Psicol-Asesinos En Serie
zeuqsav15 de Marzo de 2013
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I. INTRODUCCIÓN
Es mucha la expectación que nos crea los asesinos seriales y en general todo lo relacionado con los casos de asesinatos, violencia y maltratos. Nos surgen preguntas acerca de esas personas: Cómo serán sus vidas, qué debe de pasar por sus mentes para cometer tales asesinatos, como es posible que una persona pueda llegar a esos extremos, etc. Es más en algunos de los casos más de uno hemos llegado a pensar matar a alguien para ver lo que sentimos o simplemente viviendo situaciones de profunda tensión hemos sentido el deseo interior de acabar con la vida de alguien que tenemos enfrente.
¿Pero qué es lo que diferencia a un asesino serial de un ciudadano de a pie que en un día estresante piensa en asesinar a su jefe o de un asesino en masa?. ¿Cuáles son las patologías existentes?. ¿Cuál es el modus operandi de cada asesino?. ¿Nacemos todos con una asesino oculto o más bien es la sociedad y el mundo en el que vivimos el que va formando a futuros asesinos?. Estas y otras muchas preguntas serán abordadas a lo largo de los sucesivos apartados gracias a la psiquiatría, neuropsicología o a lo que durante mucho tiempo se ha llamado psicología clínica y más concretamente el campo de la personalidad.
Pero a la hora de encontrarnos con unos asesinos en serie no sólo se tiene en cuenta la tipología de cada persona sino que además se lleva un rigurosos análisis acerca de muchas variables que a veces a las personas no entendidas en este campo pueden escapársenos. Pero un buen policía de un cuerpo criminal o un criminalista o simplemente una persona interesa en conocer más a fondo todo lo que conlleva un crimen debe al menos conocer ciertos aspectos teóricos y prácticos.
II. RECUENTO HISTÓRICO
A pesar de que el término serial killer fue acuñado apenas en 1971, viejas fábulas infantiles (tales como las narradas por los hermanos Grimm) nos enseñan que siempre ha existido el peligro de confiar en los extraños. Los criminales de ese entonces: vampiros, hombres lobos, trolls y brujas eran metáforas de lo que hoy conocemos como asesinos seriales. Estas viejas historias nos recuerdan a los actuales monstruos que viven en nuestra sociedad. Con toda seguridad se puede afirmar que siempre han existido los asesinos seriales, que representan el eterno sadismo y crueldad del ser humano.
Hombres Lobo
La licantropía pone de manifiesto el horror al sin sentido del crimen sexual. Los estudiosos del tema han descubierto que estos locos, tuvieron en jaque muchas aldeas europeas durante el siglo XVI. Tanto que las autoridades consideraban el problema como de "gran presión social."
Famosos hombres lobo del medioevo, el francés Gilles Garnier y el alemán Peter Stubbe ambos mataban niños, los destripaban y aun comían de sus despojos. Stubbe llegó al extremo de matar a su propio hijo y después devorar su cerebro. El mito es todavía popular en nuestros días, hay quien asegura que la luna llena despierta a los hombres lobo. Albert Fish, asesino de niños, se dijo influenciado por el ciclo lunar y declaró que disfrutaba bailar desnudo durante las noches de luna llena.
Frankestein
El Dr. Frankestein, creación de Mary Shelley, trataba de conseguir el poder más anhelado, el poder de generar la vida como un Dios. Reuniendo partes de cadáveres y así construir un nuevo ser. Ahora bien, esto tiene relación directa con algunos psicópatas de nuestros días. Dahmer y Nilsen ambos operaban con los cadáveres en busca de compañía. En particular Dahmer manipulaba algunos con el fin de crear su propio zombie, quien nunca se negara a su voluntad. Nilsen disponía de los cadáveres de sus víctimas, los manipulaba y le hacían compañía. Decía que en ese estado "poseían la mejor imagen de ellos." Eddie Gein robaba despojos del cementerio local para reconstruir a su madre. También tenía toda una colección de artefactos y utensilios hechos con huesos y recubiertos de piel humana.
Dr. Jeckyll y Mr. Hyde
El escritor Robert Louis Stevenson tuvo la genialidad de lograr delinear parte del perfil psicológico del asesino serial moderno. Y es que la literatura siempre es espejo social de la época. Esa es la peculiaridad del asesino: goza de una apariencia benigna, anormalmente normal. Por fuera podemos ver al caballeroso Dr. Jeckyll y por dentro hay una grotesca bestia tratando de salir, transfigurando al individuo en Mr. Hyde. Edmund Kemper cultivaba la personalidad del gigante bonachón (6'9'' de estatura) y de ese modo atraía a sus víctimas quienes no dudaban en pedirle aventón. John Wayne Gacy se disfrazaba de payaso. Era la labor social que tanto le funcionaba. Cínicamente declaró: "... ustedes saben, un payaso es lo más lejano a un asesinato."
