Comportamiento Criminal

Comportamiento criminal

La ausencia de un ambiente favorable para la salud mental de los integrantes del núcleo familiar tiene que ver con los comportamientos sociales negativos y violentos. Es necesario entender como se hace un criminal, las actitudes que dañan a los demás, los anti-valores personales contribuyen a la aparición de antisociales. Estas actitudes tan censurables de nuestra sociedad, junto a unos desordenes psíquicos, químicos y neurológicos son uno de los principales factores que han dado lugar a la existencia de los psicópatas asesinos.

Biología del mal

Dentro de todos las ideas para combatir y entender el mal no se ha estudiado lo suficiente la conductas criminal como enfermedad clínica y no se ha tenido muy en cuenta los descubrimientos hechos por la ciencia que encuentran que existen factores biológicos y genéticos, que contribuyen a la existencia de la delincuencia y la violencia.

Uno de estos factores son los niveles inusuales o mutaciones del gen MAO-A o “gen guerrero” (encargado de las reacciones químicas de neurotransmisores relacionados con las auto- inhibiciones, estrés, disposición y gusto por el riesgo) que conllevan al abuso de sustancias psicoactivas, déficit de atención, cambios irregulares de humor impulsividad; además puede tener efectos potencialmente violentos, como la pertenencia a bandas criminales y el empleo de armas. Estas características perjudican especialmente a los hombres, pueden ser hereditarias, y de hecho prevalece en las culturas caracterizadas por la guerra.1

Por otra parte cuando la corteza pre frontal; región del cerebro responsable de la toma decisiones, la racionalización de los sentimientos, el desarrollo de empatía, serenidad y paciencia, la capacidad de juicio, y el control de los impulsos del sistema límbico incluyendo los estímulos que generan agresividad; funciona incorrectamente predisponen una discapacidad en los límites de sus actos , una búsqueda desproporcionada por saciar sus necesidades o deseos sin importar la manera de conseguirlos.2

Una estructura muy importante del sistema límbico es la amígdala cerebral, fábrica de emociones. Algunas de sus patologías impiden el hacer relación de los hechos, posibilitan un gusto excesivo por los juegos de azar y la ingesta excesiva de alcohol. Los síndromes amigdalarios de Klüver-Bucy y Urbach-Wieth se caracterizan por reacciones exageradas a los estímulos, no distinción entre recuerdos emocionales y neutrales, déficits para valorar una emoción a partir de una expresión facial, dificultades en la responsabilidad social como lo es el descuido de una madre a su hijo; además, perdida permanente de miedo, convirtiendo a una persona en alguien muy peligroso que no le importe los riesgos en que pueda verse involucrado3.

Otro tipo de lesiones en la amígdala conocido como Secuestro Amigdalar se caracteriza por cerrar las funciones racionales, es un estado de total enfado que invade los sentidos, una explosión incontrolada e imparable de furia verbal y/o física debida a la anulación de la voluntad dificultando la autorregulación, la claridad, el equilibrio, así quien comete el acto violento sufre internamente y también se destruye a sí mismo.4

Otra estructura es el núcleo ventromedial del hipotálamo, es clave en la agresión y el comportamiento sexual, una regulación incorrecta entre las dos explica porque algunas personas tienen patrones sexuales dañinos o porque otras sienten placer cuando actúan con crueldad5. En el sistema límbico fluyen diversas sustancias responsables de los estados de ánimo y la conducta; sustancias afectadas por el consumo de drogas; también las alteraciones pueden existir desde el nacimiento producto de malformaciones, enfermedades que laceren el cerebro, golpes que laceren de por vida fibras nerviosas que moldean la forma de proceder del individuo. En estas

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