Analisis Experimental De La Conducta
11 de Noviembre de 2012
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UNIDAD 1
CAPITULO 1
PROGRAMA DE PSICOLOGÍA
EXPERIMENTAL Y METODOLOGÍA
Análisis Experimental de la Conducta
CONCEPTOS BÁSICOS
Rubén González
Arturo Bouzas
UNIDAD 1
CAPITULO 2
CONCEPTOS BÁSICOS
Términos clave
Conducta Clase de respuesta
Respuesta Principios conductuales
Ambiente Procedimiento de cambio conductual
Estímulo Reforzamiento positivo
Conducta respondiente Reforzamiento negativo
Habituación Castigo tipo I
Elicitar Castigo tipo II
Reflejo Incondicionado
Condicionamiento respondiente Reforzador / castigo incondicionado
Estímulo incondicionado Reforzador / castigo condicionado
Estímulo neutral Extinción
Estímulo condicionado Control de estímulos
Extinción respondiente Estímulos antecedentes
Conducta operante Triple contingencia
Contingencia Evento
Emitir Historia de reforzamiento
Consecuencia conductual
Condicionamiento operante
Este capítulo define los conceptos fundamentales necesarios para un análisis científico de la conducta y presenta algunos principios básicos de la conducta descubiertos por este análisis. Todos los principios presentados en este capítulo se examinan detalladamente más adelante. Sin embargo, una explicación inicial proporcionará al estudiante mayor información y un campo de referencia para facilitar la comprensión del texto, antes de una revisión más detallada.
El primer concepto que se revisa es el más importante de todos -la conducta-. Después se definen los conceptos del ambiente y los estímulos, por estímulos del ambiente se entiende que son las variables de control de principal interés en el análisis conductual aplicado. El capítulo presenta después varios de los descubrimientos más importantes producidos por el estudio científico de las relaciones entre la conducta y el ambiente. Se describen los dos tipos de comportamiento más importantes -respondiente y operante- y se presentan las formas básicas en las cuales los estímulos ambientales influyen en cada tipo de conducta. Se explica el término de triple contingencia -un concepto que expresa las relaciones temporales y funcionales entre la conducta operante y el ambiente - y su importancia como punto focal en el análisis experimental de la conducta. El capítulo finaliza con una discusión de la complejidad de la conducta humana, y la dificultad para analizarla y controlarla en escenarios aplicados.
CONDUCTA
La forma en la cual una disciplina científica define su objeto o sujeto de estudio, ejerce una profunda influencia sobre el progreso de la disciplina como un campo de investigación coherente. Por supuesto, la forma en que una disciplina define su objeto de estudio, determina en gran parte los métodos de medición y manipulación experimental que son apropiados y posibles. Apoyándose en la definición de Skinner (1938), la conducta es “el movimiento de un organismo o de sus partes dentro de un marco de referencia proporcionado por el organismo, o por varios objetos o campos externos” (p.6), Johnston y Pennypacker (1980) propusieron una definición de conducta que ofrece la conceptualización más sólida y la delineación empírica más completa del concepto.
La conducta de un organismo es aquella porción de la interacción del organismo con su ambiente que se caracteriza por movimientos detectables en el espacio a través del tiempo y que resultan en un cambio medible al menos en algún aspecto del ambiente (p. 48).
Johnston y Pennypacker continuaron elaborando los elementos principales de su definición. La frase conducta de un organismo restringe el objeto de estudio a la actividad de los organismos vivos, dejando fuera del uso científico del término, nociones tales como la conducta de un marco de madera.
La frase porción de la interacción del organismo con el ambiente, especifica las condiciones requeridas necesarias y suficientes para la ocurrencia de la conducta como:
(1) la existencia de dos entidades separadas, organismo y ambiente; y (2)la existencia de una relación entre ellas. La conducta no puede ocurrir en un medio vacío, ni puede ocurrir en ausencia de vida. Los estados internos del organismo sean reales o hipotéticos, no constituyen eventos conductuales, porque no denotan ningún proceso interactivo. Estar hambriento o estar ansioso son ejemplos de estados que en ocasiones se confunden con la conducta y se utilizan para explicarla. Ninguna de estas frases especifica un agente del ambiente con el que el organismo hambriento o ansioso interactúa, por lo que no está implicada ninguna conducta. De manera similar, las condiciones independientes o los cambios en el ambiente, no definen la ocurrencia de la conducta porque no se especifica ningún proceso interactivo. Un animal caminando en la lluvia se moja, pero “mojarse” no es una instancia de la conducta (Johnston y Pennypacker, 1980).