Vampiros
Otro monstruo popular es sin duda el vampiro, metáfora que surge dentro de la rígida y moralista sociedad victoriana. Su irrupción es sintomática del estrés y la represión sexual típica de la época. La repentina aparición de un monstruo lujurioso por la sangre, es notable. Es tan claro el tipo de desviación respecto a la sangre que se pueden localizar fácilmente a los vampiros modernos. Tenemos unos cuantos para nombrar:
• El Vampiro de Dusseldorf, Peter Kürten
• El Vampiro de Hanover, Fritz Haarmann
• El Vampiro de Sacramento, Richard Chase
En especial Kürten disfrutaba como se desangraban sus víctimas, a veces tragando inclusive la sangre que manaba de las heridas. En otras ocasiones hallaba placer al sentir la sangre caer sobre la palma de su mano.
El estudioso del tema Eliott Leyton opina que el asesinato serial surge a la par de las modernas ciudades industriales del siglo XIX. Basa su teoría en la premisa de que el asesinato contra los extraños, es inexistente en las llamadas sociedades "primitivas." Sin embargo es en las ciudades de atmósfera asfixiante, donde hay calles en que ni la luz llega y en que transita todo mundo, donde residen los pordioseros y otros marginados sociales donde pega más fuerte la plaga del asesino serial.
Durante el siglo XIX dejó de culparse al demonio como única fuente del mal y la destrucción en el mundo. Ahora los ojos de los científicos y los escritores miraban hacia las personas, tratando de descubrir a la bestia escondida dentro.
Las teorías de Darwin enlazaban a la bestia y al ser humano como nunca antes se había imaginado. ¿Qué tan lejos estabamos de aquellos hombres mono prehistóricos? Una posible respuesta la dieron los investigadores Cesare Lombrosio y Max Nordau quienes creían que los hombres violentos tenían rasgos primitivos, con mandíbulas pesadas y frente pequeña. A pesar de que la teoría del perfil lombrosiano tuvo evidencia estadística, hoy ésta no es aceptada por los especialistas. De todos modos aún goza de gran popularidad.
III. PERFIL
Desde un punto de vista criminológico, cuando un asesino reincide en sus crímenes como mínimo en tres ocasiones y con un cierto intervalo de tiempo entre cada uno, es conocido como asesino en serie.
A diferencia del asesino en masa, que mata a varias personas de una sola vez y sin preocuparse por la identidad de éstas, el asesino serial elige cuidadosamente a sus víctimas seleccionando la mayoría de las veces a personas del mismo tipo y características.
El asesino serial que por lo general se observa, es un varón, que ataca generalmente a las mujeres, introspectivo, reservado, distante, de buenos modales, agradable, sin amigos, solitario en sus decisiones, hipobúlico, tímido, estudioso. Suele ser fácilmente descartado como sospechoso por su historia de persona pasiva que no reacciona frente a la violencia. Ordenado, meticuloso, pulcro.
Es particularmente propenso a delinquir cuando ha sufrido una pérdida en su autoestima, se han burlado de él, ha sido rechazado sexualmente o ha cuestionado su masculinidad.-
Compensa con el acto delictivo, esta situación de minusvalía recuperando su narcisismo, su egocentrismo y su vanidad hasta estar convencido de su poder al llevar a cabo sus delitos y escapar de las investigaciones policiales por ser más inteligente
Tras una fachada distante existe una profunda agresividad que no puede expresar. Imagina escenas que luego interpreta en sus agresiones.
En el momento del crimen, se excita mucho, se transforma, adquiere la seguridad que le falta y el impulso sexual asume el control de sus acciones. Por lo general luego del hecho no tiene remordimientos, no tiene piedad por sus víctimas ni está preocupado por las connotaciones morales de sus actos a los que alude sin mayor resonancia afectiva.
Para algunos autores, están obsesionados con fantasías sexuales desde mucho tiempo antes de la realización de los asesinatos.-
Una vez capturados, suelen confesar más crímenes de los que en realidad han cometido, debido a su afán de protagonismo y celebridad.
• Las mujeres: representan tan sólo el 11% de los asesinos en serie. Por lo general son mucho menos violentas y raramente cometen un homicidio de carácter sexual. Son metódicas, y muy cuidadosas. Planean el crimen meticulosamente.
A. SU NIÑEZ:
Muchos de los casos de asesinos seriales, han sufrido un infancia traumática debida a malos tratos físicos o psíquicos, por lo que tienden siempre a aislarse de la sociedad, la que consideran culpable y tratan de vengarse de ella exteriorizando tanto odio y violencia contenidos.-
En el 50% de los casos, el padre biológico se marcha antes de que el niño cumpla los 12 años, en los casos de la no ausencia del padre, él era autoritario y abusivo.
Según
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