras, un esposo o esposa pide ayuda, o experimenta su propia reacción patológica a las dificultades impuestas por la convivencia con una persona con un problema de alcohol; otras, el mismo sistema familiar se derrumba o sus funciones son dañadas hasta el punto de hacerse necesaria la ayuda e intervención profesional; pero raramente acudirá la persona con el problema al especialista en busca de ayuda. Por otro lado, muchas veces, la tolerancia y encubrimiento proporcionado por la familia, con el fin de asegurar la perpetuación de la unidad familiar, retrasan el reconocimiento del problema e inhiben la intervención.

NIVEL PERSONAL Y PSICOLOGICO

La patología alcohólica, conlleva múltiples trastornos psicológicos en el individuo que, impiden una relación familiar, social, laboral e incluso personal, atractiva para él mismo, lo que es indicativo de cambios de percepción de las cosas y situaciones, que le producen deterioro a nivel cognitivo (pensamiento) y emocional.

Mientras se está bajo los efectos del alcohol, se vive en un mundo irreal, ilusorio, donde el razonamiento está completamente anulado, pero que, por el contrario, para el enfermo alcohol, está plenamente ajustado a la realidad, considerándose objetivo y justo en todo momento, percibiendo este error cuando los efectos de la bebida han disminuido o se han eliminado.

La persona con problemas de bebida, tiene una permanente disonancia cognitiva y/o ambivalencia, es decir, lo que piensa no se ajusta con lo que hace, por lo tanto se siente mal. Es sencillo, quien empieza a comprobar que tiene un problema real con el consumo de bebida, considera: “me gustaría no tener problemas por el alcohol pero sin dejar de beber”. “Es consciente que el alcohol le produce daños pero sigue bebiendo, por ello se siente mal tras haberlo bebido”.

Como rasgos muy generales de personas con problemas de alcohol, destacaríamos:

 Mayor irritabilidad que la población general

 Cambios bruscos de humos.

 Ansiedad por beber.

 Culpabilidad por haber bebido.

 Personalidad disforia (alteración del estado de ánimo) que acaba en celopatías.

 Inseguridad, desgana y despreocupación.

 Reiterativo y falta de sinceridad.

 Desajuste emocional y pena interna

 Conflictos neurológicos

 Trastornos de carácter.

 Falta de maduración.

 Depresión y sentimientos de desesperanza.

 Soledad y vacío interior.

 Egocentrismo, hipersensibilidad.

 Escasa tolerancia a la frustración.

 Conductas pasivas en situaciones críticas.

 Miedo al fracaso

 Sentimientos de inferioridad y timidez.

 Idealismo excesivo, lejos de la realidad.

 Conformidad con el grupo -muy importante en los jóvenes-

 Inmadurez afectiva.

 Inmadurez emocional.

 Pasividad y dependencia.

 Depresión y ansiedad.

 Actitud

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