CASTIGO FÍSICO – ATENCIÓN NEGATIVA

A continuación se dan algunas pautas de aspectos que se han ido trabajando en consulta para tenerlos en cuenta en casa:

CASTIGO FÍSICO – ATENCIÓN NEGATIVA

Se va a analizar la forma de resolver un problema de comportamiento.  Uno de los pasos es determinar las consecuencias de la conducta del niño, es decir, los cambios que ocurren en el ambiente, lo que obtiene el niño y las reacciones de los padres luego de que la conducta ocurre.  Una de las consecuencias más frecuentes que reciben los niños por su comportamiento son el castigo físico y la atención negativa.  En este documento se analizarán en detalle las implicaciones de estas reacciones.

CASTIGO FÍSICO:  Son golpes, pelas, pellizcos, que le dan al niño, con la intención de disminuir conductas que no son del agrado de los padres.

¿  Por qué recurren los padres al castigo?

• Creen que así los niños tendrán respeto a la autoridad, sabrán “quién manda”.
• Así nos educaron
• Al niño no se le puede dejar hacer lo que él quiere.
• Algunos padres no quisieran utilizar este método, pero no conocen otros.
• Les da desespero y rabia con el niño, pero luego se arrepienten

Existen alternativas al castigo físico, que no son dañinas para el niño, a la vez que son afectivas para controlar los comportamiento inadecuados.

Las siguientes son algunas de las razones por las que se critica el empleo frecuente del castigo físico.  No necesariamente afecta a todos los niños por igual.  En cada caso se verá más claramente alguno de los siguientes puntos:

1. NO ELIMINA LA CONDUCTA.   Paradójicamente, aunque se usa el castigo físico tratando de controlar conductas inadecuadas, en la práctica se ha visto que estas generalmente no desaparecen:  tan solo se suspenden, pero reaparecen.  Esto hace pensar que en el fondo no tiene mucho sentido utilizarlo, si se sabe que no van a servir; solo se logra que los padres desahoguen la rabia que sienten en ese  momento, pero no es una solución duradera.   La razón de esto es que el niño obtiene con su conducta algún tipo de consecuencia agradable o reforzante, que es más fuerte que el castigo.  Si un niño es castigado por coger galletas, es posible, que momentáneamente las deje.  Pero como le gustan tanto, lo tratará de hacer de nuevo a pesar del castigo.

1. VUELVE A LOS NIÑOS “SOLAPADOS”.  Generalmente cuando se les pega a los niños no se les explica por qué es malo que hagan eso, por lo que ellos muchas veces no son concientes de lo inadecuado de su conducta.  Lo dejan de hacer frente al adulto por temor a la pela, pero cuando están solos vuelven ha hacerlo.

