Análisis y relación de la Psicología Social con el documental "Gimme the power"

Gimme the power!

Almeda Adolfo Ariadna Abigail, 2259.

Los fenómenos sociales tienen una influencia muy particular en los humanos, lo que no es una situación azarosa, pues somos tan sociales como individuales. Cuando se habla de México como país, se tienen que tomar en cuenta tantos sucesos como muertes, pues nuestra historia se ha transformado, y por tanto, nos ha transformado a nosotros.

No es posible separarnos de nuestra historia como mexicanos, y no es por ser nacionalistas, sino porque son todos y cada uno de los momentos que han formado a nuestro país lo que nos moldea a nosotros como sociedad y como individuos.

Pobreza de muchos, riqueza de pocos, corrupción, muerte… son todos parte de lo que hemos sido y seremos como nación; nuestros miedos, rabia y desesperación han creado generaciones que buscan cambiar, transformar y crear un futuro diferente.

Lo anterior no es nuevo en lo absoluto, y en el documental de “Gimme the power” nos queda muy claro que esta búsqueda de libertad por parte de los jóvenes ha sido un suceso que carga una historia de frustración de generaciones enteras, y esto ha tenido una influencia sumamente fuerte en cada persona de formas diferentes.

La música siempre ha sido un medio de expresión con un poder que en muchas se subestima. Sus mensajes pueden alcanzar fácilmente a públicos que mediante la simple palabra -quizás- no recibirían lo que los artistas quieren expresar. Es mediante la música, que visiones, opiniones, quejas y exigencias crecen, se comparten y se entienden, por lo que no es extraño pensar en la revolución que representó el rock en su momento.

Diversas son las disciplinas que tienen por objeto el estudiar estos fenómenos, pero es la psicología la que se encarga del nivel individual de ellos.

La psicología social, se encarga entonces de entender y explicar cómo ocurre esto, cómo los individuos (con todas las dimensiones que los conforman y las características que otros perciben), influyen en la psicología de otros individuos.

Pensar entonces en todos los momentos difíciles que como mexicanos hemos enfrentado permite entrever las razones muchas actitudes y comportamientos que las personas expresan. Es relativamente reciente que la libertad de expresión sea lo más cercano a una libertad genuina y no controlada más que por los propios ciudadanos con sus opiniones y visiones, sin una intervención directa del gobierno (a menos que seas periodista, que entonces la situación cambia totalmente). Y eso es gracias a todos los movimientos sociales que han ocurrido a lo largo del tiempo; la rebeldía se vio y se compartió, se difundió por medio de lo que nos une a todos sin barrera alguna: el arte.

Porque el ver a los demás ser libres, el escuchar opiniones distintas a las tradicionales, el entender que las cosas no tienen que permanecer estáticas, genera un revuelo en el individuo y lo que cree. En su visión de lo que es capaz y no de hacer, en su expresión, en su existencia.  

Lo social es tan importante como lo individual, las relaciones con el mundo exterior tienen una importancia que puede notarse con sólo mirar la historia, que pueden verse con el simple hecho de ver cómo los jóvenes dejaron atrás (en su mayoría) esa sumisión que los caracterizaba. Eso que como mexicanos nos representaba, ser agachones y miedosos.

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