Asesinos Seriales más Famosos
danielapalacios15 de Julio de 2014
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ASESINOS EN SERIE FAMOSOS DE LA HISTORIA
Andrei Romanovich Chikatilo “El carnicero de Rostov”
(Yablochnoye, 16 de octubre de 1936 - Novocherkask, 14 de febrero de 1994)
Considerado como el peor asesino en serie de la Unión Soviética, Andrei, desarrolló un desprecio muy grande hacia el sexo femenino por las constantes burlas de su comportamiento introvertido e impotencia sexual, que se distinguía por su eyaculación precoz.
Su victimología se basaba principalmente en personas retrasadas mentalmente, jóvenes, huérfanas la cuales fácilmente eran convencidas de hacerle compañía, gracias a su profesión como profesor que de alguna manera les convencía de acompañarle al bosque más cercano. Una vez muertas por 30 o 50 puñaladas, “El carnicero de Rostov” les mutilaba partes del cuerpo para después comérselas y lograr el orgasmo.
Su actividad criminal lo llevó a realizar al menos 52 asesinatos. Vivía una doble vida, como hombre casado trabajador y miembro de la sociedad comunista del momento, y como asesino dotado de gran habilidad para ganarse la confianza de los niños y disfrutar con impunidad de sus horrendos crímenes.
Actuaba principalmente en estaciones de ferrocarril y de autobuses. Después de doce años de actuar impunemente, finalmente fue descubierto en 1990.
En una ocasión estuvo detenido y al comparar su sangre con el semen encontrado en una víctima al no emparejar quedó en libertad. Otra vez libre continuó con sus crímenes.
Sin embargo los investigadores tenían la certeza de que él era la persona a la que buscaban, y al detectarlo en otra ocasión al salir de un bosque cerca de una estación confirmaron sus sospechas.
Vida:
Su padre Roman Chikatilo cayó prisionero de guerra por los nazis, la madre de Andréi, Anna Chikatilo le contaba a menudo a él y a su hermana menor que a su hermano mayor lo habían raptado para comérselo, Chikatilo quedó traumatizado por la historia de su hermano pero aquello era muy común en esos duros años. Este hecho marcaría notablemente al niño.
En la escuela era muy introvertido, era humillado por los otros compañeros, él se limitaba a escuchar y a aguantar. A medida que iba creciendo, se hacía más tímido con las mujeres, tal fue el problema que en la adolescencia tuvo una relación sentimental con una chica del pueblo pero su impotencia destruyó dicha relación.
Sirvió en el ejército y luego se dedicó a los estudios, deseaba licenciarse en Derecho pero suspendió el Examen de acceso a la universidad, decepcionado puso todo su empeño en prepararse profesionalmente obteniendo tres títulos: En Ingeniería, Marxismo-Leninismo, Lengua y literatura rusa.
En 1971 se graduó de maestro. Sentía una creciente atracción por las menores de doce años, y se colaba en los dormitorios para verlas en ropa interior mientras se masturbaba con la mano dentro del bolsillo. Más tarde Chikatilo se refugió en el estudio del comunismo, pero su fijación con el dogma político rayaba en la demencia.
A pesar de su problema, pudo encontrar una esposa, y aunque era incapaz de mantener una erección, sí podía eyacular. Logró alcanzar en contadísimas ocasiones la suficiente erección para dejar embarazada a su esposa, pero no dejaba de pensar, que la naturaleza lo había castigado castrándolo al nacer. Era un marido de carácter estable y trabajador, un padre que nunca levantaba la voz ante los hijos, un respetado miembro del partido comunista que leía los periódicos y se mantenía al corriente de la actualidad.
En la escuela en la que trabajaba, sus alumnos se negaban a comportarse bien e incluso fumaban delante de él en la clase. Más tarde Chikatilo abusaría sexualmente de sus estudiantes tanto chicos como chicas lo que le costaría el trabajo en 1974, pero consiguió uno nuevo en una fábrica en el que tenía que estar viajando constantemente. Este constante movimiento le ayudaba a escoger sus nuevas víctimas.
Actividad criminal:
El 22 de diciembre de 1978, Chikatilo mató por primera vez cuando tenía 42 años. Abordó en la calle a una niña de nueve años de edad y la convenció para que se fuera con él a una cabaña que poseía en las afueras de la ciudad. Sabía como hablar a los niños, él mismo había sido maestro y tenía a sus dos hijos. Una vez allí la desvistió con violencia. Accidentalmente, le hizo un rasguño del que brotó sangre, hecho que le propició una erección inmediata, estableciendo el vínculo fatal entre sangre y sexo. Luego, sacó un cuchillo y se lo clavó a la niña en el estómago. Con cada puñalada notaba que se acercaba más al orgasmo, por lo que no cesó de hacerlo hasta la eyaculación. Chikatilo había intentado satisfacer su necesidad sexual movido por la esperanza de llegar a ser igual que los demás, también se dio cuenta de que su placer no consistía en acariciar los genitales ajenos, sino en maltratarlos.