1. NO ENSEÑA LA CONDUCTA ADECUADA.  Con el castigo físico al niño  se le señala lo que no debe hacer, pero no le enseña lo que si debe hacer.   Cuando al niño se le pega , supongamos por ser agresivo, posiblemente aprende a no hacer eso, pero no aprenderá a ser cariñoso, compartir e interactuar bien con sus amigos (eso sería lo contrario a ser agresivo).  Por lo tanto la solución del castigo se queda a medias.
2. GENERA AGRESIVIDAD.  La reacción natural de cualquier organismo cuando es atacado, es una respuesta agresiva. Por eso muchos niños les pegan a sus padres.   Si los padres cuando tienen rabia les pegan a los niños. ¿Cómo pedirles que no hagan lo mismo?.   Por otro lado los padres que son muy castigadores les sirven de MODELOS a sus hijos; ellos ven que los adultos solucionan sus problemas mediante la agresividad, por que tienden a hacer los mismo en la escuela o con otras personas.
3. PRODUCE EVITACION.  La respuesta de cualquier persona ante una situación desagradable es evitarla.  Cuando los padres son muy castigadores dan lugar a que sus hijos los eviten, les tengan temor (lo mismo sucede si nuestro cónyuge, jefe o profesor nos trata mal).  Por otro lado el niño también le  “cogerá idea” a las tareas o actividades en las que frecuentemente ha sido castigado.  Por ejemplo, si hay que entrar a pelear con el niño para que se cepille los dientes, él finalmente evitará esta tarea porque la asocia con el castigo y los regaños.  A veces puede ocurrir que el niño generalice su evitación a otras personas o actividades.  Esto significa que puede evitar personas que le parezcan a sus padres, o tareas que tengan relación con aquella en que lo han castigado.
4. SE ACOSTUMBRAN.  Muchos padres reportan que a los niños pareciera  no importarles o que no les doliera el castigo físico.  Esto es real; el castigo va perdiendo efecto cuando se usa con frecuencia, pues se acostumbran a él, lo cual encoleriza a los padres.
5. LES PUEDE GUSTAR.  Aunque es más escaso, puede suceder que al niño le “guste” el castigo  y haga cosas a propósito para ser castigado.  Esto ocurre cuando el niño con frecuencia es ignorado o recibe poco afecto y el castigo se convierte entonces en el único medio por el cual le dan la atención que necesita.  También cuando luego de castigarlo lo miman o le dan lo que quiere.
6. BAJA LA AUTOESTIMA.  Toda persona, incluso la que tiene limitaciones, necesita quererse a sí misma, tenerse confianza, saber que la estiman y la quieren como es.  Eso lo logra el niño cuando sus padres lo tratan bien.  Cuando se les castiga con mucha frecuencia, van forjándose la idea que no los quieren, que los rechazan.  Esto los desmotiv, les genera inseguridad y poco interés por mejorar.
7. GENERA CULPABILIDAD.  Muchos padres se sienten culpables luego de castigar a sus hijos, lo cual en si mismo no es bueno.  En tales momentos tienden a cambiar por completo de actitud, siendo muy tiernos y complacientes.  Esta inconsistencia es contraproducente para el niño y le incrementa sus conductas inadecuadas, pues sabe que a la larga obtiene lo que desea.
8. POCO ÉTICO.   Aunque se expone de último, quizás debiera ser el primero.  Agredir física o verbalmente a alguien va contra todo principio moral.  No es justo, ni ético, atacar a otros y menos cuando no están en igualdad de condiciones para defenderse.  ¿Qué decir entonces cuando se trata de un niño?.   No es justificable emplear métodos aversivos, ni siquiera cuando la conducta es muy perturbadora para los demás.  Los niños TIENEN DERECHO a que los traten con cariño, tal como quisieran ser tratados los adultos.   Del mismo modo los padres TIENEN EL DEBER de educar a sus hijos, empleando METODOS ADECUADOS DE CONTROL.

ATENCIÓN NEGATIVA.

Es sinónimo de regaños y cantaleta.  Muchos padres consideran que hacen bien al no pegarle a sus hijos, pero emplean con frecuencia la atención negativa, que es igualmente inadecuada.  Se llama de esa manera , pues se le da demasiada atención los comportamientos inadecuados (o irrelevantes) del niño.  Se puede presentar de muchas formas:

• Cuando el niño hace algo mal, le insisten demasiado en el error que cometió, se le cantaletea mucho rato por lo mismo.  Muchas de esas conductas son en realidad irrelevantes y pudieron haber sido ignoradas.
• Se “reniega” con frecuencia sobre lo necio, inquieto o desobediente que es. Delante de él se cuenta a otras personas lo mal que se ha portado.
• Se le dan las instrucciones u órdenes en tono de regaño.
• No se espera lo suficiente para que se cumpla la orden y en lugar de esto se le cantaletea, se le repite muchas veces, lo regañan.
• Con gestos y palabras se le muestra mucho enojo y rabia al niño por su comportamiento.

Los padres que dan atención negativa recurren a ella, algunas veces sin ser concientes, en otras ocasiones reaccionan impulsivamente sin conocer los efectos que trae sobre el niño o también por falta de alternativas para controlar el comportamiento del niño

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