La conducta es movimiento, sin considerar una escala; por esta razón la frase desplazamientos en el espacio a través del tiempo. Además de excluir todos los estados del organismo, la definición no incluye como un evento conductual el movimiento producido por la acción de fuerzas físicas independientes. Así, el que una fuerte ráfaga de viento te sople no sería un ejemplo de conducta; tanto los organismos como los objetos sin vida se mueven de manera similar, cuando hay un viento suficiente. La conducta sólo puede ejecutarse por organismos vivos.
Las características medibles de la conducta también se resaltan en la frase señalada. La conducta se debe ver como un proceso continuo que ocurre a través del tiempo, “El tiempo es un parámetro universal de la conducta y de este modo figura de manera importante en el desarrollo de unidades apropiadas de medición” (Johnston y Pennypacker, 1980, p. 50). Johnston y Pennypacker se refieren a estas dimensiones fundamentales por las cuales la conducta se puede medir, como locus temporal (cuando ocurre una conducta específica en el tiempo), la extensión temporal (la duración de una conducta dada), y replicabilidad (la frecuencia con la que una conducta específica ocurre a través del tiempo). La dimensión de la conducta más importante y básica es la frecuencia de ocurrencia. En el análisis experimental, la ocurrencia y no ocurrencia de una conducta se debe medir confiablemente. Sin una medición precisa, es imposible determinar las variables que controlan la conducta.
Johnston y Pennypacker (1980), mencionan que “la cualidad más importante para la dirección de la ciencia de la conducta” se encuentra en la última parte de su definición: esto resulta en un cambio medible por lo menos en algún aspecto del ambiente.
Debido a que el organismo no se puede separar de un ambiente y debido a que conducta se refiere a las relaciones entre el organismo y el ambiente, es imposible para un evento conductual no influir en el ambiente de alguna manera. Siendo este el caso, el ambiente sirve como anclaje para la relación definida y proporciona los medios mediante los cuales la relación (conducta) se puede detectar y medir. En otras palabras, por definición, la conducta se debe detectar y medir por sus efectos sobre el ambiente (p. 51).
O en las palabras de Skinner (1969):
Para ser observada, una respuesta debe afectar el ambiente -debe tener un efecto sobre un observador o sobre un instrumento el cual en su momento puede afectar a un observador. Esto es tan verdadero como la contracción de un pequeño grupo de fibras musculares al presionar una palanca (p. 130).
El término conducta usualmente se utiliza para referirse a un amplio grupo o una clase de movimientos que tiene en común ciertas dimensiones (por ejemplo, la conducta de aplaudir) o funciones (por ejemplo, la conducta de estudiar). El término respuesta se utiliza para referirse a una instancia específica de una conducta particular. La manera en la cual una respuesta se define, es de gran importancia dadas las instancias específicas de la conducta -las respuestas- ya que son el foco de observación y evaluación en estudios conductuales (Skinner, 1969). En otras palabras, la respuesta es la unidad de análisis medible en la ciencia de la conducta. Por ejemplo, en un estudio de la conducta de escritura a mano, la escritura de letras individuales del alfabeto podría ser la unidad de medición y análisis.
AMBIENTE
La ciencia de la conducta pretende descubrir leyes o afirmaciones que describan las relaciones funcionales entre la conducta y el ambiente. Johnston y Pennypacker (1980) definen al ambiente como:
el conglomerado de circunstancias reales en las que el organismo o las partes del organismo existen. El término podría incluir otras partes o aspectos del organismo distintas del que es objeto de estudio. Así, el término apropiado denota un universo de eventos que difieren de una instancia a otra (p. 53).
Estímulo es el término general utilizado para describir aspectos específicos del ambiente que se pueden diferenciar entre sí. En cualquier estudio, el término estímulo usualmente se utiliza en referencia a aquellas variables del ambiente que el experimentador controla y manipula en alguna forma, para determinar su influencia sobre la conducta bajo investigación.
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