Colegio de México

Para el miembro del Colegio de México el historiador Lorenzo Meyer, la Independencia de México es relativa, pues no ha salido de la “realidad imperial”, ya que sigue siendo parte de la zona de influencia de Estados Unidos.

Por ello, señaló que la Batalla del 5 de Mayo debe revalorarse como un “esfuerzo que valió la pena”, ya que sirvió para terminar con la intervención francesa, un hecho que no sucedió en la Indochina, un Estado que al mismo tiempo que el mexicano, estaba en construcción.

Con la conferencia “El 5 de mayo en un mundo ancho e imperial”, el experto inauguró el coloquio “Ecos de la Intervención Francesa”, que organizó la Universidad Autónoma de Puebla y el Instituto Municipal de Arte y Cultura.

En unos 50 minutos, el historiador comparó la situación histórica de México y la Indochina, y los procesos que ambas naciones vivieron durante la intervención francesa del siglo XIX.Para el miembro del Colegio de México el historiador Lorenzo Meyer, la Independencia de México es relativa, pues no ha salido de la “realidad imperial”, ya que sigue siendo parte de la zona de influencia de Estados Unidos.

Por ello, señaló que la Batalla del 5 de Mayo debe revalorarse como un “esfuerzo que valió la pena”, ya que sirvió para terminar con la intervención francesa, un hecho que no sucedió en la Indochina, un Estado que al mismo tiempo que el mexicano, estaba en construcción.

Con la conferencia “El 5 de mayo en un mundo ancho e imperial”, el experto inauguró el coloquio “Ecos de la Intervención Francesa”, que organizó la Universidad Autónoma de Puebla y el Instituto Municipal de Arte y Cultura.

En unos 50 minutos, el historiador comparó la situación histórica de México y la Indochina, y los procesos que ambas naciones vivieron durante la intervención francesa del siglo XIX.

Ambas “aventuras francesas” fueron ejemplo del proyecto imperial que se vivía en Europa en países como Alemania, Inglaterra y Francia, y con menor fuerza en Portugal y España.

Señaló que en el caso de Francia, la política imperialista correspondía a los deseos de Napoleón III, quien tenía una “energía” para ocupar países marginales como lo eran la Indochina –ahora Vietnam– y México.

El concepto de “imperial”, explicó el experto, nació en el siglo XIX cuando el propio Napoleón III tuvo la idea de reconstruir la gloria de Francia, a través de la expansión y la ocupación de zonas periféricas.

En el caso de la Indochina y México, explicó Meyer Cosío, tenían varios aspectos en común. El principal, que ambos estados estaban en conformación y dentro de ellos había innumerables pugnas políticas y falta de solvencia económica, que producían un contexto de inestabilidad social.

Como ejemplo mostró una tabla en donde se mostraron los constantes cambios que había en la política mexicana, como

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