Asesinos En Serie

Asesinos en Serie

La mayoría de los asesinos en serie tienen antecedentes enfermizos, frecuentemente, fueron víctimas de abusos durante su infancia, ya sea física, sexual o psicológicamente, en algunos casos la correlación que existe entre la víctima y el victimario es muy cercana, el asesino que tortura sabe muy bien quién es la persona con la que se está enfrentando trata de suponer el pensamiento y todo lo que trata de pasarle por la mente a la victima sin interesarle lo que la victima sienta, humillándole y torturándole hasta que sufra y sienta dolor, la víctima se convierte en un objeto para el asesino hasta que rompa toda su fantasía y este sienta placer.

La experiencia en la cual se somete el ser humano puede mostrar a una persona que sepa enfrentarse a un mundo que pueda ver la verdad de quién es y que es el mundo real al que tiene que enfrentarse a consecuencias y a un mundo físico donde se originan las intuiciones, suposiciones u ocurrencias de cualquier tipo, que se nos pudiera venir por la cabeza, eso es lo que se puede esconder en un asesino en serie.

Sin embargo, JEREMY BENTHAM (un filosofo, pensador ingles, padre del utilitarismo) planteaba en la formulación de la doctrina utilitarista plasmada en una de sus obras principales “Introducción a los principios de moral y legislación”, en ella consideraba que todo acto humano, norma o institución deben ser juzgados según la utilidad que tienen, esto es, según el placer o el sufrimiento que producen en las personas. En un asesino en serie planteando esta formulación este fundamentaría una nueva ética, basado en el goce de la vida y no en el sacrificio ni en el sufrimiento de la víctima y de sí mismo.

El último objetivo a lograr de un asesino en serie es la mayor felicidad para el mayor número de placer y satisfacción, viéndolo desde el punto filosófico de J. BENTHAM, asegura que todo ser humano, como cualquier organismo vivo, tiende a buscar placer y a evitar el dolor.

Los asesinos en serie no tienen límite de conducta moral, donde les permite o impide la realización de tales objetivos, por ello en principio, el Principio moral de un asesino puede ser bueno ya que no siguen sistemas morales de una sociedad si no de sí mismo con sus propios principios donde crece el individualismo.

BENTHAM y MILL plantearon a través de ejemplos imaginarios, donde hay dos maneras de distinguir las acciones caritativas de las personas, por medio del utilitarismo buscando satisfacción de preferencias incluyendo la felicidad, actuando de tal modo que produzca el mayor número de placer respondiendo a sus acciones. El asesino en serie debe responderle a una sociedad con sus acciones matando y torturando sin importarle hasta que alcance pueda llegar pudiendo ser libre de recriminaciones que le aporta a la sociedad. Donde busca un ser perfecto en el que adquiere ideas reales substanciales que muchas veces las experiencias a las que se someten solo sean engaños que logra por los sentidos, muchas veces el asesino por buscar su realidad substancial se equivoca al confundir lo real con lo material, al buscar lo real se centra en solo el dolor de las víctimas y lo que él pueda sentir por placer y por fantasía, lo material lo deja a un lado porque no le importa qué y quien lo rodea, no sabe de qué lado está por la satisfacción que le muestra lo real o un espacio que para él no existe si no solo sus víctimas.

Al asesino le interesa su placer individual fundamentándolo con el existencialismo acercándolo a la filosofía del danés del siglo XIX SOREN KIERKEGAARD, el primer escritor que se califico como existencialista buscando insistir en que el bien más elevado para el individuo es encontrar su propia y única vocación, como escribió en su diario “Tengo que encontrar una verdad que sea verdadera para mí… idea por la que pueda vivir o morir”. Otros escritores existencialistas mostraron interés en la creencia de KIERKEGAARD dándole importancia a que el individuo ha de elegir el camino propio sin la ayuda de modelos universales. Todos los existencialistas resaltan la importancia de la acción individual recalcando una decisión moral y verdadera sobre el individuo, insistiendo en la experiencia personal según sus propias convicciones

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