Tres años pasarían antes de que Chikatilo asesinara por segunda vez. El 3 de septiembre de 1981 asaltó a su segunda víctima, llamada Larisa Tkachenko, prostituta de 17 años de edad. La convenció de ir con él al bosque para tener relaciones sexuales, pero falló en el intento por lo que ella se rio de él, esto lo enfureció, perdió el control, estranguló a la mujer y eyaculó sobre el cadáver, mordisqueó su garganta salvajemente, le cortó los senos y en su frenesí se comió los pezones. Luego, comenzó a lanzar aullidos mientras bailaba una danza de guerra alrededor del cuerpo, dejó el cuerpo sin vida con un palo enterrado. En esos momentos supo que volvería a matar. Los dos primeros asesinatos de Chikatilo tuvieron cierto carácter fortuito. Es posible que, en ambos casos, sus intenciones fueran solamente de índole sexual. Los gritos de terror le excitaban, pero era el asesinato en sí lo que presentaba para él el acto sexual supremo.
Su tercera víctima fue Lyuba Biryuk, fue raptada de un pueblo y fue acuchillada 40 veces en el bosque. Le mutiló los ojos, y esto se volvería algo común en sus asesinatos, la firma mortal de Chikatilo.
Chikatilo asesinó a otras tres personas ese año, y entre ellas se encontraba su primera víctima masculina, Oleg Podzhivaev de 9 años de edad. El cuerpo no se encontró pero Chikatilo afirmó ser el responsable y que le había arrancado los genitales. La prensa estaba enloquecida con el asesino en serie, el modus operandi era siempre el mismo, sus víctimas siempre se encontraban en los bosques, con indicios de violencia y sadomasoquismo, y en ocasiones les faltaban miembros a las víctimas. Se trataba de niños, niñas y chicas jóvenes. Entre ellos había muchos escapados de casa y retrasados mentales, pues se dejaban convencer más fácilmente y agradecían su ayuda en el laberinto del sistema de transportes local, con el que no estaban familiarizados.
En 1984 asesinó a 15 personas, mientras el tiempo entre sus asesinatos iba disminuyendo el número de víctimas iba en ascenso. Chikatilo los elegía entre la multitud en estaciones ferroviarias y en paradas de autobús, y con algún pretexto, los convencía para que lo siguieran a alguna zona boscosa. Una vez allí les infringía numerosas puñaladas (entre treinta y cincuenta). Casi todas las víctimas sufrían la mutilación de los ojos. A las adolescentes o chicas jóvenes les seccionaba los pechos o los pezones, ya fuera con sus afilados cuchillos o con los dientes. El útero era extirpado con tal precisión que todos los cirujanos de la provincia de Rostov pasaron a ser sospechosos en potencia.
Mientras las violaba, se enfurecía tanto por llegar tan rápidamente al orgasmo que les machacaba la cara a golpes.
En el caso de los niños, los atacaba nada más al hallarse a solas con ellos en el bosque: un golpe para aturdirlos con las manos atadas y unos golpes de cuchillo poco profundos para establecer su dominio sobre ellos. Posteriormente los mutilaba a mordiscos, les cortaba los genitales o solamente extirpaba los testículos, que guardaba a modo de trofeo. En algunas ocasiones realizaba estas amputaciones cuando la víctima se hallaba aún con vida, aunque no consciente. En ninguno de los casos se encontraron las partes del cuerpo seccionadas en las cercanías de la escena del crimen.
Además practicaba actos de canibalismo. En sus declaraciones confesaría que le gustaba tragarse las partes del cuerpo más blandas.
Primer arresto:
El Instituto Serbsky de Moscú diseñó el perfil de un hombre ostensiblemente normal, probablemente casado, con un trabajo regular. Por el semen hallado en los cuerpos de sus víctimas, se supo que su sangre era del grupo AB. El 14 de septiembre de 1984, detuvieron a Chikatilo en el mercado de Rostov, pues en líneas generales encajaba con la descripción del asesino, pero no pudieron demostrar nada más.
Chikatilo parecía un hombre respetable, y tras hacerle un análisis de sangre, ésta resultó ser de grupo A. Enseguida fue puesto en libertad sin cargos. Por esas alturas, los archivos de la policía contenían datos de unos 26.500 sospechosos. Cuando apareció el cadáver número treinta, los periódicos empezaron a dar noticias del posible asesino en serie, quienes todos creían un retrasado mental, a pesar que la policía no estaba de acuerdo. Esto puesto que la amplia dispersión territorial del asesino indicaba que éste disponía de un vehículo, factor que en Rusia no era escaso.
Posteriormente Chikatilo fue acusado de haber robado un rollo de linóleo de su oficina. Siete meses después, con ese caso aún pendiente, fue arrestado por comportamiento impropio en la estación de autobuses de Rostov y fue sentenciado a 15 días en prisión. La policía creía que él era el asesino, así
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