Analisis Clinico De La Sirenita

Al escuchar “La Sirenita” la mayoría pensaría en la pequeña pelirroja de Walt Disney, sin imaginar que en la historia original escrita por Hans Christian Andersen la princesa del mar tenía un trastorno psicológico.

La sexta hija del Rey Tritón sufría del trastorno de personalidad por evitación, cuya característica principal es la inhibición social. Comúnmente comienza en la adolescencia, durante el cuento la princesa crece de los diez a los quince años.

La característica principal del trastorno es la extrema timidez a pesar de la fuerte necesidad de intimidar.

Debido a que son personas hipersensibles a la posibilidad de ser rechazados, criticados o simplemente desaprobados. Marcan una fuerte distancia con los demás a pesar de su fuerte deseo de cercanía.

Debido a que emocionalmente sienten vergüenza y aprensión. Sumando el hecho de que la aceptación incondicional es relativamente no es común. Suelen experimentar rutinariamente tristeza, soledad y angustia. Graves dificultades para establece relaciones No se le conoce ninguna amiga, novio, se enamora del príncipe por que lo vio en una estatua.

Distanciamiento emocional cuando intiman: Ella vivía muy cerca del príncipe, pasaban la mayoría de los tiempos juntos. Él le mencionaba su aprecio “mi linda esposita de elocuente mirada” pero aún así el príncipe no la hacia su novia.

Incapacidad o dificultad para tener relaciones íntimas, románticas o sexuales: “la quería como se puede querer a una niña buena y cariñosa; pero nunca le había pasado por la mente la idea de hacerla reina”. El príncipe al verla bailar se emociono tanto que “quería tenerla siempre a su lado, y la autorizó a dormir delante de la puerta de su habitación” además “Mandó que le hicieran un traje de amazona para que pudiese acompañarlo a caballo”. A pesar que tenía todo a su favor no pudo convencer al príncipe que la convirtiera en su esposa.

Suelen fantasear idealizando las relaciones con los demás: Desde los diez años se enamoro del joven de la estatua de mármol que encontró. Cuando supo de su existencia se acercaba lo más que podía para contemplarlo. No podía olvidar cuando le salvo la vida y el beso que le habia dado, pero “ él lo ignoraba; ni en sueños la conocía”

Carecen de criterios personales para juzgarse en forma positiva. Se basan exclusivamente en cómo creen que les perciben los demás: En ninguna parte del cuento vemos a al princesa preocupada de cómo va ser juzgada en su vida presente. Pero sí leemos que si el principe no se casa con ella morirá y se convertirá en espuma. En pocas palabras su vida depende en la aceptación de otro.

Preocupación con fantasías y ensueños diurnos: Le agobiaba como funcionaba el mundo de los humanos más que el propio

“cada

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