Clasificación y depresión en el embarazo

LA CLASIFICACIÓN Y DEPRESIÓN EN EL EMBARAZO

¿Qué es la depresión? ¿Cómo se clasifica la depresión? ¿El embarazo en menores de edad, causará depresión? ¿La depresión en el embarazo afectará posteriormente al niño? Murray y López (1996), citados por Korman y Sarudiansky (2011) afirman que la depresión es uno de los desórdenes psiquiátricos que más ha aumentado y se ha vuelto mortal, no solo en el Perú, sino en todo el mundo, por ello, es importante reconocer desde donde se origina y así poder llevar a cabo tratamientos eficientes. En los siguientes párrafos, se explicará con más énfasis acerca de la clasificación y la depresión en el embarazo.

La clasificación de la depresión se divide en múltiples episodios depresivos, pero de todos estos sobresalen tres. En primer lugar, para Zarragoitía (2011) la persona con episodio depresivo leve sufre constantemente los efectos de esta enfermedad y esto hace que tenga problemas en realizar sus quehaceres diarios, al igual que relacionarse con las personas de su entorno. Pese a ello, lo más probable es que siga trabajando y tratando de hacer de su vida lo más normal posible. En segundo lugar, el episodio depresivo moderado, llega a exhibir por lo menos de dos a tres manifestaciones de sus síntomas, pero en un nivel mucho más potente. Causando así, que el paciente no pueda estar rodeado de otras personas, no puede trabajar ni realizar sus actividades en el hogar (Zarragoitía, 2011). Finalmente, según Zarragoitía (2011) en el episodio depresivo grave, el paciente muestra una inmensa agonía, además este episodio implica la pérdida del autoestima y sensaciones de incompetencia, por consiguiente, acarrea la posibilidad de muerte provocada por el mismo paciente. En cuanto a sus síntomas, estas se presentan en todo momento, pero debido a la agonía, la persona enferma no puede especificarlas.

La depresión en el embarazo puede traer consigo consecuencias irreversibles en el desarrollo cognitivo, conductual y emocional del infante, por ello se divide en la depresión posparto y la perinatal. En principio, según Medina et al. (2014) la depresión posparto presenta tristeza posparto, la cual afecta al 84% de gestantes y se determina por la sensación de angustia y constante enfurecimiento, pese a ello, estos malestares desaparecen después de catorce días de manifestarse. Asimismo, presenta psicosis posparto, que se caracteriza por una inquietud y preocupación extremadamente fuerte hacia el infante, por consiguiente, necesita atención lo más antes posible. Por otro lado, la depresión perinatal que básicamente se da en gestantes menores de edad, ya que ante la presencia de un bebé se ven arruinados sus sueños y deseos, pasan de ser niñas que van a estudiar sin preocupaciones a obtener múltiples responsabilidades y lidiar con que su pareja no sea el soporte que ellas necesitan. Ante tal situación, se vive una maternidad repleta de estrés y culpabilidad (Medina et al., 2014).

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